Por Joan Herrera – Abogado
¡Qué calor! Un verano caluroso como pocas veces. Noches de insomnio bañadas en sudor. Un inicio de septiembre tórrido como una generación entera no recordaba. Vaya lata. Aunque “la lata” es globalmente compartida.
Este año la temperatura media del planeta ha alcanzado un máximo de 1, 38º C por encima de los niveles experimentados en el siglo XIX, peligrosamente cerca del límite de 1,5º C acordado en la Cumbre de París sobre cambio climático. Julio fue el mes más cálido desde que se establecieron registros en 1880. La ciudad india de Phalodi llegó a los 51º C el pasado 19 de mayo.
‘Nature Climate Change’ publica un estudio que constata que en 2016 se registrará también la mayor concentración de CO2 en la atmósfera. La NASA afirma que los registros de temperatura que se remontan mucho más lejos, tomados a través del análisis de muestras de hielo y sedimentos, sugieren que el calentamiento de las últimas décadas está fuera de sintonía con cualquier otro periodo del último milenio. Aunque aún es difícil comparar un solo año a otro antes del siglo XIX, una reconstrucción de la NASA muestra que el ritmo de aumento de la temperatura en las últimas décadas supera al de cualquier incremento que se haya producido desde el año 500. Según esta misma agencia, la creciente velocidad de calentamiento significa que el mundo se calentará a una velocidad «al menos» 20 veces más rápida que la media histórica en los próximos 100 años.
Pero la cuestión es nuestra actitud ante todo ello. Más allá del esperpento de Donald Trump, hay veces que caemos, ante tanto desastre, en una aproximación al fenómeno en términos de ocio y espectáculo. Una de las noticias más recurrentes de los últimos días ha sido la apertura de la ruta del Ártico para cruceros de lujo. Jordi Pigem, filósofo, lo describió en una reciente entrevista con una magnífica imagen: «Se está hundiendo el Titanic y nosotros nos dedicamos a jugar cazando Pokemon en la cubierta». La cuestión de fondo es cómo es posible que un mundo con tanta información sobre lo que estamos destruyendo, la base de nuestra existencia, mire para otro lado y no decida cambiar el rumbo.
Hoy la información existe e incluso hay más consciencia que hace unos años. Pero lo que Pigem apunta (entre otras muchas cosas) es que hay más distracción, que el foco no está en lo substancial.
Una de las diferencias que existen entre las plagas y las especies es que las primeras arrasan con todo. Las especies por lo contrario se adaptan a la realidad y cambian sus hábitos. Pues bien, en el inicio de un curso en el que lo substancial está en los datos de incremento de la temperatura, sería bueno que empezásemos a actuar en coherencia y cambiásemos hábitos (al comprar, consumir o dejar de consumir, informarnos e incluso votar) en función de aquello que nos va a cambiar más la vida como generación: el calentamiento global y el cambio climático.
El cambio climatico es un hecho y no podemos actuar_ actuar,explicame como cambiando nuestros habitos podemos hacer que la temperatura de la tierra disminuya,es imposible,lo hecho hecho esta y ya no hay nada que podamos pararlo,quizas lo que mas se deberia hacer es informar sin mentiras y saber quien es el responsable de todo esto,la gente no ha hecho el sistema como es,unos pocos crearon este sistema y esos son los responsables de lo que ocurra medioambientalmente,y son los mismos que ahora nos piden que lo arreglemos(culpando a todos),lo unico que se puede hacer es retrasar lo inevitable,»el boton ya se apreto»
07 septiembre 2016 | 09:57
El cambio climático es un hecho innegable, que lleva produciéndose millones de años. Solamente hay que ver la historia para comprobar las distintas épocas frías y cálidas que ha existido. Lo que es de una petulancia enorme es pensar que los hombres podemos influir en el clima. Hagamos lo que hagamos, el clima va a seguir evolucionando.
A lo largo de la historia del planeta, los seres vivos se han adaptado a los distintos climas que han existido. Por tanto, dejémonos de catastrofismos y de intentar evita lo inevitable y hagamos lo posible para adaptarnos a lo que venga. Además, no todas las consecuencias del cambio van a ser catastróficas.
07 septiembre 2016 | 10:10
Dice ser José María, que no somos los responsables? Lo que es de necios es pensar que no lo somos… no se pueden comparar los ciclos termicos propios del planeta con los efectos del aumento de la concentración de CO2 en la atmosfera desde el siglo XIX y sus efectos. Desde la prehistoria se han producido glaciaciones recurrentes si, pero ligados a fenomenos como por ejemplo la erupción de volcanes, cambios en la rotación de la Tierra, grandes extinciones,etc. no de la nada ni por nada, sólo tienes que buscar una gráfica de concentracion de CO2 en la atmósfera actual para darte cuenta que si somos capaces, por desgracia, de esto y mucho más. No verás en toda la historia del planeta un aumento de la temperatura de más de 1º Centígrado sin una causa puntual no ligada al propio clima y nosotros solitos ya vamos por 1,2 ºC.
http://ovacen.com/graficas-confirman-cambio-climatico-tierra/
El poder de adaptación de una especie no se produce precisamente en 100 años, sino aún conviviríamos con dinosaurios o especies que actualmente están extintas. Ni toda nuestra tecnología podrá salvarnos sino estabilizamos pronto la emisión e CO2 para empezar a reducirla en un futuro.
07 septiembre 2016 | 11:06
Y allegaron los perros del hortelano.
¿Cambio climático? Eso no existe, decían hace años.
Ahora, como y ano se puede tapa, dicen que es inevitable y cosa natural. FALSO.
Este vcambio climático NO ES UN PROCESO NATURAL. Es un PROCESO ARTIFICIAL dentro del proceso natural.
Y está provocado por el ser humano. Lo que hace noes acelerar un cambio, sino crear un cambio qu eNADA tiene que ver con el proceso natural del planeta cuya evolución es DESCONOCIDA porque no tiene con qué compararse en otros cambios naturales.
Es un GRAVÍSIMO ERROR buscar en el pasado para entender éste, porque NO SON LO MISMO.
A ver si nos vamos enterando.
07 septiembre 2016 | 11:25
Pero vamos a ver. ¿Que tal si pensamos un poco?. Las soluciones para intentar mitigar el problema del cambio climático son una forma de crear empleo y riqueza a la par que a la larga supondrán una forma estupenda de ahorrar para todos. ¿Que tal hablar más de las soluciones que del problema? Se que sufrimos un síndrome de estocolmo gravísimo provocado por años de reinado de los hidrocarburos. Nuestras mentes están secuestradas. Necesitamos una autentica terapia global. Habrá quien sin tener ni p idea diga que las renovables no rinden lo suficiente, que son caras, etc….bueno pues que se vaya informando y dándose cuenta que sol, viento, mareas, etc son gratis y que la tecnología para convertirlas en energía, cuando se normalicen, serán muy baratas. Pasará como el primer móvil que costaba una pasta. No seáis como las avestruces, sacar la cabeza del agujero y pensar por vosotros mismos.
07 septiembre 2016 | 19:35
En julio de este año me he comprado un zoe 100×100 electrico , en el que he hecho 4500 km. ya consumiendo electricidad de una suministrdora renovable. El año pasado cambie la caldera de gas y me puse una de biomasa en la cual quemo cascara de almendra que compro a 2 km. de casa dinero que se queda cerca de mi circulo de influencia , y ademas todo renovable y sostenible. Si que podemos hacer cosas para cambiar el mundo…. cambiar nosotros. Piensa global actua local.
12 octubre 2016 | 19:48