El pasado sábado a la noche se daba a conocer la triste noticia de que el periodista Gerardo Rozín había fallecido tras luchar por mucho tiempo contra una dura enfermedad. El hombre, quien se encontraba en un delicado estado de salud, generó una gran preocupación en todo el mundo del espectáculo luego de varios meses sin saber de él ni mostrarse públicamente.
Gerardo Rozín fue un hombre realmente querido por la gente de los medios. No solo por su gran desempeño como comunicador y productor, sino también por su calidad humana. Tan grande era el cariño que muchos le tenían, que la cantidad de celebridades y figuras del ámbito decidieron despedirlo a través de las redes, e incluso alguno de manera física este domingo pasado cuando el hombre fue velado.
Entre las figuras del espectáculo que se tomaron el tiempo de recordar al icónico periodista se encuentran Jésica Cirio, con quien compartió los últimos tiempos “La Peña del Morfi”, la cantante Soledad Patorutti, Ricardo Montaner, Camilo, Patricia Sosa, la ex pareja del hombre, Carmela Bárbaro, e incluso el presidente de la Nación, Alberto Fernández. Sin embargo, quien se destacó por sus emotivas declaraciones fue Claudio Belocopitt, quien participó de la emisión de este lunes de LAM para recordar a Gerardo Rozín.
El empresario y presidente de la productora Corner Contendidos decidió abrirse durante el programa de Ángel de Brito acerca de los últimos momentos de de Gerardo Rozín. Al borde de las lágrimas, el hombre rememoró los últimos momentos en que su amigo se encontró batallando con su dura enfermedad, y cómo se enfrentó a ello.
“Él estaba obsesionada con eso (…) Cuando le detectan la enfermedad hay un cambio impactante en él. Tuvo claro lo que se venía porque me dijo hablemos”, comenzó relatando Claudio Belocopitt.
Asimismo, el empresario recordó cómo se sintió el periodista ante la pandemia de Coronavirus: “Cuando apareció el Covid para él parecía el fin del mundo, porque pensaba que se contagia y que estaba en cada esquina. Y, cuando apareció esto, ahí cambió profundamente y sabía que la batalla era cuasi imposible y que los tiempos eran cortos”.
Tras conocer su diágnostico, Gerardo Rozín debió tomar grandes decisiones con respecto a su salud. “El primer debate fue si se hacía una cirugía o no. Lo charlamos mucho con él porque también planteaba: “Calidad. Yo quiero lo que dure”. La hizo y le permitió tener varios meses de calidad de vida”, recordó casi quebrándose el hombre durante su participación en LAM.
