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Guindos niega el rescate y pide actuar contra la “irracionalidad” de los mercados

El ministro cree que la solución a la crisis requiere actuaciones "más allá de los gobiernos" "No tenemos ni el tiempo ni la financiación" necesarias para reducir el endeudamiento Sobre la falta de transparencia afirma que "si vas a dar el sablazo", es mejor ser discreto

Foto: atlas | Vídeo: CLAUDIO ÁLVAREZ / ATLAS

La economía es destrucción creativa. La sentencia, del economista Joseph Alois Schumpeter, la ha esgrimido este lunes en el Congreso el ministro de Economía, Luis de Guindos, para defender la creación —estará operativo noviembre— del llamado banco malo o Sociedad de Gestión de Activos que se hará cargo de los activos dañados de la banca. Pero la verdad es que la sentencia encajaba como un guante en una jornada negra para la economía española.

Guindos, que compareció ante la Comisión de Economía para explicar las condiciones del préstamo de hasta 100.000 millones pactado con el Eurogrupo, tuvo que salir al paso de las expectativas más negras nada más pisar el Congreso. ¿Se puede descartar el rescate de España?, le preguntaron. “Por supuesto”, respondió el ministro. Y a renglón seguido achacó la fuerte subida de la prima de riesgo a la “situación de enorme incertidumbre” que lleva a planteamientos “irracionales” y a situaciones de “extremo nerviosismo”, que solo se pueden subsanar con actuaciones que van “más allá de los Gobiernos”.

Aunque la alusión al Banco Central Europeo quedó clara, Guindos en ningún momento lo mencionó directamente. España, remachó antes de entrar en materia ante los diputados, “ha hecho todo lo que tenía que hacer”, abordando reformas “importantes” y el saneamiento del sistema financiero.

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Ya ante la Comisión, Guindos dejó para el Diario de sesiones de la Cámara la razón por la que considera que España no se unirá al club de rescatados de la UE —Grecia, Irlanda y Portugal— pese a la persistente presión de los mercados. Según explicó, España es “un país solvente” porque la solvencia “se mide por la capacidad de crecimiento medio plazo, y España, que es un país competitivo, puede crecer”. “Por eso no va a ser rescatado” remachó. Pero, el país, que registra una importante mejora en el sector exterior gracias a las exportaciones y también al turismo, necesita “tiempo y financiación” explicó el ministro. Eso también se compra. ¿Cómo? Con sacrificios derivados de un proceso de desapalancamiento —“doloroso”, admitió— que hay que acelerar para que pase “lo antes posible”, aseguró el titular de Economía.

Parte fundamental de ese proceso es el saneamiento del sistema bancario con el préstamo pactado con el Eurogrupo que pone bajo tutela al sistema bancario español. Ese préstamo, detalló Guindos, se ha conseguido en condiciones favorables y servirá para “limpiar de golpe gran parte de los errores cometidos en el pasado”. Para el primer tramo —30.000 millones de euros que estarán disponibles a finales de este mes—, el tipo de interés, variable, rondará el 1,5%, con un periodo de carencia de 10 años, en los que solo se pagarán intereses y un plazo de devolución de 15 años. Será, resumió en la comparecencia, tres veces menos costoso de lo que suponía como media alimentar el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Las explicaciones de Guindos, en un ambiente de preocupación, pero sin estridencias ni excesiva tensión, no convencieron al principal partido de la oposición, el PSOE. Su portavoz, Valeriano Gómez, explicó que su partido no apoyará el memorando de entendimiento (MOU, según sus siglas en inglés) pactado con el Eurogrupo para rescatar a la banca porque no está claro, entre otras cosas, el tratamiento que otorga a las acciones preferentes y al trasvase de deuda privada al sector público.

El PSOE, como otros grupos (CiU), cuestiona la opacidad con la que se ha negociado la ayuda a la banca. En este punto, Guindos dio un par de pasos hacia la explicación coloquial y le salió una frase tan rotunda como cargada de polémica: “si vas a dar el sablazo”, dijo, conviene no desvelar públicamente las razones. “Hay que ser cuidadoso con las cartas que tienes y cómo las presentas”, dijo.

En la compleja partida en la que se mueve el conjunto de la economía, sí hay algunas cosas que están claras. Por ejemplo, que hay productos financieros, como las preferentes, que se han convertido en un tema escandaloso al perjudicar a numerosos ahorradores que recibieron información dudosa sobre lo que adquirían. Eso va a cambiar a partir de agosto.

La regulación de las preferentes se va a endurecer, explicó Guindos: se requerirá que una proporción importante de la emisión se coloque en el canal mayorista; habrá test de idoneidad para los inversores; el que no lo pase, tendrá que reconocer explícitamente que es consciente de que adquiere un producto para el que no es idóneo y se impondrá un mínimo elevado de suscripción. Habrá también un registro que recoja la relación de títulos adquiridos por esos inversores no idóneos, lo que facilitará la supervisión de la CNMV. Se trata, se podría concluir, de evitar que el capitalismo pueda llegar al colapso, incluso por su éxito. Como pronosticó el economista Schumpeter.

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