La Arquidiócesis critica el Sistema Nacional Anticorrupción; "nace sin la voluntad de la clase política", dice

lunes, 24 de julio de 2017 · 12:24
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Arquidiócesis Primada de México asegura que el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) “entra en vigor con grandes carencias”, principalmente porque “nace sin la voluntad de la clase política”, y sus “figuras más emblemáticas –subraya– aún permanecen en la incertidumbre”. En la edición más reciente de su semanario, Desde la Fe, la arquidiócesis señala: “La entrada en vigor del Sistema Nacional Anticorrupción llega con un pronóstico fatal que pone en serio entredicho la capacidad de la clase política y la sinceridad de sus intenciones por acabar con el flagelo de la corrupción”. Indica que en 2015 las reformas constitucionales para combatir la corrupción fueron promulgadas con “bombo y platillo”. Sin embargo, “el conjunto de leyes que el Congreso de la Unión estaba obligado a conformar no tuvieron tersas negociaciones; al contrario, pasaron por resistencias de la clase política, bajo el tamiz de la ciudadanía que ha exigido la designación de autoridades con capacidades plenas, así como castigar las deshonestidades de la corrupción”. Y destaca que la “puesta en marcha del sistema” ahora se “mantiene empantanada y sin posibilidad alguna de que pueda estar en operación plena, a pesar de los términos que el mismo Congreso se impuso”. En su editorial titulado “Corrupción y negligencia”, Desde la Fe detalla: “La designación del fiscal anticorrupción tuvo una pasarela de candidatos que, al final, conformó una lista que está en el cajón legislativo. Igualmente, los senadores han dilatado la designación de los magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa para la integración de las salas especializadas”. A esta negligencia –dice el semanario de la Arquidiócesis– se suma que solo 14 entidades federativas tienen reformas constitucionales “satisfactorias” para ajustarse al sistema anticorrupción. Muchos estados incluso están en “focos rojos porque sus Congresos ni siquiera han intentado una discusión al respecto”. De esta manera, apunta, “el Sistema Nacional Anticorrupción entra en vigor con grandes carencias. Si bien la estructura orgánica se ha echado a andar, las figuras más emblemáticas aún permanecen en la incertidumbre”. De acuerdo con la Arquidiócesis, ya no deben admitirse “más dilaciones porque la corrupción ha favorecido en gran medida el crecimiento del crimen organizado –mal que se agrava y cuesta mucho dinero a los mexicanos–; destruye y corroe la vida democrática, y aniquila la marcha del país”. El editorial del semanario arquidiocesano reata: “¿De qué sirven las buenas intenciones si seguimos siendo diezmados por la corrupción? El sistema nace sin la voluntad de la clase política. Con esta negligencia surge inevitable una pregunta: ¿por qué la clase política se resiste a terminar con la corrupción? ¿Será porque ésta se ha convertido en su motor?”.

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