ESOS DÍAS DE ABRIL

(BennyOnisso_20140713)

Me gusta estar cerca como brisa,
fantasmal y cósmica,
voy por tus caminos, por tus veredas, soy tu vigía,
y aunque no me presientas, en la sombra,
sigilosa y audaz soy tu compañía.

...no sé vivir estos días sin ti,
y mis recuerdos me llevan a tu refugio,
a tu perfume de luna, donde uno fuimos,
a gritar tu nombre y a buscarte por los cielos,
pero sucumbe mi pecho adolorido.

Me pregunto por que te busco, por que te añoro
si no me amabas y por eso te has ido...
pero me encuentro con un embrujo que es un delito,
te hallo en penumbra y te susurro, te beso con el viento,
y te doy mi amor furtivo.

Seco mis  lágrimas y pienso si de mi tendrás memoria,
y con sollozos le confieso al destino,
que ruego que vengas a quitarme este maleficio,
pero sólo llega tu animal y perverso gemido,
con que moríamos bajo el sol ferviente de nuestro idilio.

Ese todo, ese ayer soleado, que ya  es nada
llega a mí sin palabras,
esos días de abril que se volvieron escarcha,
vienen para repetirle a mi corazón rebelde,
que ya emprendiste tu marcha,
y que ni tú  ni aquellas horas para mí vuelven.

Te fuiste a otra vida, lejana y soñada,
eso me dijiste al partir de casa...
pero hoy con nostalgia, quiero saber si me recuerdas,
si revives como yo, esas tardes otoñales y eternas,
en que recogías para mí, hojas enamoradas y bellas.

Y de tanto pensar y anhelarte otra vez conmigo,
siento que la llovizna golpea nuestra  morada,
y mis pupilas, mariposas tristes, le suplican al alba
para que vuelvas, porque la herida se ahonda con tu distancia,
y es un cruel castigo para mi alma desolada.

Esos días de abril...
tus ojos en los míos, y tu regazo que me daba asilo,
corriendo por los campos, locos de delirio;
...me pregunto hasta cuando me amaste
y hasta cuando te amarán mis entrañas suicidas,
y hasta cuando le rogaré a la noche que me retorne tu abrigo.

Esos días en que amanecía en tu ventana,
esos que me llenaron como el sol a las montañas,
esos que muy dentro de mí sonreían y ahora sangran,
hoy en silencio los miro pasar como ráfagas,
y con angustia se aferran a mis madrugadas,
pero de esperarte estoy exhausta; los desterraré de mi estancia.