Zapatillas running: preguntas y respuestas para elegir las mejores para ti

¿Pensando en renovar tus zapatillas de “running”? Entonces no te puedes perder este artículo…

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Agencias
El aumento de personas que dedican parte de su tiempo al deporte se ha disparado en los últimos años, y con ello también lo hace la venta de calzado deportivo. Sin embargo, todavía existe un gran desconocimiento a la hora de elegir las zapatillas adecuadas.

Despeja dudas con los siguiente consejos y respuestas a las preguntas más frecuentes, indispensables para comprar las zapatillas deportivas ideales, con el objetivo de prevenir posibles lesiones y maximizar tu rendimiento deportivo:

¿El calzado es lo único importante a la hora de correr?

Sin duda el calzado marca la diferencia, pero no es lo único a tener en cuenta. Si adoras el running, es necesario que, como en cualquier otro deporte, te preocupes por tu técnica. Mediante el entrenamiento y la mejora de la técnica, lograrás disminuir las probabilidades de lesión y aumentarás la eficiencia de carrera, lo que se traduce en un menor gasto energético y mayor capacidad aeróbica. Descubre aquí los mejores consejos para principiantes del running.

¿Todo el mundo debería llevar plantillas?

Tendemos a pensar que siempre es necesario llevar plantillas para correr (o para caminar incluso), pero no es así. La estructura corporal se adapta al movimiento, con lo que las plantillas son especialmente recomendables cuando se sufre algún tipo de dolor que surge por el motivo que sea, como por ejemplo una lesión que aún no se ha tratado. Si todo va bien y no hay problemas, ¿para qué vas a cambiarlo con plantillas? En caso de duda, consulta siempre a un podólogo para que te haga un análisis de la pisada. A este respecto cabe resaltar que existen 3 tipos de pisada: pronador (giran el tobillo hacia el interior durante la pisada); neutro (pisada normal sin giro); y supinador (girar el pie hacia fuera en el momento de la pisada). Lo más habitual es ser pronador (el 60% de los corredores pronan en algún momento), mientras que lo menos común es ser supinador (tan solo el 4-5% de los runners lo son).

¿Da igual el peso si la zapatilla es buena?

Es un completo error no tener en cuenta el peso. Si pesas más de 80 kilos debes darle prioridad a la amortiguación, con una suela de espuma más dura y con amortiguación adicional en el talón y la puntera. En líneas generales, para personas con un peso ligero, es recomendable utilizar zapatillas más ligeras y con una mejor amortiguación, mientras que para personas que pesen más las zapatillas tendrán un mayor acolchamiento y amortiguación.
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¿Hay que tener en cuenta el terreno?

Cuando vayas a elegir unas zapatillas debes pensar en el tipo de superficie por el que más vas a correr. Si es una carretera, hay que priorizar una buena amortiguación para reducir el impacto en las articulaciones, además de minimizar el desgaste de la suela. Si corres por hierba es fundamental una buena estabilidad y suela con agarre. Para caminos de tierra por el campo o zonas pedregosas, hay que escoger una buena sujeción del pie y parte del tobillo, ideales por tanto las zapatillas de trail, que ofrecen un mayor agarre y estabilidad.

¿Hay que comprar siempre zapatillas de competición?

No es necesario que te dejes un dineral si vas a correr de manera ocasional. Con unas zapatillas de entre 300 y 400 gramos tienes más que suficiente y te proporcionarán todo lo que necesitas. Si vas en serio y quieres mejorar el rendimiento, entonces sí es recomendable reducir el peso por debajo de los 250 gramos. Además, para ritmos más lentos, las zapatillas deben ser flexibles, de manera que te permitan pulir la técnica de carrera durante los entrenos. Por el contrario, para ritmos más intensos -propios de corredores más experimentados y con una excelente forma física- las zapatillas deben tener menos amortiguación y ser más ligeras.

¿Cuándo se deben cambiar las zapatillas de deporte?

Un desgaste de la suela o daños en la zapatilla no solo contribuye a tener una menor capacidad de amortiguación, sino a mayores probabilidades de sufrir una lesión. Como con cualquier producto, el paso del tiempo y el uso afectan a la calidad del calzado, siendo aconsejable cambiarlo entre los 300 y los 2000 kilómetros según la tipología.  

Ahora sí. Preparados, listos… ¡ya!
  • Artículo elaborado en colaboración con Fisiocrem y Sprinter
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