AIFA

Los esposos Valdés-Gallardo, padres del caos en el espacio aéreo

El matrimonio formado por la jefa del Centro de Control México, Areli Gallardo, y su jefe, el gerente del Centro de Control, Alejandro Valdés, ha tejido una red de nepotismo y favoritismo hacia un grupo de controladores aéreos sin experiencia.
domingo, 15 de mayo de 2022 · 10:58

El matrimonio formado por la jefa del Centro de Control México, Areli Gallardo, y su jefe, el gerente del Centro de Control, Alejandro Valdés, ha tejido una red de nepotismo y favoritismo hacia un grupo de controladores aéreos sin experiencia, entre quienes figuran exmilitares encargados de la segunda parte del rediseño del espacio aéreo, denuncia en entrevista María Larriva, operadora con 30 años de experiencia. Agrega que ambos, Valdés y Gallardo, fueron protegidos de Víctor Hernández, quien renunció como responsable de los Seneam tras el incidente del sábado 7 en el aeropuerto de la CDMX.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).–En medio de peligrosas y continuas aproximaciones de aeronaves en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), causadas por el caos en el contexto del rediseño del espacio aéreo en esta administración federal, el presidente Andrés Manuel López Obrador se niega a dar marcha atrás al proyecto realizado por un grupo de cinco exmilitares, inexpertos en el tema de la aeronavegabilidad, que fueron impulsados desde los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), de acuerdo con denuncias realizadas desde el gremio de los controladores.

El sábado 7 se dio a conocer que, por error, un controlador de tráfico aéreo del AICM dio instrucciones de aterrizaje y despegue a dos aviones en la misma pista, colocándolos en riesgo de colisión.

Dos días después, el lunes 9, el gobierno federal y las compañías aéreas acordaron solucionar el problema de la reordenación del sistema aeroportuario de la capital del país, trasladando 25% de sus operaciones al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y al de Toluca en un plazo de 12 meses a partir de agosto próximo.

Sin embargo, para quienes conocen el tema, la medida sólo descarga el número de operaciones que recibe y sale del AICM; el caos se mantiene porque tanto el AIFA como el aeropuerto de Toluca comparten el mismo espacio aéreo de la terminal de la Ciudad de México y, por consiguiente, todas las operaciones seguirán dirigiéndose desde la torre de control de esta última.

Operadora durante cerca de 30 años y experta en espacio aéreo, María Larriva fue entrevistada por este semanario después de una conferencia de prensa en la cual denunció la corrupción en los Seneam y en la Torre de Control. Expuso una serie de incidentes ocurridos a raíz de las modificaciones que se hicieron sobre el espacio aéreo…

A este semanario explica que Víctor Manuel Hernández –quien renunció como director de los Seneam tras el incidente del sábado 7– reincorporó al personal que había sido cesado y, además, les otorgó cargos de jefes sin merecimiento profesional.

Uno de esos casos es el de Areli Gallardo, jefa del Centro de Control de Tránsito México, quien tiene el nombramiento de un puesto de otra área y con un salario mucho más elevado porque a veces, “para favorecer a las personas en su nombramiento oficial no tiene nada que ver con la función que desarrollan”.

El esposo de Areli, Alejandro Valdés, ocupa la Gerencia del Centro de Control y es jefe de ella. A su vez, Areli Gallardo es jefa de su hermano y de la esposa de su hermano. “Todo queda en familia”, lamenta Larriva.

El hermano de Areli Gallardo, Jorge Antonio, tiene nivel 2. Quienes trabajan en la aviación deben tener una calificación de inglés suficiente para desarrollarse en el ámbito aeronáutico; hay seis niveles y el mínimo permisible es el cuatro, porque el seis es de experto, pero Jorge Antonio tiene nivel dos y ya es supervisor del Centro de Control, un puesto de confianza que es de mando. “No conoce ni el trabajo de los de abajo, menos puede hacer el suyo”.

La esposa de Jorge Antonio es Rubí Ramírez, “ella es otra persona que está ascendiendo de categoría”, agrega Larriva.

Fragmento del reportaje publicado en la edición 2376 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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