la consulta del especialista

¡No consulte al Dr. Google!

  • La información sobre sanidad supone el 25% de consultas en buscadores

Raro es el día de consulta en el que no atiendo a un paciente que previamente ha consultado su dolencia o problema en internet, antes de acudir al especialista. Es frecuente que la persona acuda angustiada por la avalancha de información y todo lo que ha leído, que lo único que ha hecho ha sido desorientarla e incrementar las dudas acerca de su recuperación. Es comprensible sobre todo cuando recibes el resultado de una prueba, sea resonancia magnética, un parámetro analítico demasiado alto o una ecografía, y la cita con el médico la tiene dentro de unos días. Sólo introducir la palabra que le preocupa en Google y ya está. Un aluvión de información se despliega ante nuestros ojos, ya sean foros, páginas oficiales o Dios sabe qué, y pueden llegar a confundirnos aún más, incrementando el nivel de ansiedad.

Como en la vida misma, donde podemos encontrar personas y terapias de dudosa reputación que, en ocasiones, ofrecen soluciones milagrosas o tratamientos "novedosos" sin ningún tipo de aval científico, Internet es un foro donde esto se acentúa amparado por el anonimato y la imposibilidad, en ocasiones, de verificar la cualificación y capacitación de las personas que se anuncian o recomiendan cosas; lo mismo ocurre con los foros, tertulias, redes sociales, donde se cumple uno de mis dichos populares más sabios: "De fútbol y de medicina, todo el mundo opina".

Internet se presenta como un amplio territorio lleno de posibilidades en el que circulan cantidades ingentes de información. Ésta es accesible desde cualquier parte del mundo proporcionando servicios hasta ahora desconocidos y cuyo verdadero potencial está todavía por descubrir.

Los servicios sanitarios públicos y privados hacen cada vez más énfasis en los programas de autocuidados, que incluyen más información y formación sobre aspectos de salud.

La mayor facilidad de acceso a las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones hace que la búsqueda de Información de Salud en Internet sea un fenómeno creciente. La información sobre sanidad es una de las más solicitadas por el público en general y supone el 25% de todas las consultas realizadas mediante los buscadores.

Este aumento de la búsqueda de Información de Salud en Internet tiene ventajas indudables para los usuarios, pero también riesgos debidos a la posible mala calidad de la información, fraudes y falta de respeto a la intimidad de las personas u otros derechos de los usuarios.

Los estudios publicados sobre la calidad de la Información de la Salud en Internet concluyen que los buscadores tienen una efectividad moderada, con gran variabilidad entre ellos y además son utilizados incorrectamente por los usuarios. También muestran que se precisa un nivel elevado de formación para valorar la Información de la Salud que se encuentra y que los consumidores de Información de la Salud no valoran los sistemas de acreditación y sellos de calidad. Por otra parte, la información sanitaria disponible en la red es incompleta, sobre todo las páginas en español.

Entre los criterios que se aconsejan para elegir un sitio web con Información de la Salud pueden citarse los siguientes:

1. Conceder prioridad a las web institucionales, de pacientes y de profesionales. Hay que destacar las web de asociaciones de pacientes, las de sociedades científicas profesionales y los enlaces que aparecen en esas web.

2. Que quede claramente acreditado tanto el proveedor de la información, como el autor del texto: nombre, titulación, forma de contacto, lugar donde desarrolla su actividad.

3. Recurrir a aquellas web que dispongan de un apartado para expertos. El hecho de que el contenido esté supervisado por profesionales conocedores del tema ofrece cierta seguridad.

4. Acudir a web que estén en un idioma que conozcamos correctamente y culturalmente cercanas (preferentemente españolas a iberoamericanas).

5. Conectar con páginas que expresen las ideas de una forma más simple, huyendo de aquellos tecnicismos que no sean estrictamente necesarios; el usuario debe ser capaz de entender el mensaje por las consecuencias que se pueden derivar de una interpretación inadecuada.

6. Son más aconsejables los sitios web que propongan formación, educación para la salud y que permitan interacción.

7. Debemos tener mucho cuidado con los foros de pacientes. En la mayoría de las ocasiones, suelen dar opiniones negativas y muy sesgadas de la enfermedad consultada y suelen conducir a crear un estado de ansiedad y alarma en el que consulta.

8. Las redes sociales se empiezan a usar para difundir información entre los usuarios y también comienza a ser utilizadas por los profesionales para dar a conocer sus actividades más recientes como asistencia a cursos, publicaciones, videos de técnicas o incluso premios. Los criterios deben ser los mismos que para Internet en general. Debemos poner en cuarentena los comentarios y consejos de profanos y poco entendidos en la materia.

El fenómeno internet ha originado el nacimiento de un nuevo grupo de personas que ante cualquier posible señal de enfermedad, introducen sus síntomas en un buscador y entre todas las diferentes patologías que aparecen como resultado de la búsqueda, escogen siempre la peor. Son los "Cibercondriacos", este término define a quien padece la ansiedad generada por una búsqueda médica en internet. Un estudio publicado por Microsoft afirma que 8 de cada 10 estadounidenses utilizan Internet para encontrar información relacionada con su salud y más del 75% de estos, no verifica la veracidad de los datos obtenidos. Este tipo de pacientes irán en aumento. La razón es sencilla: somos muy dados a la automedicación. Ante una dolencia o problema de salud, con frecuencia y antes de consultar al profesional sanitario, decidimos tomar esas pastillas que le han ido bien a algún familiar o amigo o que nos las recomiendan en el trabajo. Esta tendencia es más frecuente entre las mujeres. Internet es una herramienta de consulta tan propicia para eso, que en los próximos años, su uso, en este sentido, se incrementará de forma exponencial.

De la misma forma que Internet ha cambiado la manera de trabajar de múltiples sectores, cambiará también los hábitos del sistema sanitario, aunque, hoy por hoy, no parece que Internet pueda sustituir el contacto real entre médico y paciente. El futuro que ya está aquí, deparará aplicaciones para móviles, donde con un click, podremos conocer nuestro diagnóstico.

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