Pesquera se quiere ir.

El superintendente de la Policía, Héctor Pesquera, no quiere continuar en su cargo a pesar del deseo expresado por el gobernador, Alejandro García Padilla, y el secretario de Justicia, Luis Sánchez Betances, para que continúe en sus funciones.

“Pesquera ha manifestado que no quiere quedarse”, dijo una fuente a Primera Hora. “El secretario de Justicia impulsa su permanencia y el gobernador le ha manifestado su deseo de que se quede. La decisión es de Pesquera”, agregó.

Pero tal parece que el súper regresará a sus labores como subjefe de seguridad portuaria en el condado de Dade, en Miami, según confirmó Andria Muñiz, portavoz del Departamento de Puertos de esa localidad a El Nuevo Día.

“El retorno del señor Pesquera al puerto de Miami está programado y confirmado como estaba previsto hace un año”, dijo en un comunicado.

“Hasta hace un minuto, ellos no tenía información de lo contrario, por lo que asumen que él regresa. Eso debe cambiar. Si las negociaciones rinden fruto, se queda. Hay optimismo”, dijo una fuente.

De hecho, anoche, a través del secretario de Asuntos Públicos, Jorge Colberg Toro, el gobernador y el jefe policiaco expresaron que “continúan en comunicación con miras a resolver el asunto del puesto de superintendente. A esos efectos, el gobernador inició gestiones con el alcalde del condado de Miami Dade, Carlos Giménez, para dialogar sobre la permanencia del superintendente en su cargo”.

Por supuesto, surgen interrogantes de por qué el superintendente quiere marcharse. Se ha filtrado información en el sentido de que Pesquera se molestó con el gobernador porque el primer ejecutivo nombró superintendente auxiliar de La Fortaleza a Einar Ramos, un policía de Coamo y amigo íntimo de la infancia, “sin haber consultado con Pesquera”.

La portavoz de la Policía, Michelle Franco, declinó reaccionar a este punto.

Por los pasillos del Cuartel General se comenta también que el súper está molesto porque García Padilla no le informó que no pagaría los días de enfermedad acumulados, conocido como “el enfermito”, a pesar de que conversaron durante el operativo efectuado la semana pasada.

Otro asunto que parece ser el principal objeto de discrepancia entre el gobernador y Pesquera es la negociación de los términos de su contrato de $283,100 que el pasado gobernador Luis Fortuño concedió al ex alto funcionario del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), de los que $144,542.58 son por concepto de salario, $34,232.39 son de beneficios marginales (menos $14,454 que paga Pesquera por su plan médico) y $118,779.03 por viajes, comida y lavandería.

Colberg afirmó que si el superintendente de la Policía y el gobernador deciden renovar el contrato, los términos del acuerdo no serían idénticos. Expuso que ambos funcionarios han objetado varias cláusulas del contrato actual sobre el reembolso de ciertos gastos, como el de lavado de ropa, los cuales no se repetirían.

Quieren a Pesquera

El secretario de Justicia reiteró su interés y el del gobernador de que Pesquera continúe en la superintendencia.

“Yo apoyo totalmente al superintendente. Está haciendo un magnífico trabajo y quisiera que se quedara. Siempre ha tenido toda la cooperación del Departamento de Justicia y hemos trabajado como un equipo, y bien positivamente”, apuntó el secretario.

¿Por qué la reticencia de él?

Son temas que surgen en este tipo de situación. Tiene que ver con su situación personal, su trabajo en Miami...

Sánchez Betances dijo desconocer que exista malestar por parte del superintendente por el proceso de nombramiento del jefe de seguridad de La Fortaleza.

“Creo que es una prerrogativa del gobernador nombrar a quien entienda apropiado (como) jefe de seguridad de Fortaleza. Y no creo que sea lo del ‘enfermito’, porque el superintendente es consciente de la situación crítica presupuestaria nuestra y el gobernador está haciendo todo lo más en su alcance para mejorar la situación de la Policía porque él es bien pro policía”, afirmó.

¿Es por el contrato?

Los términos y condiciones del contrato es una de las cosas que se deben negociar. Estamos en ese proceso y todavía tengo mucho optimismo.

“El sábado intercambiamos mensajes. En todo momento le he reiterado mi interés y el del gobernador de que continúe como superintendente”, agregó Sánchez Betances.

Dijo que la gente pudiera pensar que ha habido diferencias.

Pero no creo que nada de lo ocurrido ha sido un impedimento para que él se quede.

Sánchez declinó comentar si se están considerando otros candidatos para el cargo.

“Yo estoy con el que diga el gobernador, y voy a trabajar con quien sea designado”, recalcó.