Según las estadísticas, aproximadamente entre un 10 y un 15% de las mujeres en edad fértil padece endometriosis, una enfermedad, cuya única cura es la menopausia.

Tal y como explica el Doctor Carbonero, Jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Donostia, se trata de una patología inflamatoria crónica, que consiste en tener el mismo tejido que existe dentro del interior del útero, el endometrio, fuera de esta cavidad”. Estos focos responden a las hormonas del ciclo menstrual y, al igual que la mucosa uterina normal, evolucionan  y sangran con cada periodo.  

De este modo “se van haciendo implantes o quistes en el aparato genital interno”, recalca este especialista. Lo más frecuente es que el tejido endometrial se encuentre en la zona pélvica, “principalmente en los ovarios, las trompas de Falopio y el peritoneo”. Sin embargo, “puede estar en cualquier sitio del organismo, como el pulmón o la vejiga”.  

Benigna, pero incapacitante

Es una enfermedad benigna, sin embargo, para muchas mujeres resulta incapacitante por su sintomatología. Se estadía por gravedad, del uno al cuatro, siendo el Estadio I, el más leve, con implantes superficiales, y el Estadio IV el más severo, con implantes profundos, quistes grandes y adherencias con las membranas de gran extensión.

Sin embargo, se trata de una patología, explica el doctor Carbonero “de comportamiento extraño y evolución impredecible”, y no siempre las mujeres que presentan un estadio más avanzado tienen más síntomas. “Hay mujeres que con muy poco tejido endometrial tienen mucho dolor y viceversa”.

En cualquier caso, la sintomatología, cuando la hay, responde a un cuadro inflamatorio interno, e incluye:

  • Dismenorrea: Dolor, cada vez mayor, con la regla.
  • Coitalgia o dispareunia: Relaciones sexuales dolorosas
  • Hipermenorrea: menstruaciones más abundantes de lo normal
  • Algias pelvianas crónicas: dolores a nivel pélvico inespecíficos

Causa de esterilidad

Una de las secuelas más importantes de la endometriosis es que es una de las causas de esterilidad más frecuentes. “Aproximadamente un 30 por ciento de las pacientes que acuden a consulta porque no logran quedarse embarazadas tiene endometriosis”, subraya este ginecólogo del Hospital Quirónsalud Donostia.

El origen de la enfermedad sigue siendo un misterio para la comunidad científica, que maneja varias teorías. Se hablado de “fallos en el sistema inmunitario” y de “cirugías pélvicas en las que se sale tejido endometrial” e incluso se ha apuntado la posibilidad de que “el peritoneo sea capaz de producir células endometriales”.

Pero cada una de las hipótesis, “tiene casos que no se cumplen”, afirma el doctor Carbonero.

La teoría más extendida, no obstante, es la del flujo retrógrado (Teoría de Sampson), que sostiene que, con cada periodo, habría una parte del flujo que retrocedería a través de las Trompas de Falopio haciendo que las células llegaran a la pelvis.  

También existe un componente hereditario. Hay más probabilidades de tener endometriosis si hay antecedentes familiares”.

De los problemas que la enfermedad genere, depende, en gran medida, el diagnóstico. Muchas mujeres no son conscientes de que sufren esta patología hasta que deciden ser madres, en torno a la década de los 30 años.

Dificil tratamiento

Que no haya un origen claro implica que el tratamiento tampoco sea fácil. En los últimos años, aclara este especialista,se ha cambiado mucho el protocolo. Antes éramos más agresivos y, ante un quiste endometriósico, se optaba siempre por la cirugía”. Con el tiempo se ha visto que “hay que ser más conservador”, dado que si el quiste está en el ovario “vas quitando tejido y acabas dejando estéril a la paciente”.

Para estadiar la enfermedad se suele practicar una laparoscopia diagnóstica, que “permite también eliminar pequeños quistes si los hubiera”. Después es necesario “un tratamiento que elimine la regla durante tres o seis meses”. Para que la endometriosis no se active hay que “inducir químicamente una menopausia reversible con un tratamiento a nivel hipotalámico, por medio de análogos de la LHRH”.

Pese a que durante largo tiempo se ha optado por el tratamiento con anticonceptivos, “no está demostrado que mejore la evolución de la endometriosis”, subraya este ginecólogo.  

“Si una mujer tiene endometriosis y quiere ser madre, lo mejor es el embarazo, bien vía natural o con reproducción asistida”, insiste. “En el año que está sin regla la endometriosis se para. Es una buena forma de frenar la enfermedad, por lo que cuanto antes mejor”.

La otra cara de los tratamientos es aquella que tiene que ver con los síntomas, para los que se usa, principalmente, derivados del ibuprofeno.

La endometriosis es una enfermedad crónica, por lo que la mujer que la sufre, resume el doctor Carbonero “tiene que estar siempre en control ginecológico y tiene que aprender a convivir con la enfermedad”.

La cura llegará seguro. Solo hay una, la menopausia.