Mitchell Herrett, Socio RSM Australia

Luchar contra el peso de una deuda insuperable no es algo que la mayoría de las personas planean en la vida.

Quizás una sola tarjeta de crédito se convirtió en 3 ó 4, o un evento inesperado de la vida hizo imposible pagar préstamos personales o la hipoteca. Tal vez como director de una empresa, tu has sido personalmente responsable de las deudas de la empresa, o como un comerciante único, no anticipaste una gran deuda fiscal de fin de año financiero.

Ahora, cada vez que suena tu teléfono o revisas tu correo, tu estómago se revuelve porque anticipas otra factura o demanda de pago. No puedes recordar un momento en que te hayas sentido relajado y la liberación del estrés se siente casi imposible. Lo que sea que te haya llevado a este punto, luchar con deudas puede ejercer una enorme presión sobre tu salud, bienestar y relaciones. Solo cuando tomas el control de la situación es que puedes comenzar a recuperarte.

¿Cuál es el proceso de recuperación?

La recuperación de la deuda puede comenzar con la bancarrota o con una serie de opciones de insolvencia personal que dependen de:

  1. Cuánta deuda tienes
  2. Cuántos activos tienes
  3. El apetito para negociar de tus acreedores
  4. Tus probabilidades de pagar la deuda con el tiempo

 

La Ley de quiebras en Australia define 4 opciones oficiales para las personas que no pueden pagar sus deudas:

  1. Declaración de intenciones
  2. Acuerdo de deuda formal
  3. Acuerdo de insolvencia personal
  4. Bancarrota

 

Cada uno tiene pros y contras que puedes utilizar para determinar si es o no la opción correcta para ti y para tu empresa.

Obtener apoyo a tiempo hace la diferencia

Un acreedor puede solicitar que tomes la bancarrota a la fuerza por cualquier deuda de más de DLS $5,000. Si el tribunal falla a favor del acreedor, todas las opciones se retiran de la mesa y tú serás declarado en quiebra por un periodo de 3 años y 1 día (al menos en Australia, este proceso depende de tu país de origen o bien, de la ubicación de la compañía).

Tus activos se venderán en beneficio de los acreedores y enfrentarás algunas restricciones durante el periodo de quiebra. Sin embargo, si buscas el consejo de un asesor financiero antes de que esto suceda, puedes mantener cierto control sobre cómo lidiar con tu deuda.

Por ejemplo, tu asesor puede solicitar de inmediato una declaración de intención para impedir que tus acreedores puedan tomar medidas contra ti durante 21 días (u otras acciones dependiendo de tu país de origen). En ese momento, puedes trabajar con tu asesor para desarrollar un plan que podría incluir:

  1. Evaluar tu deuda y activos
  2. Calcular tus ingresos y la probabilidad de pagar tu deuda
  3. Negociar con los acreedores

 

Esta evaluación puede llevarte a decidir buscar un acuerdo formal de deuda. Un acuerdo de deuda te otorga un tiempo establecido para pagar el monto de la deuda negociada. No necesitas tratar directamente con los acreedores y tu nombre no se agregará permanentemente a las entidades financieras, reguladoras o gubernamentales que intervienen en los procesos de solvencia corporativa.

Cuando la bancarrota tiene sentido

Si optas por un acuerdo personal de insolvencia o quiebra, tomar medidas ante tus acreedores significa que puedes nominar a un administrador de tu elección para administrar tus asuntos.

Esto te permite seleccionar a alguien con quien te sientas cómodo trabajando, lo que puede hacer que el proceso sea menos confrontante. Aunque el acuerdo o quiebra se registrará de forma permanente, ambos son un proceso relativamente confidencial. Por lo general, no es necesario informar a tu empleador ni que lo reveles a nadie a menos que estés legalmente obligado a hacerlo (como en una solicitud de alquiler o crédito).

La bancarrota no es una ruta de escape sin consecuencias, pero ciertamente no es un panorama totalmente pesimista. Podría ser la mejor solución para poner fin a tus meses o años de angustia, detener las constantes llamadas telefónicas de los acreedores y permitirte restablecer tus asuntos financieros mientras desarrollas un nuevo plan para tu futuro.


Consulta el artículo original para conocer más:

https://www.rsm.global/australia/insights/restructuring-insights/voluntary-bankruptcy-it-your-best-option