Somalia: abastecer de agua potable en un país asolado por conflictos

14-04-2014 Reportaje

Muchas fuentes de agua en Somalia han sido dañadas o no han recibido mantenimiento desde el estallido del conflicto, a comienzos de la década de 1990. Por lo tanto, una actividad esencial de la labor que lleva adelante el CICR en el país consiste en garantizar el suministro de agua potable a la población somalí.

Carooley , Nugaal , Puntland. Un hombre coloca una nueva capa de cemento en el interior de un "berked" (cisterna tradicional somalí). El agua que se recolecta en esta cisterna en épocas de lluvia luego se utiliza en las estaciones secas. CC BY- NC- ND / CICR / Phil Moore / so-e-00670

En 2013, el CICR realizó tareas para mejorar el acceso al agua de unas 375.000 personas (y también de su ganado).

"La escasez de agua en Somalia se debe principalmente a las sequías e inundaciones recurrentes, a la fuerte demanda que se concentra en las escasas instalaciones de suministro de agua disponibles y a la falta de servicios por parte del Estado que, en otra situación, se encargaría de construir y mantener instalaciones de suministro de agua potable", dijo May Mousa, a cargo de las actividades en materia de Agua y Hábitat del CICR en Somalia.

"Como consecuencia del conflicto actual, los somalíes también tienen graves dificultades para acceder al agua potable. Estos problemas exigen una respuesta polifacética que combine la satisfacción de las necesidades de emergencia con inversiones en el mantenimiento de las fuentes de agua existentes, o la creación de nuevas fuentes", agregó.

Necesidades apremiantes y crónicas en materia de suministro de agua

Yaqbisharo, Juba Bajo . El CICR perfora nuevamente el pozo Yaqbisharo y otros tantos para facilitar el suministro de agua potable en las zonas de Somalia frecuentemente afectadas por las sequías y las inundaciones. 

Yaqbisharo, Juba Bajo . El CICR perfora nuevamente el pozo Yaqbisharo y otros tantos para facilitar el suministro de agua potable en las zonas de Somalia frecuentemente afectadas por las sequías y las inundaciones.
/ CC BY-NC-ND / ICRC / Aden Issak / so-e-00669

Si bien las grandes sequías, como las que se vivieron en Somalia y en el Cuerno de África en 2011 y 2012, acapararon la atención de los medios de comunicación a nivel mundial, se registran también sequías graves en zonas determinadas, que afectan a las comunidades de Somalia todos los años. "Así ocurrió en el segundo semestre de 2013, en algunas partes de la región de Gedo, al sudoeste del país, cuando las fuentes de agua habituales se agotaron en unos 50 poblados, entre septiembre y noviembre", explicó la señora Mousa.

Casi todos los años, las grandes inundaciones que se registran en la zona también interrumpen el acceso al agua potable, puesto que las fuentes habituales se contaminan al entrar en contacto con las aguas de las inundaciones que contienen gran cantidad de sedimentos. Eso sucedió a finales de 2013, tanto en Jowhar, sur del país, como en Puntland, norte del país. Por otra parte, las personas que se vieron forzadas a abandonar sus hogares debido al conflicto y a la inseguridad, posiblemente se encuentren en condiciones de gran vulnerabilidad, en las periferias de poblados y ciudades, donde el acceso al agua potable también es reducido.

"Respondemos a las necesidades más acuciantes, cuando se han agotado todas las demás alternativas; transportamos agua en camiones cisterna hasta las comunidades", dijo la señora Mousa. En Gedo, durante los meses de sequía, se suministraron raciones de agua de emergencia a unas 42.000 personas y a su ganado. En el distrito de Jowhar, en septiembre de 2013, 11.500 personas desplazadas por los combates se trasladaron a la ciudad de Jowhar, donde el CICR ha venido proporcionado raciones de agua necesarias para sobrevivir, utilizando camiones cisterna. Al mismo tiempo, la Institución ha rehabilitado un pozo cavado en forma manual y ha construido dos recolectores de aguas pluviales en el lugar de origen de las personas desplazadas, adonde muchas de ellas esperan regresar en los próximos meses.

