Facebook experimentó en secreto con las emociones de sus usuarios

La red modificó su algoritmo para estudiar el "contagio emocional" ante la exposición a determinados mensajes

Dos usuarios consultan a través de sus teléfonos móviles la aplicación de Facebook.

Dos usuarios consultan a través de sus teléfonos móviles la aplicación de Facebook. / DR/mel/BMA

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La red social Facebook modificó en secreto su algoritmo de difusión de noticias para investigar las emociones de sus usuarios, según ha revelado ahora un estudio publicado en la revista de la Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos. El objetivo del experimento, que se realizó del 11 al 18 de enero del 2012 con unos 700.000 usuarios anglosajones, era determinar el "contagio emocional" entre individuos. Así, Facebook, en cooperación con científicos de las universidades Cornell y California, ambas en San Francisco, concluyó que los estados emocionales se pueden comunicar entre individuos sin necesidad de que interactúen en persona.

La alteración del algoritmo permitió modificar el contenido de las informaciones recibidas por estos 700.000 usuarios para conocer el impacto que los mensajes recibidos tenían sobre sus emociones. Los científicos querían saber si el número de mensajes positivos o negativos que leían los usuarios les influían a la hora de colgar mensajes en su muro. Constataron que, efectivamente, los usuarios colgaban mensajes positivos o negativos en función de los contenidos a los que habían sido "expuestos".

"Los estados emocionales son comunicativos y pueden transmitirse por un fenómeno de contagio, llevando a otras personas a sentir las mismas emociones sin que sean conscientes de ellos", señalan los autores del estudio, que, tras analizar casi tres millones de comentarios, han determinado que "los resultados muestran la realidad de un contagio emocional masivo a través de las redes sociales".

Debate sobre la privacidad

La investigación ha despertado de nuevo dudas y críticas sobre la posible interferencia de Facebook en la privacidad de sus usuarios. La red social ha argumentado que estos han aceptado de manera tácita su participación en esta clase de eventos al aprobar los términos de uso y servicio al conectarse a la web. Además, ha apuntado que todos los datos fueron analizados a través de un ordenador, reduciendo al mínimo la participación humana durante el procedimiento de observación de los posts.

Sin embargo, desde la revista digital Slate se incide en que el estudio se mueve en el límite estipulado por la Academia Nacional de Ciencias por el que "los autores deberían incluir en la sección de 'metodología' una breve declaración que identifique al comité o institución que aprueba el experimento", algo que el estudio no hace. Además, "todos los experimentos deben llevarse a cabo según los principios de la declaración de Helsinki" según la cual los sujetos de los estudios "deben ser informados adecuadamente de los objetivos, métodos, fuentes o intereses del investigador, así como los beneficios, riesgos o problemas que pudiera comportar el experimento".

En la misma línea, la web de la revista The Atlantic afirma que el estudio "sin duda es legal, pero ¿es ético?". En un artículo, diversos internautas califican el método empleado por Facebook de "alarmante" y "demoniaco" y hay quienes invitan a cerrar las cuentas en esta red social.