Lo de Alicia Pérez con el asfalto ha sido un auténtico flechazo. En tan solo dos años ha sido una de las grandes sorpresas del atletismo aragonés. El 2015 ya fue la segunda del Maratón de Zaragoza y este año se superó ganando con marca personal en 2.49.33. Todo esto lo ha hecho con tan solo 26 años. «Es lo que más me atrae, las distancias cortas no me gustan nada. Para mí un 5.000 en pista es explosivo y super rápido. Pero soy joven y me tendré que controlar», dice la atleta del Running Zaragoza.

En el Maratón de la capital aragonesa se dio un baño de multitudes ganando con suficiencia con su correr fácil y elegante. «No tuve ningún tipo de dolor, ni problemas. Hizo un día buenísimo, no salió el sol y no se me calentaron las piernas. Salí reservada el primer tramo más exigente a 4.05 cada mil y el medio maratón lo pasé a 1.24. Después me puse a ritmo de 3.53 compensando el principio y cambié de chip al llegar al Paseo Echegaray», afirma.

Pérez nació en la localidad turolense de Albalate del Arzobispo. «Mi primer entrenador fue Román García en el colegio de Albalate. Tenía 12 años y después pertenecí al Club Atletismo Samper. Practicaba atletismo con mi hermano Ángel. Me empezó a gustar el atletismo y fiché por el Zancadas de Andorra», recuerda.

Brilló compitiendo en los Nacionales cadete de cross y de 3.000 lisos. «Tenía 16 años y en el campo a través no me fue muy bien. Sin embargo, en la pista fui la octava». Tuvo un paréntesis en su trayectoria deportiva y practicó montañismo y barranquismo. Hasta que hace tres años empezó a entrenar con Teodoro Ferrer en el Stadium Casablanca. «Hice la temporada de cross, pero no me fue muy bien». Lo suyo era la ruta y disputó el Medio Maratón de Zaragoza en un tiempo de 1.28.

Desde entonces esta admiradora de María José Pueyo se empezó a entrenar sola para el maratón. Ya ha disputado cuatro, dos en Zaragoza, Sevilla y París. Hace pocos días en Zaragoza ya le preparaba Agustín Moreno. Ahora el reto de esta entrenadora personal en la academia MasterD es el maratón de Castellón del mes de febrero. «Me gustaría aproximarme a los 2.45. No me satura el maratón. Lo hago a gusto y no sufro», confiesa.

Con esta progresión no sería raro verla correr los 100 kilómetros o una ultra trail. «Pero a largo plazo me gustaría correr un iron man y pienso en Vitoria y Lanzarote. La natación la llevo bien porque soy socorrista hace ocho años», concluye. H