Cada 28 de abril celebramos el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, una fecha impulsada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para reflexionar sobre los retos, avances y compromisos en la protección de la salud laboral, un factor clave para todas las organizaciones.
Este año, la OIT analiza cómo las nuevas tecnologías están transformando la seguridad y salud en el trabajo y abre un horizonte de grandes oportunidades, pero también de nuevos desafíos que debemos afrontar desde la prevención.
Beneficios de la tecnología en Seguridad y Salud en el Trabajo:
· Automatización y robótica avanzada: permiten mantener alejadas a las personas trabajadoras de tareas peligrosas, repetitivas o monótonas.
· Herramientas inteligentes y sistemas automáticos de vigilancia: detectan peligros en tiempo real, permiten análisis predictivos y activan alertas inmediatas.
· Realidad virtual: mejoran la formación preventiva a través de entornos inmersivos y seguros que simulan situaciones de riesgo.
· Gestión algorítmica del trabajo: optimiza tareas, identifica deficiencias y propone medidas preventivas eficaces.
· Digitalización del trabajo y plataformas laborales: ofrece nuevas modalidades laborales y acceso a recursos preventivos.
Retos emergentes asociados:
· Adaptación del personal: a los nuevos sistemas y tecnologías.
· Necesidad de nuevas regulaciones: especialmente sobre control y tiempo de trabajo.
· Aparición de riesgos específicos vinculados al uso de estas tecnologías.
Las condiciones de trabajo pueden implicar una variedad de factores que afectan la salud, como posturas inadecuadas, exposición a agentes biológicos, manipulación de cargas, exigencias psicológicas, entre otras.
La conmemoración del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo es una oportunidad para reforzar la cultura preventiva y reflexionar sobre los riesgos presentes en nuestros entornos laborales y las medidas preventivas a implantar para garantizar la salud y el bienestar de todas las personas trabajadoras.