Pruebas educativas Pisa 2015

A finales de 2016, se dieron a conocer los resultados de las pruebas Pisa (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes), en las cuales evaluaron los conocimientos adquiridos por estudiantes de 15 años.  En esta ocasión participaron 72 países y Colombia lo hizo por tercera vez consecutiva.   Como veremos, Colombia mostró un progreso relevante, siendo el segundo país con el mayor avance en ciencias y el cuarto en lectura; pero, infortunadamente, el porcentaje de estudiantes con pobre desempeño todavía se ubica en preocupantes niveles de 66% en matemáticas, 46% en ciencias y 43% en compresión de lectura.  Esto último implica que la capacidad de utilización de las operaciones básicas aritméticas y de lecturabilidad para “solucionar” los problemas de la vida practica continúan afectando de manera grave a cerca de la mitad de nuestros estudiantes.

Como es sabido, MinEducación ha venido impulsando el programa de Transformación de la Calidad Educativa Todos a Aprender (PTA) precisamente para avanzar de forma más rápida en la superación de este “analfabetismo-práctico” que sufre Colombia.  Durante 2010-2014, el PTA benefició a unos 2,3 millones de estudiantes, unos 90.000 profesores, y a 4.303 escuelas.  Otro elemento importante ha sido el progreso en la gratuidad de la educación media desde 2012, tal como lo venía ordenando la Constitución desde 1991 (… nunca es tarde¡¡¡).  Cabe esperar que parte de la mejoría en los resultados relativos de Pisa-2015 hubieran estado asociados a los frutos de este tipo de programas, pero ello tocaría evaluarlo de forma más detallada en el futuro.

Ahora bien, han surgido algunas dudas sobre posibles “sesgos de muestra” de aquellos seleccionados para tomar las pruebas Pisa en 2015 a nivel internacional, como resultado de la directriz del dicho organismo para que estas se tomaran en lugares con accesibilidad a computador.  En el pasado, la selección se hacía de forma aleatoria y se tomaba el examen a lápiz-papel y no vía computadores.  

Aquí han ocurrido dos fenómenos: el positivo ha sido la preparación y acompañamiento de MinEducación a dichos establecimientos y estudiantes en preparación para dichas pruebas, lo cual ha debido reflejarse en el mejor desempeño; el negativo es que si los estudiantes seleccionados estaban asociados a establecimientos de “estratos más altos”, entonces dejaron de tomar la prueba estudiantes que, en promedio, deben tener conocimientos más bajos.  Este es un elemento que también deberán estudiar los evaluadores de “impacto”.  Aparentemente, si Colombia reporta la disponibilidad de un computador por estudiante, cifra que superaría el promedio de la Ocde, el sesgo debería ser bajo.  La cobertura de pruebas Pisa aparentemente moderaría el posible efecto de sesgo en el caso de Colombia, pues esta se ha incrementado de 63% a 75% durante 2012-2015.  

Pese a los avances relativos, Colombia continua entre los países de mayor rezago académico, ubicándose en el puesto 61 en el área de matemáticas, en la posición 54 en lectura y de 57 en conocimientos de ciencias. Y, nuevamente, los países asiáticos se destacaron como los de mejor desempeño, especialmente Singapur y Hong Kong-China.   En el campo de las matemáticas, Colombia tuvo un puntaje de 390. Esto implicó una mejoría de 20 puntos desde 2006 lo que contrasta negativamente con el promedio de la Ocde (490).  Como comentamos, lo más preocupante es que continuamos con 66% de “analfabetos prácticos” en Colombia.

A nivel de comprensión de lectura, Colombia obtuvo un puntaje de 425, reportando un progreso de 40 puntos frente a resultados de 2006. Pese a estas mejoras, la brecha entre Colombia (425) y sus no-pares es grande pues el promedio de la Ocde es de 493.  Aquí el “analfabetismo practico” en materia de entendimiento de lo leído llega a 43%, aunque en descenso desde 51% anterior.  En conocimientos de ciencias, el puntaje de los estudiantes colombianos se incrementó en 28 puntos desde 2006, llegando a 416. Pero, nuevamente, 49% de los estudiantes colombianos se ubicó por debajo del básico.