Un mes desde el arresto de Leopoldo López ¿Cómo pasa sus días tras las rejas? - Runrun

 

Desde la prisión militar en la que está, el opositor venezolano no cree en la propuesta de diálogo de Maduro.

Muchos decían que el arresto de Leopoldo López sería cuestión de horas o, máximo, de días pero ya ha pasado un mes y el líder opositor continúa en la prisión militar. Desde allí, aseguró que el diálogo que propone el presidente Nicolás Maduro es “teatral”.

“Creo en un diálogo que nos permita avanzar hacia una salida. No creo en un diálogo teatral, que sólo sirva de fachada para darle estabilidad al régimen corrupto, ineficiente y antidemocrático de Maduro”, dijo López en una entrevista publicada en el diario caraqueño El Universal.

El líder del partido Voluntad Popular se entregó a la policía el 18 de abril pasado, después de ser acusado de incitar a la violencia en el inicio de las jornadas de protesta contra Maduro, el 12 de febrero y que hasta hoy ha costado cerca de una treintena de muertes.

Maduro ha sostenido que entre quienes disparan destacan activistas del partido del «fascista Leopoldo López», lo que este ha negado al remarcar que su llamado es a presionar por «la salida» del gobernante «en la calle», pero de manera pacífica.

Leopoldo López

«La respuesta masiva y pacífica de cientos de miles de venezolanos en las calles, durante un mes, (y estoy seguro de que continuarán), nos han dado la razón. Hay un pueblo indignado al cual no le quedó otra» forma de protestar, destacó López en su manuscrito de respuesta a El Universal.

El Gobierno de Maduro «cerró todas las otras puertas», añadió López, aunque el gobernante lleva adelante una Conferencia de Paz en la que participan actores del sector empresarial y de la oposición política a título individual.

López insistió a su vez en la protesta callejera y subrayó que «se equivocan» los opositores que «pensaban y piensan que el régimen se cae (o caía) solo y claudica (o claudicaba) por la situación económica».

«Veámonos en el espejo de Cuba. ¿Cuánto más íbamos a esperar? ¿Cincuenta años? Ya van quince», dijo al justificar su llamado a que se mantengan las protestas en las calles.

Maduro ha dicho que «en solo una» de las 28 muertes registradas en las protestas en su contra se sospecha que hay responsabilidades de agentes de seguridad, pero López manifestó que eso no es así.

«No podemos olvidar que la principal responsabilidad es de Maduro. Así lo demuestran las evidencias: las fotos, los vídeos y los testimonios», manifestó.

López fue capturado y está retenido en una prisión militar por los delitos de homicidio y terrorismo, entre otros cargos. La orden de captura la emitió un tribunal de Caracas y la orden se ejecutó hace exactamente un mes.

Tiene barba. Una muy poblada. El resultado de casi un mes sin afeitarse. El cabello largo, despeinado, pero sonríe. Tiene un pantalón marrón, un suéter gris con naranja y unos zapatos de goma negro. Debajo una franela verde. Sobre sus hombros tiene a su hijo, a Leopoldo Santiago que tiene apenas un año. Las personas que hacen cola para visitar a sus familiares presos lo saludan y el hombre les devuelve el saludo y les sonríe. Está allí para ayudar a su esposa con las cosas que le llevó ese día a la visita: La ropa, una torta de chocolate que le enviaron de regalo y una gelatina. Está del otro lado de la reja. Camina con su hijo para que dé sus primeros pasos. Lo carga, lo besa, sonríen los dos. Esperan.

Están en Ramo Verde, la cárcel militar de Los Teques, el lugar a donde lo llevaron después de que el pasado 18 de febrero se entregó a la justicia en medio de una multitud que lo acompañó y lo sigue apoyando. Este es Leopoldo López, el coordinador nacional del partido Voluntad Popular y líder político de Venezuela. «Es un hombre fuerte», dice su esposa Lilian Tintori. Lo visita en su celda que está en el piso dos en el área «del castigo. Está aislado. No tiene contacto con ningún otro preso y no tiene opción de enterarse de lo que está pasando en el mundo». No le permiten recibir visitas. Solo su familia directa puede hacerlo. «Es un preso político Un hombre al que tienen que reconocer, porque no reconocerlo a él, es no reconocer a más de la mitad de Venezuela».

