La contaminación acústica es un grave problema de salud ambiental

“El ruido es un importante problema de salud pública”, asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que causa impactos negativos sobre la salud humana y el bienestar. Tal es así que, el pasado mes de octubre, el organismo internacional estableció nuevas directrices y límites de ruido óptimos para proteger la salud de la exposición acústica.

De este modo, la OMS recomienda reducir los niveles de ruido producido por el tráfico por debajo de 53 decibelios y por debajo de los 45 decibelios durante la noche, ya que los altos niveles de ruido pueden tener consecuencias en el sueño de las personas. El organismo internacional hace especial hincapié en el sonido producido por el tráfico rodado ya que, según sus cálculos, al menos 100 millones de personas en la Unión Europea se ven afectadas por esto y se pierden al menos 1,6 millones de años de vida saludable por este motivo.

Más de 100 millones de europeos se ven afectados por el ruido ambiental, según la OMS

Aunque el ruido del tráfico rodado es uno de los sonidos más perjudiciales para la salud, también se establecen nuevos parámetros para otros tipos de transportes como trenes y aviones o para el bullicio producido por las actividades de ocio.

El ruido, un problema ambiental inherente a las ciudades

Este problema, producido por la actividad humana, se da fundamentalmente en zonas urbanas, según un estudio elaborado por la Fundación La Caixa. En este sentido, en el ámbito urbano se presta poca atención a este tipo de contaminación medioambiental que afecta a la calidad de vida de las personas. Existe una alarmante tendencia a considerar solo las emisiones y los contaminantes emitidos por los vehículos como perjudiciales para la salud, pero el ruido es otro factor ambiental que puede ser nocivo para la salud.

Los principales efectos se dan en la audición, según la OMS. De hecho, 1.100 millones de jóvenes entre los 12 y 35 años de edad están en riesgo de padecer pérdida de audición por su exposición al ruido en contextos recreativos. También afecta a la salud mental y al bienestar emocional de las personas, ya que este puede provocar estrés en la población. Conviene no olvidar que los problemas de salud mental son de los más peligrosos en la actualidad; sin ella, es imposible conseguir un estado de bienestar completo en las personas, por lo que es necesario hacer todo lo posible para no acrecentar este problema, lo que incluye reducir los niveles de sonido.

El ruido contribuye a la generación de ciudades más insalubres, lo que dificulta el camino hacia urbes más sostenibles. El informe antes mencionado de la Fundación La Caixa no es optimista en este sentido, “las concentraciones urbanas, con una multiplicación de los viajes y de los medios de transporte, por un lado, y el aumento de las zonas de ocio, por otro, hacen difícil que el ruido pueda disminuir”.

Reducir el ruido para alcanzar ciudades saludables y sostenibles

Es cierto que mermar los sonidos de la actividad frenética de las ciudades es difícil, pero no imposible. Y, para ello, es fundamental que todos los agentes activos y dinámicos de la sociedad como organismos públicos, empresas y ciudadanos aportemos nuestro granito de arena para mejorar esta situación. En esta línea, por ejemplo, la movilidad sostenible se presenta como una iniciativa común en la que todos estos agentes pueden participar. Promover nuevas formas de transporte, como los vehículos eléctricos, que son insonoros, caminar o montar en bicicleta permite disminuir el ruido que provocan los coches.

Es fundamental que todos los agentes activos y dinámicos de la sociedad aportemos nuestro granito de arena para mejorar esta situación.

Estas medidas son muy importantes porque, como considera La Fundación La Caixa, “una sociedad que aspira a conquistar cada vez mayores cuotas de calidad no se puede permitir el lujo de que sigan aumentando sus niveles de ruido”.

Desde Sanitas compartimos esta afirmación y, como empresa dedicada a la salud, consideramos que, para alcanzar niveles óptimos de esta, es fundamental procurar también un medioambiente saludable. Así, nuestra compañía ya fomenta estas nuevas formas de movilidad y cuenta con ocho vehículos eléctricos a disposición de Sanitas Acude, su servicio de emergencias extra hospitalarias.

Adicionalmente a estas iniciativas, debemos hacer un llamamiento para que el comportamiento individual y colectivo también sea respetuoso con el espacio acústico de las personas: evitar invadirlo con música indeseada de auriculares u otros aparatos de sonido en lugares públicos, no utilizar la música “ambiental” como una imposición en lugares en los que estamos cautivos (hoteles, trenes, aviones…) o no reproducir contenidos de nuestros móviles en cualquier lugar y a volumen abusivo también forma parte del respeto al espacio acústico limpio al que todos tenemos derecho.

Si fomentamos iniciativas para rebajar el ruido de nuestras ciudades, estaremos contribuyendo a disminuir la contaminación ambiental, lo que dará lugar a entornos más saludables y sostenibles para vivir. ¿Te animas a reducir el ruido de tus acciones para conseguir entre todo mejores ciudades en las que vivir?