Artículo de Isabel Artime, secretaria general de Pesca Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación

El sector español, ejemplo de sostenibilidad y buenas prácticas


Isabel Artime     06/04/2024 08:00:00

Isabel Artime, secretaria general de Pesca Marítima. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
Foto: IP

La pesca es una actividad enormemente exigente. Por su propia naturaleza, requiere de un gran sacrificio de los hombres y mujeres del mar que, con su esfuerzo, son capaces de suministrar un producto tan importante para la población como es el pescado, fuente de una proteína de muy alto valor biológico con una baja huella de carbono, que constituye una parte fundamental de nuestra dieta y que juega un papel estratégico en nuestra salud.

Pero además de esa exigencia intrínseca, no son pocos los desafíos externos a los que se enfrenta la pesca española y comunitaria en los últimos años. Tras el 'brexit', tuvimos que afrontar una pandemia, después una crisis energética y de precios derivada de la terrible agresión de Rusia a Ucrania, y todo ello mientras se empiezan a evidenciar los efectos del cambio climático sobre los recursos pesqueros, o cuando nos enfrentamos ante el reto de la difícil ordenación de los espacios marítimos, por citar solamente un par de ejemplos.

Por eso, es tan importante que desde las instituciones revindiquemos una y otra vez el papel de un sector tan importante para nuestro país, por su valor social, económico y de arraigo cultural e histórico que tiene en España.

Tenemos motivos para estar tremendamente orgullosos de la actividad de los más de 8500 buques pesqueros, de los más de 32 000 trabajadores del mar, de los más de 150 000 trabajadores empleados de manera directa o indirecta por el sistema alimentario pesquero, de nuestra industria transformadora, nuestro sector acuícola, en definitiva, de la labor de todos y cada uno de los eslabones de la cadena mar-industria que nos permiten seguir siendo uno de los países con un consumo per cápita de pescado más alto de todo el mundo.

Un sector que vive del mar, que lo sabe, y que por eso lo cuida. No en vano, su pervivencia depende directamente del buen estado de los recursos pesqueros y por ello no solo no debe haber contraposición entre la actividad pesquera y la conservación del medio marino, al contrario, existen múltiples sinergias que se constatan, entre otros, en la actual Política Pesquera Común, que ya hace que la industria pesquera comunitaria sea líder en sostenibilidad a nivel mundial.

En ese contexto, desde las administraciones hemos de asumir nuestra responsabilidad y contribuir a configurar un sector pesquero a la vanguardia, rentable y competitivo, y garantía de una pesca sostenible y responsable.

Ese es precisamente el enfoque que creemos ha de seguir la Política Comunitaria Pesquera del futuro. Así lo hemos defendido, y lo seguimos haciendo, en el seno de la Unión Europea, abogando por incorporar la sensibilidad sobre las consecuencias socioeconómicas en cualquier medida de política pesquera que se adopte.

"Desde las administraciones hemos de asumir nuestra responsabilidad y contribuir a configurar un sector pesquero a la vanguardia, rentable y competitivo, y garantía de una pesca sostenible y responsable".

EJEMPLO MUNDIAL

La propia Política Pesquera Común deja claro, en su artículo 2, que además de asegurar la sostenibilidad ambiental, se ha de gestionar la pesca de forma coherente con los objetivos de generar beneficios económicos, sociales y de empleo, y de contribuir a la disponibilidad de productos alimenticios.

Nos felicitamos por el hecho de que, recientemente, la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 11 de enero de 2024 (Asunto C-330/22) en relación a la cuestión prejudicial planteada por el Tribunal superior de Irlanda sobre la validez del reglamento del Tac y Cuotas de 2020, haya fortalecido este enfoque, lo que nos demuestra que estamos en el camino correcto.

Durante el segundo semestre del pasado año, España tuvo el privilegio de ostentar la Presidencia del Consejo de la Unión Europea.

Aprovechamos esa oportunidad para, en primer lugar, promover la búsqueda de soluciones al desafío de la descarbonización del sector pesquero comunitario, junto al reto de una necesaria renovación de la flota para disponer de barcos más seguros, confortables y eficientes, que ayuden a favorecer el relevo generacional. En segundo lugar, para apostar decididamente por un mayor reconocimiento del papel de la pesca y de la acuicultura en el abastecimiento alimentario comunitario y para mejorar los procedimientos de toma de decisiones en el ámbito del Consejo de Ministros de Pesca. Un balance que creo se puede considerar muy positivo y que puso de manifiesto el claro liderazgo de la pesca española en el contexto comunitario.

En definitiva, son muchos los retos que tenemos por delante, pero también es mucha la ilusión con la que los asumimos, con el objetivo último de contribuir a que el sector pesquero español siga siendo, durante muchos años, un ejemplo a nivel mundial de sostenibilidad y buenas prácticas.

Artículo original publicado en el Extraordinario de Abril (IP 2204) de 2024 de Industrias Pesqueras.