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Ensayan diferentes técnicas para luchar contra la avispa asiática

Nuevas iniciativas para luchar contra la invasora avispa asiática

29 Noviembre, 2017

La avispa asiática (Vespa velutina) es la especie exótica que más problemas está ocasionando actualmente en España. Desde que se detectó por primera vez en el año 2010, se ha extendido por toda la Cornisa Cantábrica, estando presente en Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco. El insecto ha colonizado zonas de Navarra, La Rioja, Aragón, Cataluña y Castilla y León. También ha sido detectada en Extremadura y Baleares (Mallorca). Por el momento, nada parece detener su expansión por el territorio nacional y su presencia cada día va en aumento, afectando negativamente a la vida en el medio rural y urbano. La preocupación por la capacidad colonizadora de este insecto invasor, del cual ya hemos hablado en anteriores ocasiones, hace que se estén desarollando estrategias para tratar de detener su avance; algo que, de momento, no parece posible.

Un equipo de investigación creado por la Diputación de A Coruña en colaboración con la Universidad de Santiago, está realizando distintos estudios para tratar de combatir a la avispa asiática. Aunque los expertos reconocen que queda mucho por hacer, puesto que el conocimiento sobre este insecto invasor es escaso y se debe aumentar la coordinación entre las diversas iniciativas que se están llevando a cabo en diferentes lugares, sí han conseguido algunos avances.

Una de esas líneas de investigación es la creación de un cebo selectivo que sea específico para la velutina, lo que evitaría la muerte de otros insectos. Esto ocurre, por ejemplo, con las trampas que hasta ahora se han estado empleando para su captura. Aunque por el momento sólo se han realizado pruebas en laboratorio y la investigación se encuentra en desarrollo, los ensayos parecen conducir satisfactoriamente a la formulación de una sustancia química que afecte sólo a esta especie invasora y que pueda adherirse a su cuerpo. El uso de este cebo tendría importantes ventajas como la reducción de las cantidades de producto químico empleado o que no sea necesario localizar los nidos previamente a la aplicación del tratamiento, puesto que son las propias avispas las que trasladan la sustancia hasta el mismo.

De manera complementaria, se ha puesto en marcha la creación en Galicia de una Estación Experimental para el estudio de la avispa asiática, pionera en Europa. Esta iniciativa permitirá profundizar en el conocimiento del ciclo biológico de las velutinas, lo que posibilitará a su vez poner en marcha un protocolo de medidas que sirvan para atenuar sus efectos negativos; así como una detección temprana de los nidos, antes de su consolidación. También servirá para que los equipos de emergencias encargados de la retirada de los mismos dispongan de la información suficiente para localizarlos e identificarlos correctamente; además de formar a la población en general sobre cómo actuar cuando se produzca un encuentro accidental con estos nidos, evitando así problemas de alarma social.

Por otro lado, también se están realizando estudios sobre su afección a la apicultura. Al ser la avispa asiática una especie exótica; las abejas melíferas, de las cuales se alimentan, se ven incapaces en muchos casos de hacerles frente. Sin embargo, los investigadores han observado que ciertas colonias de abejas reaccionan con más eficacia y agresividad que otras al ataque de las avispas. Por tanto, otra posible vía de lucha contra la velutina es la selección genética de las colmenas. Dicha selección es algo normal entre los apicultores, los cuales seleccionan las abejas en función de su productividad o su mansedumbre.

Pero el impacto de la avispa asiática va más allá. Esta invasora también captura a otros insectos polinizadores para alimentar a sus larvas, constituyendo la fruta otra de sus fuentes de alimentación. Por tanto, provoca daños a los cultivos, directa e indirectamente, alterando además a los ecosistemas. Algunas voces acusan a las avispas de reducir significativamente el número de flores silvestres o insectos en determinadas zonas. Por otra parte, recientemente supimos del fallecimiento de un hombre en una localidad de Pontevedra como consecuencia de un ataque múltiple de velutinas. Los expertos afirman que son igual de peligrosas para el hombre que otras avispas autóctonas; aunque al tener el aguijón más grande, pueden inocular mayor cantidad de veneno y traspasar con él determinados tipos de tejidos. Esperamos que estas iniciativas surtan efecto y que se aumenten los recursos empleados para luchar contra esta plaga.