…de 1967:
“Ha sido aprobada la construcción de una ciudad flotante, que será emplazada en La Manga del Mar Menor. La urbanización ocupará una superficie de quinientos mil metros cuadrados y mediante una red de canales tendrán acceso las edificaciones, que serán de una sola planta, y estarán rodeadas de vegetación, al modo de los bungalows de Miami”.
De esta forma se anunciaba en la prensa la intención de Tomás Maestre de construir una urbanización con canales navegables.
Dos años más tarde aparece una nueva propuesta de urbanización «original» pero ahora con una característica sorprendente: sus viviendas serán navegables.
La llamarán “ciudad flotel” y, según sus ideólogos, contará de cincuenta apartamentos de fibra de poliéster con autonomía para desplazarse de lugar en busca de las mejores zonas pesqueras y más bellas del litoral.
“Estas viviendas navegables tendrán una autonomía de más de doscientas millas y podrán desarrollar una velocidad de unos treinta nudos.”
La curiosa idea reaparecerá en 1983 con una ligera readaptación. Ahora sería un “hotel flotante” proyectado por Flotelmenor S.A., empresa creada expresamente para la ocasión por Tomás Maestre en los terrenos propiedad de la Urbanización Hacienda de La Manga de San Javier, según consta en el expediente de la Jefatura Provincial de Puertos y Costas.
Ninguno de los tres proyectos llegaría a materializarse.
Esta y otras efemérides están recogidas en el libro De Cabo de Palos a La Manga del Mar Menor. Del siglo XV al XX, de José Luis Domínguez.
