La discapacidad está en el entorno, no en mí: usuaria de silla de ruedas en Colombia

16 septiembre 2016
La discapacidad está en el entorno, no en mí: usuaria de silla de ruedas en Colombia
Adriana David fue facilitadora en un seminario sobre silla de ruedas que el CICR organizó en Bogotá. Rebeca Lucía Galindo / CICR / CC BY-NC-ND

Adriana quedó en silla de ruedas cuando tenía 16 años tras recibir el impacto de una bala perdida en Medellín. Hoy trabaja para la Cruz Roja Colombiana Seccional Antioquia y afirma que la discapacidad no es un obstáculo; las barreras están en la infraestructura y en los paradigmas sociales.

No había caminado media cuadra cuando vio cómo dos 'combos' se enfrentaban en las calles de su barrio en Medellín. Adriana David había salido a hacer un mandado y no tuvo tiempo de buscar un lugar seguro. "Bajaron unos muchachos armados y atrás corrieron otros. Yo quedé en medio de los dos, en el cruce de balas. Ahí mismo me desplomé", cuenta.

Una vez en el hospital, a Adriana nunca le dijeron que tenía una lesión en la médula y que no iba a volver a caminar. Sin embargo, ella ya tenía 16 años y podía sacar sus propias conclusiones de las conversaciones que los doctores tenían con su familia.

"Ese proceso de rehabilitación fue muy traumático. Me demoré muchos años en asumirlo. A los 16 años uno está buscando novio, es la época en la que uno se cree 'el chacho' de la película... la estrella del momento", agrega Adriana.

Volvió a casa en una silla de ruedas hospitalaria que no le permitía moverse con facilidad en las empinadas calles del barrio. Tampoco recibió entrenamiento especial como menor de edad, lo que convirtió su proceso en una experiencia dolorosa. "A pesar de que estaba tan joven, hubo momentos en los que me quería morir. Un día dije: 'Tráiganme con qué pegarme un tiro'".

Adriana se rehusaba a ir al colegio, no tanto por el temor de revivir el trauma de la balacera, sino por pena a ser vista públicamente en silla de ruedas. Sin embargo, seis meses después, su madre insistió y Adriana volvió a estudiar. Iba acompañada porque le era imposible subir las lomas por su cuenta.

Sin embargo, para Adriana, la montañosa topografía de Medellín no era el mayor obstáculo. Estaban los paradigmas sociales frente a la discapacidad, la dificultad para tener una silla de ruedas óptima y la falta de infraestructura para movilizarse. "Mucha gente cree que estamos enfermos porque estamos una silla de ruedas. Hay que ir eliminando las expresiones peyorativas como 'el tullido', 'el mongolito', y el 'qué pesar'. Nosotros no somos discapacitados, el que está discapacitado es el entorno", opina.

La silla de ruedas, tan única como el dueño

Aunque es una herramienta para que las personas con discapacidad permanente mejoren su calidad de vida y sean autónomas, la silla de ruedas también puede causar efectos negativos en la salud de los usuarios si no cumple con ciertos estándares.

Si no está hecha a la medida o si no está adaptada a lo que la persona necesita, el usuario puede sufrir de deformidades, escaras en el cuerpo, mala postura, incomodidad y dificultad para movilizarse.

Por eso, Francois Friedel, responsable Programa de Rehabilitación Física del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Colombia, insiste en que "la prescripción de silla de ruedas es importante. Cada ser humano es único".

Las sillas de ruedas deben ser a la medida del usuario. Rebeca Lucía Galindo / CICR / CC BY-NC-ND

De la mano de la Escuela Colombiana de Rehabilitación en Bogotá, el CICR realiza talleres y seminarios para impulsar un mejor servicio por parte del personal de salud y rehabilitación para mejorar la atención de las personas con discapacidad. 

Uno de los asistentes de estos talleres fue Yair Luna, fisioterapeuta de Ortopédica Americana de Cali. Tras más de cinco años de experiencia con población discapacitada, Yair asegura que es difícil que los usuarios reciban una silla de ruedas a la medida. "Pedirla es un proceso largo y demorado. A veces incluso deben recurrir a procesos legales", asegura.

"No hay otra manera de entender cómo se siente una persona en silla de ruedas si nosotros mismos no lo hacemos", dice Francois. Por eso, durante los talleres él les pide a los alumnos que pasen un día completo en estas sillas.

Yair asegura que fue un ejercicio complicado, en especial porque a él le tocó usar una silla de ruedas estándar. "Atiendo a muchas personas en sillas de ruedas pero nunca me había puesto en sus zapatos. Esta vez tuve que hacerlo y no aguanté mucho tiempo... se me durmieron las piernas y me dieron calambres. Me dolía todo cuando me levanté", cuenta.

Asistentes a un seminario del CICR en Bogotá toman medidas del tamaño de los hombros de un usuario de sillas de ruedas para hacer la prescripción. Rebeca Lucía Galindo / CICR / CC BY-NC-ND

El CICR ha realizado varios talleres dirigidos a profesionales de salud que tratan a personas que usan silla de ruedas y que han sufrido amputaciones. La organización capacitará a 50 personas en 2016 para que los discapacitados en Colombia encuentren cada vez menos barreras en su camino.