La inteligencia y capacidad de aprendizaje de los perros está más que demostrada, pero un nuevo estudio publicado en la revista Scientific Reports asegura que también son capaces de aprender mientras duermen. Un equipo de investigadores húngaros enseñaron a 15 perros a sentarse y acostarse con frases en inglés, además de las palabras que ya conocían en húngaro.
Después, colocaron electrodos en las cabezas de los canes mientras dormían para registrar su actividad cerebral. Los electroencefalogramas (EEG) mostraron que durante las siestas de tres horas, los cerebros de los perros experimentaron momentos breves y repetidos de actividad cerebral de ‘onda lenta’, que duraban entre 0,5 y 5 segundos.
Este fenómeno, conocido como husos de sueño, está formado por ondas sinusoidales que se producen durante el sueño no REM -en ciclos cortos en el rango de nueve a 16 hertzios- y se sabe que consolidan la memoria, el aprendizaje y el envejecimiento saludable, así como son potenciales biomarcadores para ciertos trastornos mentales, como la esquizofrenia. Hasta ahora se había estudiado solo en humanos y ratas, pero este es el primer trabajo que lo hace con perros domésticos, con metodología no invasiva, por ser un buen modelo del comportamiento humano.
Los resultados desvelaron que el número de husos de sueño por minuto estaba correlacionado con lo bien que los perros aprendían el vocabulario, para ellos nuevo e inusual.También observaron que las hembras tuvieron mayor número de husos de sueño -al igual que sucede con los humanos y desempeñaron mejor las pruebas que los machos. Alrededor del 30% de las hembras aprendieron las palabras nuevas, en comparación con el 10% de los machos.