López lee un libro diario. «Está leyendo filosofía e historia de Venezuela, que le gusta mucho. Luego hace un análisis del libro. Él tiene su propio horario y lo cumple». De 6.00 a 8.00 de la mañana hace ejercicio físico, «es un aficionado de saltar cuerda». Luego lee la prensa y escribe. «Está escribiendo su vivencia de cada día en la cárcel».

Lilian Tintori está convencida de que la música «cambia los ambientes». Le llevó música para meditar «y ahora Leopoldo está aprendiendo a tocar cuatro» Le llevaron un libro con lecciones y ya toca tres: Amalia Rosa, El Alma Llanera y El Pajarillo. «Hoy nos embochinchamos tocando cuatro».

Extraña a sus hijos, a Manuela de cuatro años y medio y a Leopoldo Santiago, así lo cuenta su esposa. «Él trabaja mucho, la rutina de Leopoldo era muy fuerte. De martes a sábado estaba de gira por el país, pero de sábado a martes las noches para nosotros eran muy importantes. Le leíamos cuentos a los niñitos, nos acostábamos los cuatro juntos en la cama, conversábamos, rezábamos, cantamos y era un momento como muy de nosotros y ese momento lo extraña mucho. Con los horarios en Ramo Verde a las cinco te tienes que ir, entonces  no hay ninguna noche juntos».

A los niños les dice que «su papá está trabajando por Venezuela, que sigue trabajando por Venezuela, pero que ahora está trabajando desde un lugar donde hay muchos militares. Les explico que está haciendo un entrenamiento militar que lo va a hacer un hombre más fuerte, con más conocimiento para salvar a Venezuela». Está convencida «de que todo este esfuerzo, este sacrificio y este momento tan duro vale la pena porque le estamos apostando a un país libre, en el futuro».

Considera que «el Gobierno debe ceder, debe darse cuenta de que la mayoría de los venezolanos no aceptamos y no vamos a aceptar un gobierno como el de Nicolás Maduro».  En medio de la entrevista los ojos se le llenan de lágrimas. «Lloro mucho, lloro todas las noches».

-¿Estuvo de acuerdo con la entrega de su esposo?

-Sí. Estoy de acuerdo y estuve de acuerdo que era el paso que él tenía que dar como líder político. Un líder político que representa no solo a un sector de la oposición, sino un líder político nacional que está preocupado por los problemas de los venezolanos. Leopoldo tiene años recorriendo el país de punta a punta. Conoce muy bien cuáles son los problemas que tenemos los venezolanos y también tiene propuestas y planes para buscar soluciones inmediatas a estos problemas. Por eso él se ve una vez más atacado por el Gobierno nacional, una vez más atacado por esta dictadura claramente definida como un gobierno dictatorial. Y da el paso a dar la cara, una vez para representar a los venzolanos en la injusticia, en el desespero y en esa escasez tremenda que vivimos.

-¿Sabe el nombre de la persona que según el Gobierno quería matar a su esposo?

-Según el Gobierno era una amenaza que venía de la oposición. Ellos dijeron que estaban investigando, que nos iba a avisar una vez que tengan la investigación. Ya ha pasado un mes y todavía no nos han dicho nada. Yo realmente creo que eso era una mentira. Que era una manera de llegarnos a la familia y hacernos psicoterror y buscar la manera de presionarnos un poco para convencer a Leopoldo de que se fuera del país.

-¿Qué planteamientos tenía el Gobierno?

