Experimentan en un viñedo portugués con un nuevo robot que aumenta la productividad de los viticultores
Experimentan en un viñedo portugués con un nuevo robot que aumenta la productividad de los viticultores. Se trata de un viñedo ubicado en Tomar y el estudio es realizado por científicos de la Universidad de Lisboa.
Este nuevo robot, denominado Vinbot permite escalar pendientes de hasta 45 ° y generar mapas que evalúen con precisión el rendimiento de los viñedos, lo que deriva en una mejora importante de la competitividad. Posee un sistema de sensores para permitir la navegación, localización y adquisición de datos.
Utiliza una sola cámara que recoge varios disparos de las plantas. El tratamiento posterior de esas imágenes permite la identificación de uvas y racimos para poder predecir los rendimientos futuros.
«Navega a través del viñedo de manera autónoma», dice el ingeniero agrónomo André Barriguinha de Agri-Ciencia. «Captura imágenes, que luego se descargan en un servidor en la nube. Las imágenes se procesan con algoritmos para desarrollar mapas que muestren la productividad de las distintas partes del viñedo».
Los científicos del proyecto de investigación europea se han reunido con los viticultores para desarrollar el prototipo.
Los investigadores dicen que el robot ha sido diseñado para predecir rendimientos futuros con un margen de error de sólo 10 a 15 por ciento. Los viticultores como Pedro Sereno en Portugal, dicen que estos mapas sobre la productividad futura pueden ser muy valiosos:
«Nuestro viñedo es muy heterogéneo. Está lleno de pendientes, con lugares más altos y más bajos que son más o menos productivos. La información proporcionada por el robot me permite identificar estos diferentes lugares y gestionarlos según sus necesidades, de manera personalizada, precisa y eficiente».
Los científicos ven el robot como otra herramienta en lo que se llama «viticultura de precisión», desarrollada para aumentar la competitividad del sector vitivinícola en Europa.
«Un viticultor que conoce bien su viñedo acumula un gran conocimiento», dice Carlos Lopes, ingeniero agrónomo de la Universidad de Lisboa. «Este conocimiento proviene básicamente de la observación visual del viñedo. Esta tecnología va un paso más allá. Permite evaluar cada año el comportamiento de cada planta y la cantidad y calidad de las uvas. Al final, esto puede proporcionar una enorme base de datos sobre el viñedo que es más preciso. Por supuesto, idealmente, la mejor opción es combinar conocimientos prácticos y tecnológicos de la viña».
Los viticultores como Pedro Soreno confirman que el robot podría de hecho ayudarles a maximizar sus beneficios mediante una mejor segmentación de la producción a lo largo de la temporada:
En la actualidad el coste del robot se estima en unos 30.000 euros. Sujeto a alguna mejora y validación, se espera que salga al mercado dentro de dos a cuatro años.
