Infraestructuras y demografía en la capital

Barcelona cerrará 3 escuelas públicas y 35 clases en colegios concertados

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / Barcelona

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Con el cierre de tres centros públicos -el colegio Rosa dels Vents, en el distrito de Sant Andreu, el Tresfonts, en Horta-Guinardó, y el instituto Bosch i Gimpera de Gràcia- y con la previsible eliminación de unas 35 clases en escuelas concertadas, el Consorci d'Educació de Barcelona abre dentro de dos semanas la preinscripción para el curso 2014-2015 con un mapa escolar de la ciudad que empieza a cambiar. Como ya ocurrió el año pasado en otras poblaciones de Catalunya, la capital va a verse afectada también por la caída demográfica y el frenazo de la inmigración, lo que ha llevado al consorcio (participado por la Generalitat y el ayuntamiento) a modificar su oferta de plazas escolares, tras calcular que el número de estudiantes de P3 caerá en unos 525 niños el curso que viene. A eso, se añade la presión que supone saber que, dentro de poco, harán falta nuevos institutos de secundaria en al menos tres distritos (Eixample, Sant Martí y Sant Andreu), como denuncian desde hace tiempo vecinos y sindicatos.

«La previsión demográfica es incontestable: el curso que viene habrá en Barcelona casi 600 niños de tres años menos que este año, pero con la particularidad de que el descenso no se produce por igual en todos los barrios», explicaba ayer a este diario Jaume Prat, portavoz del consorcio. Además del cierre de la escuela Rosa dels Vents (cuyo edificio ocuparán el próximo curso los alumnos del vecino colegio Congrés-Indians, actualmente en barracones) y la clausura progresiva del histórico Tresfonts, otros siete centros tendrán los denominados grupos mixtos, es decir, se les autorizará a unificar clases de párvulos con niños de 3, 4 y 5 años.

SOBREOFERTA DE PLAZAS / Estos colegios, situados en zonas de montaña de la ciudad o en áreas de fuerte presencia inmigrante, «están condenados a ser los siguientes en la lista de centros amenazados de cierre», advierte Josep Maria Isún, representante de CCOO en la comisión de garantías de admisión escolar. Ocurre, por ejemplo, que «distritos como Horta-Guinardó han tenido, desde siempre, una amplia oferta de plazas de infantil y primaria, pero sin contar con una gran concentración demográfica. A eso se suma la menor natalidad de estos últimos años».

En principio, la intención del consorcio es que, tanto en los colegios públicos como en los concertados, se mantenga en 25 el número de alumnos por aula, aunque en la zona de Sant Andreu y, en particular, en la Sagrera, la ratio se podrá elevar hasta 26 escolares por clase «por razones de escolarización», señala el consorcio. Las escuelas Jaume I (Sants-Montjuïc), Reina Violant (Gràcia) y L'Arenal de Llevant (Sant Martí) podrán contar con una clase adicional de P3, mientras que la de Els Encants (Eixample), la Josep Maria Jujol (Gràcia) y los colegios de La Maquinista y Eulàlia Bota (Sant Andreu) perderán el grupo que habían ganado el año pasado.

PLANIFICACIÓN A MEDIO PLAZO / El problema, avisa el sindicalista Isún, no radica tanto en las etapas de educación infantil y primaria, sino en la secundaria, donde, en su opinión, «ha fallado la planificación a medio plazo». Aunque el curso 2014-2015 la incidencia demográfica en primero de la ESO será mínima (se esperan 263 alumnos más que este curso), las previsiones apuntan a un importante incremento de la población de secundaria en los próximos años, «sin que se hayan construido aún las infraestructuras  educativas necesarias para acoger a ese contingente», indica Isún. «No puede ser que la planificación escolar en la ciudad se haga a tan solo dos años vista o que todo se solucione revisando los conciertos con los centros privados», lamenta el representante de CCOO.

Para el próximo curso, ayuntamiento y Generalitat calculan que en la escuela concertada  pasarán de forma automática de sexto de primaria y primero de ESO unos 250 alumnos más que este curso, mientras que, en cambio, en la pública el número de alumnos de primer curso de ESO disminuirá en unos 20. Con todo, advierte el consorcio, «es posible que en un momento de crisis y de pocos recursos como el actual, se produzca una cierta movilidad y un trasvase de estudiantes de la concertada a la pública».