Albert Rivera
C'S

MADRID, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -

ASÍ TE HEMOS CONTADO LAS ELECCIONES VASCAS Y GALLEGAS

Ciudadanos no ha conseguido representación parlamentaria en el Parlamento de Galicia ni en el del País Vasco tras las elecciones celebradas este domingo, en las que ha obtenido un 3,37% y un 2,02% de los votos, cumpliéndose así los peores pronósticos de las encuestas electorales.

CONSULTA LOS RESULTADOS ELECTORALES DE LOS MUNICIPIOS GALLEGOS

ESTOS SON LOS RESULTADOS EN CADA MUNICIPIO VASCO

En Galicia ha recibido 47.538 votos (con el escrutinio completado al 98,83%), frente a los 133.938 votos conseguidos en las elecciones generales del 26 de junio; y en Euskadi ha pasado de 40.326 votos el 26-J a 21.362 en los comicios autonómicos.

Por tanto, desde el pasado junio ha perdido unos 86.400 electores en Galicia y 18.964 en el País Vasco. En esta segunda comunidad, ni siquiera ha alcanzado el número de votos que consiguió UPyD en las autonómicas de 2012, 21.539.

Estos resultados ponen de manifiesto que Galicia y el País Vasco siguen siendo dos comunidades difíciles para el partido presidido por Albert Rivera, que ha sido la quinta y la sexta fuerza más votada, respectivamente.

Consideraban que entrar en estos Parlamentos autonómicos, independientemente del número de escaños, ya habría sido un éxito, ya que eran sus primeras elecciones autonómicas en estas regiones. Pese a admitir que no siempre son datos extrapolables, los resultados registrados en los dos últimos comicios generales les hacían ser optimistas.

ESCENARIOS COMPLICADOS PARA C's

Aun así, el País Vasco y Galicia fueron, tanto en diciembre de 2015 como el pasado junio, dos de las tres comunidades --junto a Navarra-- donde C's obtuvo menos respaldo electoral: un 3,51% en Euskadi el 26-J y un 4,11% el 20-D, y un 8,63% en Galicia el 26-J y un 9,06% el 20-D.

Ahora estas dos regiones se suman a las otras tres comunidades donde Ciudadanos no ha conseguido representación parlamentaria: Navarra, Castilla-La Mancha y Canarias.

En Euskadi el escenario político era complicado por el gran número de partidos que concurrían a los comicios y porque en este momento los que menos fuerza tienen entre la sociedad vasca son aquellos que están más alejados de las tesis nacionalistas e independentistas.

Conscientes de ello, el candidato a lehendakari, Nicolás de Miguel, y los dirigentes nacionales del partido que le acompañaron en la campaña electoral trataron de marcar distancias con el PSE, sobre todo en la política de pactos, y defenderse de los ataques del PP sobre el "voto útil".

Aunque en Galicia las perspectivas eran mejores, es una comunidad donde el PP está fuerte y, por tanto, Ciudadanos lo tenía más difícil que en otras regiones para quitarle votos. Para intentar convencer a los gallegos, desde C's advertían de que un PP con mayoría absoluta, que no tuviese la necesidad de pactar con ellos, se negaría a hacer ciertos cambios y estaría menos controlado.

Por otro lado, los problemas orgánicos surgidos a raíz de la sustitución del que fuera candidato al Congreso por A Coruña, Antonio Rodríguez, que había ganado las elecciones primarias, podrían haber pasado factura a la aspirante de la formación naranja a la Presidencia de la Xunta, Cristina Losada.

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