Tras las inundaciones que se registraron en Beletweyn, en 2012,se eliminan los sedimentos de un pozo.A menudo las aguas de las inundaciones contaminan los pozos, por lo que el CICR se encarga de sanearlos a fin de que las personas tengan acceso al agua potable y de reducir la propagación de enfermedades transmitidas por el agua. 

Tras las inundaciones que se registraron en Beletweyn, en 2012,se eliminan los sedimentos de un pozo.A menudo las aguas de las inundaciones contaminan los pozos, por lo que el CICR se encarga de sanearlos a fin de que las personas tengan acceso al agua potable y de reducir la propagación de enfermedades transmitidas por el agua.
/ CC BY-NC-ND / CICR / Ahmed Farah

En lo que respecta a las fuentes de agua contaminada por las inundaciones, el CICR contribuye a su descontaminación y saneamiento, una vez que las aguas han retrocedido. En 2013, 10.000 personas se vieron forzadas a huir a diferentes partes de la ciudad de Jowhar, cuando el río Shabelle salió de su cauce, lo que provocó que las condiciones de vida fuesen deplorables. "Como consecuencia de ello, se contaminaron los pozos poco profundos y las demás fuentes de agua, lo que representaba un riesgo importante para la salud ", recordó la señora. Mousa. Trece de los 19 pozos cavados en forma manual, que fueron saneados por el CICR, también fueron refaccionados, lo que permitió que más de 20.000 pudieran acceder al agua potable.

El ciclón que azotó Puntland, en noviembre de 2013, dejó decenas de muertos y hasta un millón de cabezas de ganado arrasadas por temperaturas glaciales, fuertes vientos y graves inundaciones. Además de proporcionar alimentos y artículos domésticos de primera necesidad, el CICR suministró agua y tabletas de cloro, así como jofainas, bidones y cisternas flexibles necesarios para almacenar y distribuir agua para más de 4.000 personas.

Inversiones a largo plazo

Yaqbisharo, Juba Bajo. Los sitios de extracción de agua permiten proporcionar este elemento no solo para la población, sino también para su ganado, ya que se construyen bebederos para animales en dichos sitios. La ganadería es de vital importancia para la subsistencia de la población somalí, compuesta, en su gran mayoría, por criadores de ganado. 

Yaqbisharo, Juba Bajo. Los sitios de extracción de agua permiten proporcionar este elemento no solo para la población, sino también para su ganado, ya que se construyen bebederos para animales en dichos sitios. La ganadería es de vital importancia para la subsistencia de la población somalí, compuesta, en su gran mayoría, por criadores de ganado.
/ CC BY-NC-ND / CICR / Aden Issak

El CICR invierte muchos de sus recursos en proyectos que promuevan la sostenibilidad a largo plazo de las fuentes de agua y que también se centren en mantener el número de instalaciones de suministro de agua. La Institución repara y rehabilita las fuentes de agua existentes, como pozos de perforación,  pozos cavados en forma manual, bombas de agua y bebederos para animales. Por ejemplo, cinco pozos perforados que habían sufrido daños en las regiones de Galguduud, Mudug, Nugaal y Juba Bajo se volvieron a perforar, lo que posibilitó que se suministrase agua a más de 25.000 habitantes y a su ganado.

Alrededor de esas y otras perforaciones y pozos ya existentes, el CICR construye infraestructura, como tanques elevados para el depósito de agua, grupos electrógenos, tomas de agua y bebederos para animales, con el objeto de mejorar el suministro de agua. Asimismo, la Institución ayuda a las comunidades locales a modernizar sus fuentes de agua, mejorando las técnicas tradicionales de recolección de agua pluvial a través de la construcción de “berkeds” (cisternas tradicionales) y de recolectores de aguas pluviales, y en ocasiones, mediante la perforación de nuevos pozos.

El año pasado, más de 90.000 personas se beneficiaron con este tipo de medidas. Por ejemplo, en Tuulo Ooman, Puntland, el CICR construyó un “berked” que ahora abastece de agua a tres poblados. El agua recolectada en el “berked” en épocas de lluvia luego se utiliza en las estaciones secas. Tradicionalmente, los somalíes construyen “berkeds” en forma rectangular, sin embargo, el CICR insta a las comunidades a construirlos en forma circular, puesto que dicha forma los hace más resistentes y duraderos.