Arquitectura

La primera CIUDAD BOSQUE del mundo estará en China

Ante el cambio climático, una solución vanguardista: crear ciudades bosque. Es lo que propone el arquitecto Stefano Boeri, que ya está construyendo la primera en Liuzhou, China. Absorberá 10.000 toneladas de CO2 al año.
Stefano Boeri

La ciudad bosque de Lizhou, en China, acogerá a 30.000 personas, absorberá en torno a 10.000 toneladas de CO2 y 57 toneladas de contaminantes por año y producirá, aproximadamente, 900 toneladas de oxígeno. Estas son las cifras del proyecto de Stefano Boeri, un visionario arquitecto decidido a poner freno al cambio climático.

El estudio de Boeri ha calculado que, para 2030, el 60% de la población mundial vivirá en áreas urbanas. Además, afirma que las ciudades consumen el 75% de los recursos naturales del mundo y representan más del 70% de las emisiones globales de CO2, lo que, junto con el metano y otros gases de efecto invernadero, determinan en gran medida el calentamiento global medio de la superficie del planeta, causando el derretimiento de los polos, la pérdida de biodiversidad y el aumento del nivel del mar.

Para paliar estos efectos nocivos de la urbanización actual, Boeri utiliza la naturaleza: "Los bosques y los árboles, que está en riesgo de erosión continua en todo el mundo, absorben casi el 40% de las emisiones de combustibles fósiles cada año", detalla. "Las hojas y raíces de un árbol maduro absorben CO2 a través de la fotosíntesis y ayudan a reducir los contaminantes (responsables de un alto porcentaje de enfermedades respiratorias y muertes prematuras) presentes en el aire", añade. Y termina concluyendo: "Si un solo árbol puede aportar grandes beneficios a la ciudad y sus habitantes, un bosque urbano puede ser una ayuda extraordinaria para mejorar la calidad de la salud y la vida en una ciudad".

Stefano Boeri

El profesional no parte de la nada para el diseño de la primera ciudad bosque del mundo, pues ya ha levantado edificios cubiertos de flora, lo que él llama "bosques verticales", en diversas ciudades del mundo como Milán, Lausana, Tirana o Eindhoven (donde, además, el proyecto es una vivienda social). "VF01 injerta el equivalente de miles de metros cuadrados de bosque y matorrales en unos pocos cientos de metros cuadrados de espacio urbano", explica Boeri sobre su primer Vertical Forest (VF01).

"Las terrazas, genuinas extensiones al aire libre de los espacios de vida interiores, son el hogar de más de una docena de árboles (que van desde los tres hasta los nueve metros de altura), numerosos arbustos y plantas con flores. Si alrededor de 350 árboles forman un bosque de una hectárea, los más de 700 árboles de VF01 equivalen a dos hectáreas de bosque y sotobosque a nivel del suelo", continuaba.

Además, el profesional aboga por crear torres en lugar de casas con jardín: "VF01 constituye un entorno urbano alternativo que permite vivir cerca de árboles, arbustos y plantas dentro de la ciudad; tal condición generalmente se puede encontrar solo en las casas suburbanas con jardines, que son un modelo de desarrollo que consume suelo agrícola y que ahora se reconoce como consumidor de energía, costoso y alejado de los servicios comunales que se encuentran en una ciudad compacta. Al densificar el tejido urbano, VF01 crea nuevas e innovadoras relaciones de proximidad entre la naturaleza y el entorno construido, creando nuevos paisajes y nuevos horizontes". LA CIUDAD BOSQUE DE LIUZHOU

La ciudad bosque de Liuzhou, que comenzó a construirse en 2017, se encuentra al norte de Liuzhou, en la zona montañosa de Guangxi, en un área que cubre 175 hectáreas a lo largo del río Liujiang. Además de absorber C02 y producir oxígeno gracias a la cubierta vegetal, que se implantará en oficinas, casas, hoteles, hospitales y escuelas, el complejo utilizará energía geotérmica para el aire acondicionado y operará con paneles solares. Asimismo, se incentivará el uso de coche eléctrico, para el que se habilitará el carril más rápido de la carretera.

En total, serán 40.000 árboles y casi un millón de plantas de más de 100 especies las que se sembrarán en Lizhou, lo que disminuirá la temperatura media del aire, creará barreras acústicas y mejorará la biodiversidad de las especies vivas, generando un hábitat óptimo para aves, pequeños animales e insectos. Algunos de estos últimos, de hecho, serán liberados en la zona por el propio estudio de arquitectura, para conseguir evitar las plagas sin tener que utilizar pesticidas.

China es el país perfecto para poner en marcha esta iniciativa, pues no sólo es el lugar del mundo con la tasa más alta de urbanización -con 14 millones de habitantes que migran cada año a las ciudades-; también está viviendo un período favorable a la protección del entorno, pues se encuentra sumida en un plan que obliga que la mitad de los nuevos edificios urbanos cuenten con una certificación ecológica.

"Por primera vez en China y en el mundo, un asentamiento urbano innovador combinará el desafío de la autosuficiencia energética y el uso de energías renovables con el desafío de aumentar la biodiversidad y reducir efectivamente la contaminación del aire en las zonas urbanas, lo cual es realmente crítico para la China actual, gracias a la multiplicación de las superficies urbanas biológicas y vegetales", resume Boeri.

Stefano Boeri