Motor

Más castigo para las muertes por imprudencia

CARLOS DÍAZ

Nuevo paso adelante para derogar la reforma del Código Penal en 2015 que limitó el castigo a los conductores que cometen una imprudencia grave y ocasionan un accidente con muertos. Por ejemplo, los atropellos de ciclistas a los que, a veces, incluso se abandona en el lugar del siniestro. Ahora mismo, muchos jueces consideran que no hay denegación del auxilio si el atropellado fallece en el acto, aunque el conductor se de a la fuga.

La reforma es apoyada por la DGT, por la Fiscalía de Seguridad Vial, por todos los partidos y, ahora, también por el Gobierno. En concreto, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, se ha comprometido -aunque sin una fecha determinada- a buscar el consenso necesario para sacar adelante el cambio legislativo.

Con la modificación de 2015, muchos siniestros de tráfico que antes eran juzgados penalmente, pasaron a la vía civil. Es decir, menos castigo para el culpable y menos recursos para las víctimas, que tienen que pagarse cosas antes gratuitas, como los informes forenses.

La iniciativa popular para echar atrás la reforma se debe a Anna González, que perdió a su marido en 2013 tras ser arrollado con su bicicleta por un camión y darse a la fuga el conductor. Desde entonces ha recogido 200.000 firmas que respaldan su propuesta.

Mientras tanto, la siniestralidad general de las carreteras no deja de subir. EL MUNDO contó la semana pasada que este verano, sin acabar, ya había superado la cifra de 225 víctimas mortales registrada en 2017, con una tendencia que no hace sino crecer. En el acumulado del año ya van 786 fallecidos, 21 más.