Miles de personas en nuestro país, en torno a un 8% de los mayores de 65 años, están tratadas con anticoagulantes orales, de los cuales el más conocido por su nombre comercial es el Sintrom®.

La clave en estos tratamientos, que se prescriben fundamentalmente a pacientes con riesgo de padecer trombos o embolias y a aquellos con antecedentes de infarto e ictus, es hacer un correcto control de los niveles de coagulación, que pueden variar en función de múltiples factores: alimentación, fármacos, disminución de la vitamina K a raíz de una gastroenteritis o de la toma de antibióticos de forma prolongada, etc. “Todo lo que altera el régimen de vida, tanto a nivel patológico como fisiológico, influye en los valores de coagulación”, explica a ELPLURAL.COM la Dra. Pilar Llamasjefa del Departamento de Hematología de los hospitales universitarios Fundación Jiménez DíazInfanta ElenaRey Juan Carlos y Hospital General de Villalba, integrados en la red pública sanitaria madrileña.

Hay personas que precisan visitas frecuentes al hospital porque no consiguen tener un índice de referencia del nivel de coagulación (INR) estable, “en rango terapéutico”, subraya. Pensando en ellos, y en otros grupos, como pacientes que no son candidatos a los anticoagulantes orales directos o aquellos con prótesis valvulares mecánicas, estos centros han puesto en marcha un programa pionero en la región, que permite el telecontrol on line del tratamiento.

Del hospital a casa

Por el momento ya se benefician del sistema más de 300 personas que tienen indicada anticoagulación a largo plazo, que cumplen criterios de seguimiento hospitalario y que desean formar parte del programa. “Muchos son pacientes valvulares jóvenes, de entre 40 y 60 años, que no tienen otra opción terapéutica, y también tenemos niños”, destaca la coordinadora del programa.

Para evitar que tengan que desplazarse hasta el hospital, se les entrega un aparato portátil que mide el INR con sangre capilar con un pequeño pinchazo en el dedo. El personal especializado de la Unidad de Anticoagulación les forma y comprueba que son capaces de desarrollar la prueba por sí mismos de forma correcta. En algunos casos la formación se le da al cuidador.

Los datos se envían después por medio de cualquier dispositivo con acceso a internet a través del Portal de Paciente, un sistema que permite también gestionar directamente las citas con especialistas y consultar las pruebas diagnósticas. “No podríamos llevar a cabo este seguimiento sin el apoyo del sistema informático”, subraya la doctora Llamas.

Acto seguido, “el hematólogo analiza los valores y pauta la dosificación a seguir y la fecha de la próxima visita. Del mismo modo, hay un espacio para comentarios en los que se puede indicar cualquier apunte a tener en cuenta”, indica.

Todos estos resultados e incidencias quedan incorporados de forma inmediata en la historia clínica electrónica del paciente.

Mejor calidad de vida

La principal ventaja que ofrece el programa es que permite mejorar la calidad de vida, evitando continuos desplazamientos.

“Cabe destacar que muchas de las personas a las que se hace este telecontrol son jóvenes y han de ir a trabajar, de manera que se evita que tengan que ausentarse”, añade este médico. “Es muy gratificante la satisfacción que nos transmiten”, manifiesta, dado que “todos coinciden en que les ha supuesto un antes y un después”.