CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, suspendida del cargo desde mayo acusada de violar leyes presupuestarias, pidió al Senado de su país que vote contra su destitución y evite un golpe de Estado. "Lucho por la democracia, por la verdad por la justicia. Lucho por el pueblo de mi país", dijo durante su defensa en el Congreso, antes de la votación que decidirá sobre su destitución. "Pido que hagan justicia a una presidente honesta", que "voten contra el impeachment, voten a favor de la democracia", expresó la mandataria en su discurso en el que recordó el juicio y las torturas que enfrentó hace 46 años durante la dictadura militar (1964-1985). "Continúo de cabeza erguida viendo a los ojos a mis juzgadores", subrayó Rousseff, y repitió que es “inocente”. Si el golpe se consuma, añadió, “resultará en la elección indirecta de un gobierno usurpador". Esta es la primera oportunidad que tuvo la mandataria, suspendida en el cargo desde mayo, de defenderse en el Congreso, antes de la votación que decidirá sobre su destitución. "Lucho por la democracia, por la verdad por la justicia. Lucho por el pueblo de mi país. Y es por eso que resisto, al igual que en el pasado", afirmó Rousseff, de acuerdo con despacho informativo de la agencia AFP. Bajo la consigna "¡Dilma, guerrera, de la patria brasileña!", la mandataria fue recibida por decenas de simpatizantes en el edificio del Congreso alrededor de las 9 horas (12 horas GMT). Los senadores podrían realizar preguntas durante la sesión que se espera dure todo el día. El Senado tiene previsto votar el martes o el miércoles temprano si deciden condenar a Rousseff y removerla de su puesto. Si es destituida, el presidente interino Michel Temer continuaría oficialmente como líder de Brasil durante el resto del período que se extiende hasta 2018.