Así serían las portadas de 'Vogue' de un diseñador drogado

  • El diseñador británico Scott King aprovecha los mensajes vacíos de las revista de moda para proponer un año de cubiertas alternativas de la publicación.
  • El proyecto 'Cómo hundiría el Vogue estadounidense' juega con la idea de que un editor borracho o muy colocado se hiciera cargo de las cubiertas.
  • El sarcástico artista diseña portadas hipotéticas con moda para talibanes, personas cabreadas, amantes de las armas de fuego.
Montaje de tres de las portadas hipotéticas de 'Vogue' propuestas por Scott King
Montaje de tres de las portadas hipotéticas de 'Vogue' propuestas por Scott King
Scott King, “How I’d Sink American Vogue”, 2006/2014. Courtesy Herald St, London
Montaje de tres de las portadas hipotéticas de 'Vogue' propuestas por Scott King

¿Qué pasó con Nueva Orleáns?, ¿te interesa saber las 769 cosas que cabrean a Scarlett Johansson?, ¿quieres leer las opiniones de Karl Lagerfeld sobre los distintos tipos de cáncer?, ¿qué sucede cuando los maridos se convierten en alcahuetes?, ¿qué consejos te dan los expertos para lucir un maravilloso look talibán este verano?...

Estos temas y otros muchos igual de interesantes —las recetas de café expreso de Alicia Keys, la mejor moda para los amantes de las armas de fuego...— ocupan las portadas de una colección anual de la edición estadounidense de la muy prestigiosa y halagada revista Vogue llevada al terreno del sarcasmo hipotético por el diseñador inglés Scott King (1969). El irreverente proyecto, titulado How I'd Sink American 'Vogue' (Cómo hundiría el 'Vogue' estadounidense), se presenta en el festival Fashion Cultures (Culturas de la Moda), que se celebra en Glasgow entre el 24 de julio y el 3 de agosto.

El dedo en la llaga

La colección de una docena de portadas presentradas por King es incisiva y demuestra que el diseñador, antiguo director de arte de la revista inglesa i-D, una publicación fashion de referencia en los años ochenta, sabe de lo que habla y cómo hincar el dedo en la llaga de los lugares comunes, los temas recurrentes y la vacuidad de las publicaciones dedicadas a la moda, las celebrities y los afeites.

Pese a que el proyecto es una iniciativa artística "claramente humorística", dicen los organizadores del festival, el diseñador toca "temas muy serios" sobre la naturaleza "insidiosa, didáctica y con frecuencia vacía" de las publicaciones de moda.

Las portadas alternativas de King —que usa la misma maqueta, cabecera y familias tipográficas de la revista— demuestran qué pasaría, añaden, "si Anna Wintour [editora general de Vogue], fuese reemplazada por alguien que se "entregara a la degeneración, la bebida y las psicosis provocadas por las drogas". De este modo aparece una colección anual alocada con temas como la moda para talibanes, personas cabreadas o amantes de las armas de fuego.

'Clip anticapitalista'

Las cubiertas que propone King ahondan en la entrega casi absoluta de las revistas de moda a los anunciantes —el "número especial sin publicidad" tienen sólo 14 páginas y regala a los lectores un clip "anticapitalista"—, la absurda elección de las celebridades que aparecen en las portadas —una está ocupada por una foto anodina y sin retoques de Cherie Blair y otra por el garrulo Dave Hill, líder del grupo Slade—...

Otros temas de las portadas propuestas por el socarrón y crítico King son la piadosa sensibilidad que de cuando en vez ataca a las revistas para los ricos y famosos —"635 personas pobres cabeza abajo", anuncia una portada con un retrato dado la vuelta de una niña tercermundista— o las opiniones de los famosetes cuando se ponen serios y sociales —"Kirsten Dunst dice que las bombas matan"—.

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