Desmontando seis falsos mitos del control de plagas, parte I

12 Mayo, 2021

Las empresas que prestamos servicios profesionales de control de plagas tenemos un papel crucial a la hora de proteger la salud pública, el bienestar social y la economía local en aquellas zonas donde trabajamos. No nos cansamos de remarcar esta importante función y la ponemos en valor siempre que podemos. Dentro de esta labor, consideramos de interés aclarar determinadas cuestiones erróneas o no del todo exactas que, muchas veces, algunos de nuestros clientes tienen acerca de nuestros servicios. Muchas de estas falsas creencias derivan de la forma en la que se trabajaba hace unos años y que difiere sustancialmente de lo que las empresas del sector hacemos hoy en día. En el presente artículo y en el que publicaremos la próxima semana, recogemos, desmentimos o matizamos algunas de las ideas falsas que escuchamos con mayor frecuencia durante la prestación de nuestros servicios. Comenzamos.

“Los productos biocidas crean barreras repelentes para que no me entren bichos”. Falso. La función de los biocidas, como su propio nombre indica, es la de provocar la muerte del insecto o roedor en cuestión; ya sea por contacto directo, inhalación o ingestión. Los organismos nocivos no rebotan ni huyen ante una supuesta barrera química invisible. Esto es de especial importancia, por ejemplo, en el caso de las cucarachas que proceden del alcantarillado, como la cucaracha negra (Blatta orientalis) y la cucaracha americana (Periplaneta americana). Al aplicar cualquier producto, seguirán entrando insectos, la mayoría de los cuales morirá en el interior de las zonas tratadas, mientras siga siendo efectivo dicho producto. La duración de su efectividad dependerá de las condiciones ambientales o de las acciones de limpieza que se lleven a cabo en las instalaciones. Por tanto, mientras no se subsanen las deficiencias que provocan su entrada, ningún producto nos dará una solución definitiva; algo que es extrapolable también a ratas y ratones.

“Un producto, cuanto más tóxico, más efectivo”. Falso. En el éxito de un tratamiento de desinsectación o desratización, en el que se ha empleado un biocida, influyen muchos factores. Son decisivas una inspección exhaustiva y la forma en que dicho tratamiento se ejecuta, más que el producto concreto que se aplique. En alguna ocasión, cuando empleamos geles insecticidas frente a cucarachas u hormigas, ciertas personas recelan de ellos y creen que un producto “más fuerte” o “que huela más” va a ser más eficaz. Hay que decir que los geles insecticidas son productos diseñados específicamente para los insectos a los que se quiere combatir por lo que, si el tratamiento se hace bien, es una de las soluciones más fiables. Esto es algo que en nuestra empresa tenemos de sobra comprobado, incluso en el caso de infestaciones graves.

“Si no me echas producto, el servicio no vale para nada”. Falso. Como decimos constantemente, la aplicación de biocidas es siempre la última opción, una vez se han agotado el resto de alternativas. Además, en determinadas circunstancias, por mucho producto que se aplique, no se va a eliminar la plaga en cuestión. Debemos ir siempre al origen y tratar de actuar sobre la causa principal que explica la presencia de las plagas. Por tanto, hay que tratar de hacer entender a nuestros clientes, que los tratamientos biocidas son casi siempre correcciones puntuales y no la solución definitiva. Esta solución pasa por llevar a cabo todas aquellas medidas de actuación pasiva, encaminadas a subsanar las deficiencias que son la causa de la entrada y/o proliferación de organismos plaga en las instalaciones en cuestión.

Continuaremos desmintiendo algunos mitos sobre el control de plagas la próxima semana. Mientras tanto, si tiene un problema con una plaga de insectos o roedores, no lo dude, contrate los servicios profesionales de desinsectación y desratización que Biodal Control Ambiental ofrece en Madrid.