El presidente Donald Trump canceló este jueves la cumbre con el líder norcoreano Kim Jong Un prevista para el 12 de junio en Singapur, debido, dijo, a la “ira tremenda y abierta hostilidad” en una reciente declaración de Corea del Norte.

Trump dijo en una carta a Kim difundida el jueves por la Casa Blanca que, dada esa declaración, le parecía “inapropiado, en este momento, realizar esta reunión planificada desde hace tiempo”.

El presidente dijo que los norcoreanos hablan de sus capacidades nucleares, “pero las nuestras son tan colosales y poderosas que ruego a Dios que nunca haya que usarlas”.

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El encuentro del 12 de junio en Singapur debía ser el primero entre un presidente estadounidense en ejercicio y un miembro de la dinastía de los Kim, que coronara un período inédito de distensión los últimos meses.

¿Retornaremos ahora a la situación de 2017, cuando el dirigente norcoreano multiplicaba los disparos de misiles y Trump amenazaba con "el fuego y la cólera" a Pyongyang?

"Eso dependerá ante todo de la reacción norcoreana", responde Lisa Collins, investigadora del Centro de estudios estratégicos e internacionales. "Si Corea del Norte reanuda sus amenazas retóricas e incluso sus ensayos de misiles, podríamos volver a un ciclo de tensión extrema en el que estuvimos hace seis meses", declaró.

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Máxime cuando tal reacción aportaría agua al molino de los halcones de la administración Trump, en la que algunos, principalmente el consejero de seguridad nacional John Bolton, no ocultaban en el pasado que Washington debería primero atacar militarmente a Corea del Norte en lugar de negociar con un régimen poco fiable. (I)