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-¿Tienes alguna cabra que vender? Un señor quiere comprarla.
-No, pero sí tengo una vaca.
-Bien, te lo mando para allá. ¿Vienes mañana a trabajar conmigo?
-No puedo, me voy a la vendimia. Si quieres la semana que viene.
-Está bien. El lunes te espero.
-Allí estaré.
Esto parece un diálogo rural muy simple, pero en realidad no lo es. Estas personas no están hablando, sino que comunicándose a través del Silbo Gomero, un lenguaje compuesto exclusivamente por silbidos. Originario de isla montañosa de La Gomera, en Canarias, España, la geografía de este territorio ha dado lugar a que la gente ideara este peculiar sistema para “conversar” entre los barrancos a larga distancia.

Texto: Sergio Sebastiani
País: España

sidro Ortiz tiene 82 años y aprendió el Silbo Gomero al mismo tiempo que a hablar. Recuerda que “en el sitio donde nací no había otro medio para comunicarse a distancias largas. De niño lo oía por todas partes. Cuando aprendí a silbar conocía bien los mensajes que otros lanzaban”. La infancia de Isidro transcurrió en Chipude durante los años 30 y 40, por lo que entonces “todo lo que se movía en el entorno se hablaba con el Silbo. No había ni teléfono ni carreteras. Todo era trabajo en el campo y largas caminatas, y para evitarlas se usaba este lenguaje silbado”.

Isidro recuerda que se comunicaba con sus vecinos cuando necesitaban colaboración en el trabajo, o con sus padres para cualquier asunto cotidiano: “Mi madre nos llamaba cuando estábamos jugando o en faena para decirnos que la comida estaba a punto. También nos comunicábamos para mandar mensajes a terceros”. Algunos no sabían silbar, pero “lo que no había nunca, era quien no lo entendiera: recibían los mensajes y le pedían al vecino que contestara”.

Moisés Plasencia es un gomero Licenciado en Filosofía y Letras, y entre las muchas actividades vinculadas a la cultura que ha desarrollado escribió el libro “El Silbo Gomero, identidad de una isla”. Las crónicas de la época en que La Gomera fue colonizada por los españoles, en el siglo XVI, hablan de pastores que practicaban esta forma de comunicación a distancia.

“La hipótesis más aceptada en el mundo científico dice que los antiguos habitantes de la isla eran unos indígenas que fueron desterrados de la costa occidental de África, por lo que se cree que viene de ahí”, asegura. Sin embargo, también existe otra teoría, un tanto “épica” para el autor. Según cuenta esta historia tras el destierro de estas tribus, “les cortaban la punta de la lengua para que no hablaran, por lo que solo les quedaba la opción de silbar”.

Al rescate de la lengua

Este académico define el Silbo Gomero como “una adaptación a un territorio muy montañoso, con muchos valles y barrancos, para comunicarse en una época en la que no existían las telecomunicaciones”. Fundamentalmente se utilizaba en tareas de pastoreo, agricultura o pesca, y ha llegado prácticamente hasta los inicios del siglo XXI”.

Algunos cronistas relatan que en los siglos XVIII y XIX este lenguaje se utilizaba también entre aborígenes de las zonas montañosas de otras islas del archipiélago como Tenerife, Gran Canaria o La Palma. Eso sí, hoy en día, según Plasencia, “sólo en La Gomera existe como un patrimonio cultural vivo”.

El escritor considera que hasta no hace muchos años el Silbo Gomero estuvo a punto de desaparecer. “Pero un grupo de gomeros ilusionados llegamos a tiempo para salvar esta tradición ancestral que es la seña principal de identidad de la isla”. La pervivencia de este lenguaje está garantizada, ya que desde 1999 su aprendizaje está incluido en la enseñanza obligatoria de todos los niños de La Gomera, como un bloque de contenido dentro de la asignatura de Lengua.

En cada curso, unos 300 escolares aprenden a silbar con una sesión semanal de media hora a lo largo de ocho años de enseñanza, entre los seis y los catorce años. Y esos niños no pueden tener mejores maestros, pues quienes se encargan de enseñarles son mayores que en su día utilizaban este lenguaje como medio habitual para comunicarse en la isla.

No es tan difícil…

Isidro Ortiz, junto a otros de su generación, se convirtió hace 23 años en maestro de Silbo. Su tarea fue fundamental en la preservación de este lenguaje. “Se llevó a los colegios para enseñárselo a los niños con la intención de que este valor histórico y cultural de nuestra isla no se perdiera”. Isidro se retiró de la enseñanza por problemas de salud. Sin embargo, un antiguo alumno ocupa hoy su lugar, de manera que las nuevas generaciones son las que toman el relevo en su enseñanza.

