Mensajes de alto contenido sexual, celos, miedo a ser descubierta, a perder su empleo y a quedar embarazada de su estudiante, fueron parte de los mensajes de texto que la maestra Yaira Cotto Flores le envió a su víctima, un adolescente de 14 años a quien presuntamente transportó a un motel en San Lorenzo para tener sexo.
Los referidos mensajes fueron leídos en sala por la fiscal federal Elba Gorbea durante el testimonio del perjudicado, cuyo nombre no fue revelado. El intercambio de mensajes entre la exeducadora y el joven fue a través de WhatsApp y se produjeron desde noviembre de 2015 a marzo de 2016.
De igual forma, en las comunicaciones la acusada le expresaba su amor y deseo hacia la víctima, quien actualmente tiene 16 años. Estos mensajes fueron encontrados en el celular del menor.
“Yo te amo mi amor y lo deseo tanto”, reza uno de los mensajes escritos por la acusada, que data del 23 de enero de 2016.
A preguntas de Gorbea sobre lo que el perjudicado entendía por esto, respondió “que deseaba tener sexo”.
“Prefiero entrar a ese motel, que afuera en el carro porque no es seguro”, le escribió la exprofesora el 22 de enero de 2016.
Inicialmente, la acusada se notó desencajada e incómoda. Posteriormente, se mantuvo inexpresiva.
El 28 de febrero de 2016, día antes de los alegados hechos, la acusada le escribió al menor “no lo entiendes porque eres hombre y vas a estar dentro de mi y eso es significativo, pero nos tenemos que cuidar”.
Al ser cuestionado por la fiscal sobre qué quería decir la acusada, el joven contestó “que teníamos que usar condón”.
En otro mensaje la exmaestra le comunicó al menor que sentía celos, que no quería que ni lo miraran ni “se le pegaran”.
El 28 de febrero de 2016, la acusada escribió “mañana vamos a sentirnos. Soy tu maestra y después de sentirnos hay que volver a la normalidad”.
El día después de los hechos, el joven le escribió a la acusada “la próxima vez voy sin miedo”. Cotto Flores le contestó “tranquilo, fue tu primera vez”.
La acusada le envió un mensaje que decía “todos los canitos y princesas que bajaron por el camino y que no llegaron”. Sobre qué quería decir este mensaje, el menor contestó a Gorbea “las cosas que le eché dentro de ella”.
La acusada le envió un mensaje en el que le decía que sabía que el maestro de educación física sabía de su relación.
El estudiante señaló que tuvo relaciones sexuales con su maestra en dos ocasiones.
Mentira aceptada
Reconoció que mintió cuando la investigadora del Departamento de Educación le preguntó la cantidad de veces. “Porque me iba a meter en un problema con mi familia si lo hubiese dicho”, comentó.
El adolescente relató lo que ocurrió el 1 de marzo de. 2016. Indicó que ese día fue a la escuela y se puso de acuerdo con la acusada para que esta lo recogiera en una carretera para llevarlo al motel Oriente para tener sexo. Se sentó en el asiento del pasajero hasta llegar a la hospedería.
Cotto Flores pagó $33.00 y tuvieron sexo. Permanecieron en el lugar durante tres horas y luego Cotto Flores lo regresó a la misma vía de rodaje –que no fue identificada- y el menor volvió a la escuela. En el lugar le esperaba su madre y la directora escolar, Wendaliz Mulero.
Durante el contrainterrogatorio a cargo del abogado Luis Rivera, el joven reconoció que el 1 de marzo mintió a su madre y al personal de la escuela para salir temprano del plantel y cuando regresó al mismo en horas de la tarde. El alumno había dicho que iba a acudir a la casa de su abuela y a una barbería.
De igual forma, el estudiante admitió que mintió a su madre y al personal de la escuela al decir que había estado en una cancha.
Rivera confrontó al perjudicado con una declaración jurada que prestó en la división legal del Departamento de Educación el 15 de mayo de 2016. En el documento legal, el estudiante aseguró que Cotto Flores lo había estado esperando en su vehículo en el estacionamiento del restaurante la Casa de la Abuela, previo a acudir al motel. Sin embargo, en sala declaró que fue él quien esperó por ella “no más de cinco minutos”.
En la declaración jurada, el perjudicado admitió que estaba enamorado de su maestra.
A preguntas de Rivera, la víctima señaló que le hizo regalos a Cotto Flores. Estos fueron unos bates de pelota y unas medias.
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