Los deberes no son para el verano

Los pedagogos recetan descanso y nada de ejercicios repetitivos en las vacaciones escolares

Nueva etapa. Emotiva despedida de los alumnos de sexto de primaria del colegio Teresa Altet de Rubí

Nueva etapa. Emotiva despedida de los alumnos de sexto de primaria del colegio Teresa Altet de Rubí

Propias

Empiezan las vacaciones, y a las diez de la mañana de este jueves, Lidia, de diez años, comienza con la primera multiplicación de su cuaderno de deberes. La piscina tendrá que esperar. Las tareas de verano se han convertido en una obligación para la mayoría de los niños y los adolescentes, y no debería ser así, señalan los educadores. Los deberes, sólo en su justa medida, en determinados casos y adaptados al tiempo libre.

OTRAS ACTIVIDADES

"Imagina que cuando coges vacaciones, tu jefe te dice que has de trabajar un par de horas cada día para no perder el hábito y reforzar algunas habilidades, ¿te gustaría? Pues a un niño, tampoco". La maestra Maria Àngels Brescó, directora de la escuela Sant Pere Claver, en el barrio barcelonés del Poble Sec, invita primero a que tanto docentes como padres tengan en cuenta que los niños, como los adultos, necesitan descansar y divertirse. Sí considera, sin embargo, que dadas las extensas vacaciones que hay en España -casi tres meses-, es bueno que los niños realicen algún tipo de actividad "intelectual" para no llegar a clase en blanco. "No me refiero a actividades académicas tradicionales, sino a lecturas o tareas relacionadas con su día a día", explica. En su centro, ningún alumno se lleva a casa cuadernos con operaciones matemáticas o textos para hacer un comentario. Personalizan cada "grupo de deberes" y los alumnos pueden escoger entre varias opciones. "Les proponemos que, cuando vayan a comprar al mercado con sus padres, se fijen en el precio de los alimentos y calculen qué pueden comprar con el dinero que llevan encima; si van a la playa o a la montaña, que se fijen en el entorno, en el tipo de fauna y flora que ven y piensen dónde está situado ese lugar, luego pueden hacer un dibujo o una redacción donde lo explican; también recomendamos algunas lecturas, todo debe ser muy vivencial", señala Brescó. Cuando vuelven a la escuela en septiembre, los alumnos comentan con toda la clase lo que han hecho, "y así reforzamos la expresión oral". "No le veo sentido a los deberes que reproducen la actividad académica tradicional y que luego ningún profesor corrige", concluye esta maestra.

APROVECHAR LAS SALIDAS

Visitar un museo, algún monumento, iglesias, castillos, y aprovechar para conocer nuevos aspectos de la historia, la geografía y el arte son algunos de los deberes de verano que Enric Prats, profesor de Pedagogía Internacional de la UB, recomienda en general. "Los ejercicios repetitivos parecen un castigo, sobre todo si el alumno ha ido bien durante el curso", aclara. También existen aplicaciones informáticas, para el ordenador y la tableta, con contenido educativo y lúdico. La profesora de Pedagogía de Blanquerna-URL remarca que no hay que olvidar que en verano "quizás conviene más jugar y disfrutar del aire libre". A partir de cinco años, sí se inclina por actividades "mentales" como adivinanzas, crucigramas, juegos de mesa, ajedrez, puzles, dibujos... "También es positivo que tengan lecturas adecuadas y que les apetezcan, pero poca cosa más; en todo caso, los deberes deberían ser optativos".

LA EDAD

Estas tareas también se programan en función de la edad. Enric Prats no considera necesario que un niño menor de nueve o diez años tenga que hacer deberes durante el verano. Otro caso son los alumnos de secundaria, sobre todo si han suspendido alguna materia y han de recuperarlas en septiembre. "Entonces sí que les damos unas tareas de refuerzo para el verano", afirma Javier Marsà, profesor de Historia y director del instituto Joan Coromines de Barcelona. Aquí es probable que necesiten la ayuda de un adulto -los padres o un profesor de repaso-. "El problema es que los padres muchas veces no pueden ayudar a los hijos y tampoco pagar un profesor de repaso", añade este profesor. En su centro han resuelto este aspecto con el programa Èxit que impulsa el Consorcio de la educación de Barcelona. Los alumnos que han suspendido entre dos y cinco asignaturas van al centro durante tres semanas y estudiantes universitarios les ayudan a preparar estos deberes. Además practican deporte. "En septiembre recogemos las tareas y las evaluamos, y luego los alumnos realizan el examen". Sin olvidar que también necesitan descansar.

¿Crees necesarios los deberes escolares en verano? Gracias por participar Tu voto ha sido contabilizado No Ns No Ns poll_amp.error.message Encuesta cerrada. Han votado Personas
¿Crees necesarios los deberes escolares en verano? Gracias por participar Tu voto ha sido contabilizado No Ns No Ns poll_amp.error.message Encuesta cerrada. Han votado Personas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...