El INBAL confunde a Adolfo Castañón con Héctor Azar 

Ayer, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) envió un comunicado para conmemorar el aniversario 89 del dramaturgo, director de teatro, docente y escritor Héctor Azar (17 de octubre de 1930, Puebla– 11 de mayo de 2000, Ciudad de México). En el documento, el Instituto enfatizó en la amplia trayectoria de Azar, quien estudió las maestrías en Letras españolas y Letras francesas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); además de haber fundado el proyecto Teatro en Coapa . El INBAL fue más allá y también recordó que Héctor Azar se desempeñó como director de la Casa del Lago y como jefe del Departamento de Teatro de ese Instituto. Todo iba viento en popa; sin embargo, para acompañar el comunicado, el INBAL adjuntó una fotografía nada más y nada menos que del escritor e integrante de la Academia Mexicana de la Lengua (AML) , Adolfo Castañón . Tal y como lo lee, en el INBAL se confundieron un poquito. Lo peor es que, hasta ayer por la noche, el Instituto no había enviado una corrección. ¿Será que no se han dado cuenta de la confusión entre una personalidad y otra?

¿A quién van dirigidos los mensajes de Alfonso Suárez del Real?

Junto a varios anuncios en materia cultural —como que en 2021 veremos la transformación de la Ollin Yoliztli en Universidad de las Artes y que San Ildefonso dejará de llamarse Antiguo Colegio,— el secretario de Cultura capitalino, Alfonso Suárez del Real , durante su comparecencia con motivo de la glosa del Primer Informe de Gobierno, dejó a más de uno con la boca abierta por sus mensajes. Y no hablamos del mea culpa sobre lo que no sabemos de historia los mexicanos, sino por otros mensajes más crípticos a un destinatario desconocido. El funcionario habló en un tono predicador de cómo han tenido que asumir una actitud de “mirada franca y sumisa ante exabruptos”. Sin mencionar a quién dirigía su mensaje, Alfonso Suárez del Real señaló: “No caemos en provocaciones y sabemos que debemos sonreír y hacer la cara hacía otro lado. Eso baja la tensión y los ánimos del agresor”. Y claro que los diputados, ajenos casi todos al tema cultural, optaron también por hacer la cara hacia otro lado.