Las Perlas dejó de ser paraíso para los pescadores del área
La manejo de los recursos marinos, el turismo y la construcción de residencias de lujo amenaza actividad pesquera en esta isla del Pacífico panameño. El Archipiélago de las Perlas es un área catalogada como zona especial de manejo marino costero y sus habitantes viven del turismo, la agricultura y la pesca artesanal.
La manejo de los recursos marinos, el turismo y la construcción de residencias de lujo amenaza actividad pesquera en esta isla del Pacífico panameño. El Archipiélago de las Perlas es un área catalogada como zona especial de manejo marino costero y sus habitantes viven del turismo, la agricultura y la pesca artesanal.
- Redacción ([email protected])
- - Actualizado: 27/7/2014 - 12:16 pm
El Archipiélago de las Perlas es un área catalogada como zona especial de manejo marino costero y sus habitantes viven del turismo, la agricultura y la pesca artesanal; sin embargo, actualmente ven amenazado su futuro ante el manejo inadecuado de sus recursos naturales.
Ante las amenazas que enfrenta la actividad pesquera en estas islas localizadas en el Pacífico panameño, producto del mal manejo de los recursos marinos, el turismo y la construcción de residencias de lujo, entre otros desafíos, los moradores se han organizado para contrarrestar esta situación, ya que hay evidencia de que la producción pesquera se ha afectado sensiblemente.
“Ya no hay langostas como antes, como cuentan los mayores. El pulpo, ya no hay como antes. Ya todo se está acabando y hay que comprarlo”, explicó Andrés Robles Ramírez, capitán de una lancha que opera en el sector.
Ramírez se dedica al transporte acuático de personas entre las islas y comunidades del archipiélago. Como muchos isleños, hoy es testigo de cómo los medios de subsistencia que siempre habían conocido disminuyen, principalmente debido a la falta de políticas de turismo, pesca y desarrollo inmobiliario amigables a la biodiversidad.
Ante este panorama, la Autoridad de Recursos Acuáticos de Panamá (Arap) y el PNUD, con el apoyo del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), vienen implementando desde hace dos años un proyecto cuyo objetivo es integrar la conservación de la biodiversidad a las actividades de pesca, turismo y desarrollo inmobiliario que operan en los archipiélagos de Panamá, mediante la creación de alianzas entre los pobladores, el sector privado y las instituciones gubernamentales. Estos poblados están entre los más expuestos a los efectos negativos del calentamiento global.
El proyecto “Transversalizando la conservación de la biodiversidad en la operación de los sectores de turismo y pesca en los archipiélagos de Panamá” ha logrado sensibilizar sobre la pesca responsable y la conservación de los ecosistemas a los pobladores de las principales comunidades del Archipiélago de las Perlas (San Miguel, La Ensenada, La Guinea, Casaya, La Esmeralda, Contadora, Saboga y Pedro González), trabajando estrechamente con las agrupaciones de pescadores artesanales. Este proyecto se prevé replicar en otros archipiélagos en Panamá.
Gerardo Barsallo, presidente de la cooperativa de pescadores del Archipiélago de las Perlas (CooPerlas), contó que están “muy entusiasmados con la construcción de un centro de acopio próximo a inaugurarse, como parte de una gestión conjunta entre el proyecto y el Programa de Pequeñas Donaciones PNUD/GEF”.
Además, con el proyecto se logró conformar el primer comité zonal, cuya función es la identificación de las necesidades y problemas (ambientales, sociales, económicos) y su canalización coordinada con las autoridades correspondientes, cuya presencia en la zona aún es muy limitada.
También se realizaron jornadas comunitarias de limpieza de playas, estudios sobre potencial turístico y análisis de fortalezas y desafíos de las actividades productivas vinculadas al turismo. Paralelamente, el proyecto apoya la formación de 50 estudiantes del bachillerato en turismo, la única opción académica existente en las Perlas.
Se realizaron 26 capacitaciones en temas como pesca responsable, conservación de la biodiversidad y sobre experiencias exitosas de turismo de base comunitaria en áreas insulares costeras de América Latina, y adiestramientos al personal de los hoteles y restaurantes sobre buenas prácticas de turismo sostenible.
Según Leyka Martínez, coordinadora del proyecto, “la pérdida de biodiversidad podría tener impactos económicos significativos y negativos en la pesca, turismo y desarrollo inmobiliario de Panamá. Cada vez son más los actores claves que están comprendiendo que la conservación a largo plazo de estas actividades depende del uso sostenible de los activos naturales de los cuales dependen”.
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