Las auditorías revelarán información sensible de las empresas

Publicado el martes, 15 noviembre 2016

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La nueva normativa sobre los informes de auditoría obliga a incluir una descripción detallada de los riesgos que corre una empresa. Da mucho más valor a la figura del auditor pero hará pública información empresarial que hasta ahora se quedaba en los papeles de trabajo.

Hace tiempo que los usuarios de la información financiera vienen reclamando un cambio en el enfoque del informe de Auditorías de manera que deje de ser una mera opinión con o sin salvedades e incluya información más relevante que ayude a los usuarios en la toma de decisiones. Esta demanda, que se extiende a toda Europa, hizo que la UE endurezca y haga más transparentes las auditorías empresariales en una directiva de 2014. Una directiva que ahora el Gobierno español traspone a través de una resolución del pasado 15 de julio del instituto  de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, por la se someten a información pública la modificación de Normas Técnicas de Auditorías.

Una modificación que ha puesto en alerta tanto a auditores como a empresas. “Es un tema delicado, tanto para los auditores como para las propias empresas. Digamos que vamos a mostrar, en tres párrafos muy escuetos y muy concentrados,  los principales riesgos de la compañía”, explica  Luis Caballero, experto en auditorías y socio de GMR Audit, red de auditorías y despachos. “Esto no cabe duda que va poner en valor la figura del auditor porque el auditor deberá de ser razonable, fino y preciso en la información que dé porque si no la da incumple en responsabilidad y según como la dé el perjuicio podría ser para la compañía. Los auditores vamos a tener que hacer un trabajo pedagógico para que las compañías entiendan este nuevo rol  y este nuevo papel que va a jugar el informe de auditoría”.

Hablamos de que se va a obligar a que en el informe de auditoría se incluya una descripción de los riesgos más significativos que tiene la sociedad de tener incorrecciones materiales, es decir, errores en sus cuentas anuales donde viene incluido el fraude. Y también se deberá incluir las respuestas que el auditor ha adoptado: los mecanismos de salvaguarda que ha tenido que aplicar para mitigar estos riesgos de incorrección material.

La responsabilidad del auditor crece, efectivamente, y además se hace más trasparente. Porque el inconveniente para ambos, auditor y auditado es que circunstancias que se conocían en el proceso de auditoría pero que se quedaban en los papeles de trabajo ahora se van a hacer públicas”, apunta Caballero.

El deterioro de los activos es una de esos ‘detalles’ que hasta ahora quedaban entre auditor y auditado. El hecho de que  las ventas de una empresa  puedan estar concentradas en muy pocos clientes y que sus cuentas a cobrar por tanto tengan ese riesgo añadido, es un información lógicamente sensible para la empresa, y que independientemente que se diera o no en la memoria de las cuentas anuales, “dicha información va a estar ahora digamos que resaltada en el informe del auditor y digamos que va a ser llamativo para el tercero que se ponga de manifiesto ese riesgo especial que tienen las cuentas”, nos confirma Caballero.

El auditor, además, tiene que explicitar qué procedimientos añadidos a los estándares habituales ha realizado para contrarrestar ese exceso de riesgo.  En caso de que existiese ese posible deterioro sobre las cuentas a cobrar, habría que hacer un análisis especial, por ejemplo, sobre la solvencia del propio cliente o clientes que tienen que hacer frente a esos pagos. Caballero es claro: “No bastaría con la prueba estándar que consiste en comprobar que la deuda del cliente existe y no hay razones para que no se cobre, sino que el auditor deberá extender su procedimiento y su trabajo hasta comprobar la propia solvencia, estudiar un poco el balance del propio cliente que adeuda la compañía”.

Puedes escuchar la entrevista a Luis Caballero en Derecho Abierto pinchando aquí

 

Sobre el autor
Núria Ribas

Periodista. Más de 20 años de experiencia en medios escritos y en comunicación política y corporativa. Periodismo jurídico, económico, político y cultural. Veraz siempre; parcial, también. @oikit

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