-El Gobierno se nos acerca y nos plantea tres salidas. La primera, fue que Leopoldo se fuera del país, la segunda que Leopoldo se fuera a una embajada, que la escogiera y que pidiera un asilo y la tercera era que hiciera su entrega, pero de manera secreta, sin show. Esas fueron las palabras que utilizaron. La primera: imposible. Leopoldo nunca se iría de Venezuela, nunca se irá porque él está comprometido con su país, comprometido con el cambio de este país. En segundo lugar el asilo tampoco fue una posibilidad. Él no tiene rabo de paja, él no tiene por qué ni tiene razón para salir ni escapar, al contrario da la cara como siempre la ha dado. Y en tercer lugar tampoco era viable porque él no tenía por qué esconder su entrega. Al contrario, él se  entrega con su gente, con su equipo, con sus seguidores, con la cantidad de venezolanos que lo conocen y que saben de qué se trata su lucha. Y así lo hizo públicamente, en una plaza pública, al aire libre, sin miedo y una vez más dando la cara a este régimen dictatorial.

-¿Cuántas veces y sobre qué conversó con Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, antes de la entrega de Leopoldo López?

-Dos conversaciones. La primera, llevó estas opciones para solucionar la situación de Venezuela en ese momento  que era la clandestinidad de Leopoldo y había mucha tensión en el ambiente. En la segunda reunión insistía en que no se entregara públicamente por la amenaza de muerte. Insistía que le dijéramos dónde estaba y dónde se iba a entregar para detenerlo antes y evitar ese contacto de Leopoldo con mucha gente en una plaza pública. Ellos querían evitar ese momento.

-¿Por qué?

-Para que el mundo no viera.  El Gobierno nacional ejerce mucha presión a los medios venezolanos. La única herramienta que nosotros podemos tener es redes sociales y por supuesto los medios internacionales que nos han dado mucho apoyo en esta etapa y desde ese día. El Gobierno nacional sabía que si Leopoldo hacía esto públicamente había cámaras del mundo entero.

-¿Confía en algún funcionario del Gobierno?

-No. No confío en nadie. No confío en este Gobierno dictatorial. Con las dictaduras no se negocia, con las dictaduras no se habla. Esta presión que nos están dando es increíble, esto no pasa en un país en democracia.

-¿Tiene contacto con funcionarios del Gobierno?

-No tengo contacto. El último contacto fue el día del Palacio de Justicia que entramos con el señor Diosdado Cabello a la audiencia y de ese día no he tenido contacto.

-¿Qué fue lo primero que le dijo a Leopoldo López cuándo se enteró de la orden de captura?

-Esperé que él me dijera a mí. No es la primera vez que lo atacan. Esta orden de captura la estábamos esperando. Leopoldo había sido amenazado por el Presidente Maduro hace más de año. Le decía te tengo la celda lista, te voy a meter preso, quédate tranquilo que te voy a meter preso. Amenazas, tras amenazas. Ese día no solamente se atrevieron a armar una orden de captura, sino que montaron el caso más horroroso y más horrible. Lo que quieren con Leopoldo no es solo eliminarlo políticamente, sino que lo que quieren con Leopoldo es desprestigiarlo moralmente. Leopoldo es un hombre preparado, un hombre que ha estudiado mucho, que ha leído mucho. Un hombre que hizo una gestión de transparencia internacional con premios internacionales. Dos gestiones seguidas con porcentajes de aceptación altísimos. Leopoldo fue inhabilitado en 2008 a punto de ganar la alcaldía mayor. Siempre ha estado luchando por sus principios y sus valores y el Gobierno sigue atacándolo. Leopoldo tiene 22 averiguaciones en la Fiscalía, de las cuales en 17 ha dado la cara y ha ganado. Siempre ha estado luchando por sus principios, por sus valores y por Venezuela. Ese día nos impresionamos mucho, porque es una muestra más de que estamos ante una dictadura, porque los cargos y las culpas que le están otorgando a Leopoldo son horrorosas. Son cargos que no se parecen ni a Leopoldo, ni a su familia, ni a su equipo, ni a Venezuela. Porque el venezolano no es así. No hay odio, no hay rencor. En venezolano quiere paz y quiere unión y ese día yo esperé que él me dijera y de verdad estaba muy impresionado por los cargos. Ese día dijo: de verdad llegaron a un límite, llegaron al colmo. En la primera audiencia algunos cargos fueron eliminados, pero igual los que quedaron son cargos horrorosos. Leopoldo López es inocente, es un líder de paz, democrático y que todo lo que ha hecho, lo ha hecho apegado a la Constitución.

