Granada

Una comida con digestión solidaria

Una cena en el Hotel Corona un viernes por la noche no parece un acontecimiento al que se le pueda dar la categoría de noticia. Lo que sí llama la atención es que la comida sea de carácter benéfico, y más en los tiempos de carestía y necesidad que corren. Pero algunos no entienden de crisis cuando hay que arrimar el hombro. Es el caso de Zonta Granada, una asociación benéfica que centra sus esfuerzos en ayudar a mujeres y niños en riesgo de exclusión social.

Coordinada a través de Zonta Internacional, cada año esta organización gestiona proyectos a nivel local en provecho de otras. En esta ocasión lo que se recaude de la cena de este viernes irá a parar a Amaranta Adoratrices, una fundación cuyo eje central de actuación se desenvuelve también en torno a la figura femenina. Maureen Gleeson es la presidenta de Zonta Andalucía Granada y María José López su tesorera. Ambas explican en qué consiste la estrategia de ayuda que llevan a cabo.

"Lo que hacemos es analizar y estudiar proyectos de diversa índole, y de cualquier organización que se centren en ayudar a mujeres y niños", explica María José; una de las precursoras del evento. "Principalmente se trata de contactar con amigos y allegados para que se convenzan de que por tan sólo 25 euros podrán pasar un buen rato y, además, ayudar a personas que lo necesitan", apostilla. Maureen, de origen irlandés, ejerce como presidenta desde el 14 de abril de 2012, cuando sustituyó a Raquel Pérez-Solachi, quien a su vez había relegado en 2010 a Mercedes Moll de Miguel: la fundadora del club de Granada. En abril de este año Maureen dejará su cargo para cederlo a alguno de los 23 miembros de la organización, pues los mandatos en Zonta tienen una duración máxima de dos años.

La recaudación de la cena de este año irá a para a la Fundación Amaranta Adoratrices, que desde 1904 está presente en Granada y desde 1986 sustenta el programa de acogida, atención e inserción de mujeres en exclusión social Nova Granada contra la prostitución y la trata de blancas. Asegura Maureen que el motivo de elegir este año Amaranta (en anteriores ediciones se escogieron proyectos paralelos como el de Inpavi) radica en el hecho de que "nos interesa mucho la línea de acción que llevan a cabo". María José agrega: "Si apoyas a la mujer y la promocionas estas apoyando a toda la sociedad, porque alrededor de ellas están los hijos y la estructura familiar".

Al margen de cenas y acontencimientos puntuales, en Zonta se coordinan proyectos e ideas diariamente. A nivel internacional, la asociación lucha por la erradicación de la fístula obstétrica: un orificio en el canal del parto que se produce a causa de un desembarazo muy prolongado en el tiempo, y con secuelas tales como la incontinencia de orina o heces. Zonta, junto con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU) y el Ministerio de Sanidad de Liberia, lleva a cabo una estrategia de formación de médicos en este país africano donde cientos de mujeres sufren un problema cuya operación y posterior tratamiento tan sólo cuesta 300 euros.

La estructura de Zonta distingue tres ámbitos de actuación: el internacional, con un representante permanente en la ONU desde 1946 y proyectos en 46 países, el de distrito y el de área. Además de en Granada, Zonta tiene clubes en Madrid y Málaga, y está pendiente de abrir otros dos en Barcelona y Palma de Mallorca. "Cuando esto suceda, quizás podamos organizar un área propia, y no depender de la de Francia", declara Maureen. Ella, María José y los 23 miembros de Zonta Granada compaginan sus vidas laboral con la causa por la que luchan y en la que creen: la potenciación de la figura femenina y la erradicación de la violencia de género.

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