Sanar entre peones y alfiles

En la miniserie Gambito de Dama de Netflix (2020), en muchas ocasiones se podía observar a su protagonista, la exitosa ajedrecista Beth Harmon (Anya Taylor-Joy), agobiada por sus adicciones y recuerdos de su dura infancia. Sin embargo, siempre lograba encontrar un minuto de tranquilidad en las casillas blancas y negras del tablero de ajedrez, ya fuese uno real o imaginado en el techo de su habitación. A pesar de tratarse de una ficción, la idea de canalizar las emociones mediante este juego no está para nada alejada de la realidad. Bien lo saben en la Fundación Chilena de Ajedrez Social y Terapéutico.

Su director, el psicólogo Alberto Paredes, explica que los beneficios del ajedrez van más allá de lo competitivo. “Puede usarse como una herramienta terapéutica de inclusión, entrenamiento cognitivo y de formación integral a todo tipo de personas sin distinción de edad o condición. Sirve para mejorar o entrenar la atención, la memoria, el razonamiento, las funciones ejecutivas, entre otras capacidades que van más allá de la enseñanza tradicional del ajedrez”, asegura. 

Su incursión en el estudio de las propiedades terapéuticas de esta disciplina comenzó en 2016, cuando tomó un curso online del club español Magic de Extremadura, dirigido por el psicólogo Juan Carlos Montero. Ahí aprendió sobre la metodología del entrenamiento cognitivo basado en ajedrez y en ella vio la posibilidad de vincular sus tres pasiones: la psicología, el ajedrez y el servicio social. Comenzó aplicándola en el centro de salud familiar, donde trabajaba en Chiloé a un grupo reducido de adultos mayores.

Debido al éxito de la convocatoria y al deseo de darle mayor forma al proyecto, Paredes fundó la Fundación Chilena de Ajedrez Social y Terapéutico, pionera en el país y en América Latina, destinada a ayudar a niños en riesgo social, jóvenes autistas, adultos mayores, privados de libertad, exadictos en rehabilitación, personas con discapacidad y en situación de vulnerabilidad. La idea es brindarles actividades y talleres gratuitos. 

Para Paredes, el principal valor del ajedrez como herramienta radica en que “es un acto político de transformación social, una forma de poder transformar la realidad a través de una herramienta de crecimiento como lo es el ajedrez. Es para todo tipo de personas y permite, en términos generales, aprender a pensar, a tomar decisiones y a hacerse responsable de ellas”.

A lo largo del tiempo, la agrupación ha establecido alianzas y convenios con otras instituciones y agrupaciones. Algunas de ellas han sido Teletón, Fundación Techo, Asociación de Ciegos de Chile, Programa Adulto Mayor UC y el Hospital Sótero del Río, entre otras, con quienes han trabajado en la organización de talleres y capacitaciones a profesionales en el uso de esta metodología. 

“Puede usarse como una herramienta terapéutica de inclusión, entrenamiento cognitivo y de formación integral a todo tipo de personas sin distinción de edad o condición. Sirve para mejorar o entrenar la atención, la memoria, el razonamiento, las funciones ejecutivas, entre otras capacidades”, asegura el psicólogo y director de la Fundación Chilena de Ajedrez Social y Terapéutico, Alberto Paredes. 

LOS BENEFICIOS

Marina Sepúlveda tiene 57 años y es no vidente. Es gestora de proyectos de profesión, pero debido a las dificultades para encontrar trabajo, optó por dedicarse al comercio. Ahora, tiene un negocio en el centro de Santiago junto a su pareja, quien también es ciego. En 2019, ambos participaron en un taller de ajedrez para miembros de la Asociación de Ciegos de Chile, de la cual forman parte, usando tableros y piezas adaptadas para personas con discapacidad visual. En esa ocasión, Marina se animó a interactuar con el tablero por primera vez.

“Con mi pareja tenemos un puesto en la calle y es mucho el estrés que se vive trabajando ahí, porque estamos pendientes de vender siempre. El ajedrez fue mejor de lo que yo esperaba, ya que me permite desconectarme de todo después del trabajo. Para jugar debes estar muy tranquilo y tomarte tu tiempo. Eso me relajaba y olvidaba las preocupaciones del día a día. Además, mejoró mi capacidad de concentración”, cuenta.

Marina ya no participa de los talleres, pero sigue practicando este deporte. Ha estudiado las jugadas del clásico ajedrecista español Ruy López de Segura y se compró su propio tablero de ajedrez para seguir jugando en casa junto a su pareja, su hija y su nieto de ocho años.

“El ajedrez fue mejor de lo que yo esperaba, ya que me permite desconectarme de todo después del trabajo. Para jugar debes estar muy tranquilo y tomarte tu tiempo. Eso me relajaba y olvidaba las preocupaciones del día a día. Además, mejoró mi capacidad de concentración”, cuenta Marina.

Así como ella, Carlos Moraga también asistió a actividades de este tipo durante el año pasado como participante del Programa Adulto Mayor Gerópolis de la Universidad de Valparaíso. Carlos es ingeniero comercial y tiene 64 años. Trabajó toda su vida en la banca y el año pasado decidió pensionarse anticipadamente. Desde entonces, está dedicado a realizar mentorías voluntarias a emprendedores para ayudarlos a desarrollar su poder de negocios. También se ha mantenido activo participando en causas del adulto mayor y esta instancia no fue la excepción. 

“La práctica de ajedrez es muy recomendable para los adultos mayores, sobre todo para la gente mayor de 70 años, porque es una instancia para adoptar el hábito de hacer gimnasia mental que así como el ejercicio físico, es algo fundamental para poder mantenerte activo y retardar un poco el deterioro cognitivo. Hoy tengo el hábito de hacer ejercicio de práctica mental, de razonamiento, atención y memoria que antes no hacía. Son muchos los beneficios”, explica. 

La última experiencia que Carlos había tenido jugando ajedrez fue hace más de 40 años, cuando todavía estaba en la universidad. Motivado por las ganas de trabajar sus habilidades cognitivas, decidió retomar el pasatiempo de la mano de la Fundación. Por la pandemia, la modalidad del taller fue online, a través del servidor de ajedrez gratuito Lichess.org. En esa instancia y para su sorpresa, ganó un campeonato internacional de adultos mayores, donde hubo participantes de Argentina, Bolivia, Perú, y Ecuador, entre otros países.

“La práctica de ajedrez es muy recomendable para los adultos mayores, sobre todo para la gente mayor de 70 años, porque es una instancia para adoptar el hábito de hacer gimnasia mental que así como el ejercicio físico, es algo fundamental para poder mantenerte activo y retardar un poco el deterioro cognitivo”, cuenta Carlos.

El premio fue un curso online de capacitación de ajedrez terapéutico con el club Magic de Extremadura de España para trabajar con adultos mayores, que todavía está realizando a la vez que sigue jugando ocasionalmente en casa con su hija. “Retomar el ajedrez ha sido una experiencia productiva. Conocí adultos mayores que están bastante activos a pesar de su edad. También a gente que no tenía idea de cómo se jugaba ajedrez y que aprendió súper rápido. Es una bonita experiencia”, concluye.