Según los expertos, el silbo canario no es difícil de aprender, si bien requiere cierta destreza y habilidad en la colocación de la lengua y los labios y la introducción del dedo para darle una mayor potencia al silbido. Pero como cualquier idioma, requiere horas de aprendizaje y una práctica continuada para ir mejorando. Pero no sólo hay que aprender a silbar, sino también a interpretar los mensajes, donde tiene mucho que ver el contexto del diálogo.

Dentro de cada pareja de silbadores se va estableciendo, además, una complicidad que aumenta con el tiempo, y además hay ciertos trucos que permiten pedir aclaraciones al interlocutor. “Cuanto más cortos son los mensajes mejor se entienden”, asegura Ortiz. Añade que “si es cuestión de expresarse, se puede hasta leer un libro con el Silbo Gomero”.

La utilidad práctica que antaño llevó a su desarrollo hoy está prácticamente desaparecida, pues las tecnologías de la comunicación lo han vuelto casi innecesario. Sin embargo, se sigue empleando en algunas actividades concretas, como por ejemplo en el Salto del Pastor, una prueba deportiva tradicional de las Islas Canarias cuyos protagonistas entran en territorios donde no existe cobertura de telefonía celular.

¿Atractivo turístico?

Los pescadores de la isla también lo siguen utilizando para comunicar mensajes que tienen que ver con su tarea. Lo mismo ocurre con los pastores en las zonas de medianía y cumbres de la isla. Por lo demás, su uso se mantiene como una muestra de la cultura popular, de forma que se organizan concursos de silbadores o exhibiciones en La Gomera y otras islas canarias.

Plasencia afirma que “cada vez hay más interés y la gente que visita la isla queda muy sorprendida cuando descubre el Silbo Gomero en su medio”. En ese sentido, “es un elemento más de nuestro acervo cultural que nos sirve para fortalecer nuestra autoestima como pueblo, pero también es un atractivo más para ofrecer a nuestros visitantes”.

Resulta curioso que un lenguaje de este tipo sólo se haya desarrollado a gran nivel en este rincón del planeta. Según el escritor, hay otros lugares donde determinados grupos de población utilizan silbidos, por ejemplo en Turquía, México (indios mazatecos), China o Ghana. “Pero son formas de silbar mucho más simples y de una menor calidad a la hora de comunicarse”, afirma.

Además, Plasencia destaca que “ninguno de ellos goza del nivel de protección legal e institucional del que disfruta hoy el Silbo Gomero”. Es por ello que en 2009 fue declarado por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Este hecho, junto a la obligatoriedad de su enseñanza, ha asegurado el futuro de este lenguaje ancestral que, de otra manera, estaba destinado a desaparecer ante el avance de las nuevas tecnologías de comunicación.

Igual a otros lenguajes

Un estudio sobre el Silbo Gomero desarrollado por las universidades de La Laguna y Washington, junto al Hospital Universitario de Canarias, determinó que el cerebro procesa esta forma de comunicación como un lenguaje hablado más. Se llegó a esa conclusión mediante un experimento que consistió en explorar con resonancia magnética el cerebro de cinco expertos silbadores de La Gomera y el de otros cinco voluntarios (sin conocimientos de Silbo Gomero). Cabe destacar que este sistema de comunicación es un lenguaje capaz de expresar prácticamente todos los vocablos españoles con solo seis sonidos: dos vocales y cuatro consonantes silbadas. De esta forma, se pueden expresar más de 4.000 conceptos o “palabras”.






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Versión Principiantes – A2


Silbo Gomero.


En la isla montañosa de La Gomera en Canarias, España, hay un lenguaje paralelo al español: el “Silbo de Gomero”. Hace mucho tiempo, cuando no había teléfonos las personas se comunicaban por silbidos. Son 6 silbidos que representan 4 vocales y 2 consonantes con los que se pueden expresar 4.000 palabras.

Las personas – agricultores, pastores y pescadores – se mandaban mensajes de un lado a otro de la isla para no tener que caminar largas distancias. Hoy en día el silbo no se utiliza mucho, pero se enseña en las escuelas y los jóvenes aprenden de los adultos.

Cada año, más personas visitan la Isla para conocer este lenguaje. Se hacen concursos y demostraciones para mantener vivo este patrimonio cultural.





Comprensión

A continuación verás las preguntas de comprensión del texto. Lee y escucha el texto para responder a las preguntas. (Te recomendamos leer primero y escuchar después)

El silbo gomero

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Gramática y Usos

A continuación encontrarás dos documentos PDF con la explicación del Uso y Gramática.

B1 ‘Comparativo con ‘de’ .

C1 ‘ Oraciones adverbiales con donde. .

Vocabulario

Silbo Gomero

Las telecomunicaciones .

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