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El cerebro de los artistas es estructuralmente distinto al de las personas que no se dedican al arte

Por: Jimena O. - 04/18/2014

Un estudio realizado en Bélgica con estudiantes de arte mostró diferencias signifcativas en ciertas partes del cerebro, en comparación con el de personas que no se dedican a ese tipo de actividades.

artLos artistas tienen fama de excéntricos, de vivir incómodos en aquello que la sociedad más privilegia y, por consecuencia, preferir las márgenes, en varios sentidos: las márgenes de la opinión hegemónica, de la moralidad imperante, de los gustos celebrados. Es posible, claro, que ésta sea una romantización, pero con cierta frecuencia los artistas destacan por ir a contracorriente de su propia época.

Hace unos días, investigadores de la universidad belga de KU Leuven, publicaron un estudio en el que se sugiere que el cerebro de las personas dedicadas a actividades artísticas es estructuralmente distinto al de aquellas que no tienen en el arte su ocupación principal.

Para llegar a esta observación, Rebecca Chamberlain y otros colegas escanearon el cerebro de 21 estudiantes de arte y 23 estudiantes de otras disciplinas, utilizando una técnica conocida como “morfometría basada en voxel” (la cual, grosso modo, permite observar las diferencias anatómicas entre un cerebro y otro a partir de su volumen, del cual el “voxel” es una unidad de medida tridimensional). El examen se realizó mientras los participantes completaban varios ejercicios de dibujo.

Al comparar las imágenes de ambos grupos, los científicos encontraron que el cerebro de quienes dibujaron mejor posee más materia neural (gris y blanca) en las zonas del cerebro relacionadas con la creación y procesamiento de imágenes visuales (en específico el lóbulo parietal, encargado de imaginar, deconstruir y recombinar imágenes), además de un mejor control motriz y mejor “memoria procesal”, que aquellos que no se dedican al arte.

Con todo, Chamberlain y compañía no se aventuraron a concluir definitivamente si estas diferencias son innatas o desarrolladas, dicho en otras palabras, si se nace con el talento artístico o si este se adquiere con el tiempo y la práctica.

Sin embargo, la investigación sí podría desbancar la idea de que el artista utiliza sobre todo el hemisferio derecho de su cerebro, pues las observaciones mostraron que el incremento de materia gris y blanca está distribuido equitativamente en todo el cerebro.

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