Hoy se cumplen 52 años de Revolución de Abril

Hoy se cumplen 52 años de Revolución de Abril

Hoy se cumplen 52 años de Revolución de Abril

Isolina Peña

Santo Domingo.-Al conmemorarse hoy el 52 aniversario de la Revolución de abril, moradores cercanos al cementerio Arroyo Salado, de Cristo Rey, narran cómo los camiones repletos de cadáveres, recogidos en las calles, llegaban al lugar para tirarlos en una fosa común en la que también se llegó a tirar personas vivas.

“El agua con sangre daba hasta las rodillas y veía como recogían los cadáveres ”, cuenta Isolina Peña, quien tiene 74 años en la barriada del Distrito Nacional.

La insurrección cívico militar del 24 de abril de 1965 tenía por objetivo reponer en el poder al gobierno constitucional presidido por el profesor Juan Bosch.

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La Revolución de abril es uno de los hechos más relevantes en la historia de la República Dominicana. Se caracterizó por la participación activa, militante y armada de las masas populares.

El conflicto inició cuando un grupo de oficiales jóvenes del ejército y la policía se propuso restaurar el gobierno constitucional del presidente Juan Bosch, primer gobierno elegido democráticamente en las urnas tras el ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo y que habia sido derrocado en septiembre de 1963 por las Fuerzas Armadas Dominicana.

Motivos

El gobierno de Juan Bosch fue en gran medida una rareza en la historia dominicana en ese momento: unas elecciones libres, un gobierno liberal, democrático, que expresó su preocupación por el bienestar de todos los dominicanos, especialmente los de circunstancias modestas, aquellos cuyas voces nunca antes habían sido realmente escuchadas en el Palacio Nacional.

En abril de ese año una nueva constitución garantizaba los derechos civiles e individuales y respaldaba el control civil de los militares.

El nuevo documento otorgaba libertades que nunca se habían conocido en el país; se declaraba algunos derechos laborales, así como a sindicatos, fueron tomadas en cuenta también las mujeres embarazadas, las personas sin hogar, la familia, los niños y los jóvenes, los agricultores y los hijos ilegítimos.

Estos y otros cambios, como la reforma sobre la posesiones de tierra, golpeaba a los terratenientes conservadores y militares, sobre todo cuando se yuxtapuso en contra de tres décadas de autoritarismo somnoliento bajo el régimen de Trujillo.

La jerarquía de la Iglesia Católica también reprochó el carácter laico de la nueva Constitución, en particular la disposición de la legalización del divorcio. La jerarquía, junto con la cúpula militar y la élite económica, también temían la influencia comunista en el país, y advirtieron de la posibilidad de “otra Cuba”. El resultado de esta preocupación y la oposición fue dar un golpe militar el 25 de septiembre de 1963.

El golpe de Estado efectivamente negaba las elecciones de 1962 mediante la instalación de una junta civil, conocida como el “Triunvirato”, dominada por los remanentes Trujullistas.

El líder inicial del Triunvirato fue Donald Reid Cabral. El Triunvirato no logró establecer su autoridad sobre las facciones conservadoras, ni dentro ni fuera del ejército, tampoco convenció a la mayoría de la población de su legitimidad. La insatisfacción generalizada con Reid y su gobierno, junto con las lealtades hacia el persistente Bosch, produjo una revolución el 16 de mayo.

La guerra civil 

La vanguardia de la revolución de 1965, los perredeístas (miembros del PRD) y otros partidarios de Bosch encabezados por Francisco Alberto Caamaño, se llamaron constitucionalistas (en referencia a su apoyo a la constitución de 1963). El movimiento contó con algunos oficiales militares jóvenes entre sus filas.

Una combinación de militares reformistas y aguerridos combatientes civiles salieron a las calles el 24 de abril, tomaron el Palacio Nacional, e instalaron a José Rafael Molina Ureña como presidente provisional.

La revolución tomó la dimensión de una guerra civil, cuando las fuerzas conservadoras del ejército, dirigidas por el general Elías Wessin y Wessin, devolvieron el golpe contra los constitucionalistas el 25 de abril.

Estas fuerzas conservadoras se autodenominaron leales. A pesar de los ataques con tanques y bombardeos aéreos por las fuerzas leales, de todos modos, los constitucionalistas mantuvieron sus posiciones en la capital, y extendieron el conflicto para asegurar el control de todo el país.



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