-¿Cree que es viable que esta situación se resuelva en poco tiempo?

-Yo creo que es viable, tengo todo el optimismo de que Venezuela despertó, que el venezolano no se la va a calar más. Que el venezolano está consciente de lo que estamos viviendo y si no reaccionamos esto no va a tener vuelta atrás. Estamos viviendo una dictadura, y lo digo con toda la responsabilidad. Estoy viviendo el encarcelamiento de Leopoldo, incluso el abuso y violación a sus derechos como preso. No lo dejan recibir visitas, solamente podemos verlo sus familiares directos. Yo hice una lista de amigos y familiares que lo quieren ver y esa lista se fue directo al Gobierno nacional. Esa lista la sacaron de Ramo Verde y se la llevaron al Presidente y le dijeron estas son las personas que quieren ver a Leopoldo y de algún modo hay una presión hacia esas personas.

-¿Qué tan cerca o qué tan lejos ve la libertad de su esposo?

-Muy cerca. Leopoldo no puede estar ni un día más en Ramo Verde, en esa cárcel. Leopoldo no debería haber estado ni un día allí. Yo espero que en cualquier momento lo liberen porque además no hay pruebas, no hay ningún tipo de cargos que se puedan demostrar ante Leopoldo. Leopoldo es inocente y en cualquier momento tiene que salir.

-¿En qué le cambió la vida?

-Me cambió absolutamente, porque mi vida ahora está enfocada en que se haga justicia en Venezuela. No solamente con el caso de Leopoldo que es mi esposo, sino con el caso de Iván Simonovis, los policías del 11 de abril, con los estudiantes que aún están presos injustamente y con la cantidad de casos que están en la fiscalía y que no se han resuelto. Muchos venezolanos están esperando justicia. No se puede avanzar si el mínimo derecho que debemos exigir no lo aprueban. El Gobierno debe ceder, el gobierno debe darse cuenta que la mayoría de los venezolanos, no aceptamos y no vamos a aceptar un gobierno como el de Nicolás Maduro. Estoy viviendo en carne propia ese compromiso que asumí con Leopoldo cuando me preguntó hace ya ocho años si me quería casar con él y con Venezuela.

-¿En esta lucha de qué se arrepiente?

-De nada. Estoy orgullosa de haberme casado con Leopoldo, estoy orgullosa del pueblo de Venezuela, de los estudiantes, de los aliados de la Mesa de la Unidad Democrática que son hombres y mujeres que han luchado tantos años por ser oposición ante un gobierno de dictadura. Hoy estamos todos más convencidos de que estamos en esta situación grave.

-¿Henrique Capriles ya la llamó?

Sí, me llamó. Conversamos, nos reunimos. Manifestó todo su apoyo y estamos trabajando en conjunto para hacer manifestaciones de calle.

-¿Hubiese preferido el exilio para su esposo?

No. El mejor lugar para estar con mis hijos es aquí. Porque nosotros somos los primeros que apoyamos el proyecto de Leopoldo. Yo siempre he dicho que la familia de Leopoldo es su equipo. Nosotros somos un gran equipo. El matrimonio para que funciones tiene que ser un gran equipo y dos personas para que se casen y tengan mucho tiempo juntos o estén felices tienen que tener sueños y un reto juntos. Leopoldo tiene un sueño muy claro que es la mejor Venezuela y yo me enamoré de ese sueño y lo comparto con él.

-¿Hasta dónde está dispuesta a acompañar a su esposo?

-Hasta que la muerte nos separe.

Revista Semana / La Verdad