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Los accionistas de Bankia encaran una difícil batalla legal

Reuters - Jueves, 31 de Mayo

Los accionistas de la española Bankia enfrentan una complicada batalla para lograr algún tipo de compensación por la abrupta caída del valor de su inversión menos de un año después de su colocación en Bolsa, debido a los costes y la dificultad de demostrar quién tuvo la culpa.

Las acciones de Bankia, que acaba de pedir al Estado 23.500 millones de euros para cubrir su exposición a activos inmobiliarios, el deterioro de su cartera de préstamos y la contabilización de sus activos, han caído un 58 por ciento desde comienzos de mayo. El valor cotiza ahora un 71 por ciento menos que los 3,75 euros por acción con los que salió a bolsa en julio del año pasado.

En el mismo periodo de tiempo, Santander ha caído un 37,4 por ciento, BBVA un 33,4 por ciento, Sabadell un 38,3 por ciento, Caixabank un 47,6 por ciento y Popular un 50,53 por ciento.

La brutal caída de la acción de Bankia prácticamente ha dejado en nada la inversión de miles de españoles que, bombardeados por una intensa campaña en radio y televisión, compraron el 60 por ciento de los 3.100 millones de euros en acciones que salieron a la venta -una media 6.000 euros de inversión por cada accionista-.

Las quejas de las asociaciones de consumidores y de accionistas minoritarios ha crecido en las últimas semanas, y varios ya han dicho que están estudiando actuaciones legales, con el Banco de España, el regulador de los mercados (CNMV), y el auditor Deloitte como principales acusados.

Pero mientras este tipo de demandas colectivas son relativamente habituales en los juicios en Estados Unidos gracias a unos procesos de litigios más atractivos, hay poca historia de actuaciones de este tipo que concluyan con éxito en Europa.

"Tienes que encontrar un error, algo que sea engañoso o mentira en el cuerpo del folleto, o tienes que encontrar algo que es una omisión material que se ocultó de forma deshonesta", declara Tony Katz, socio de juicios comerciales en Orrick.

"El otro aspecto que tienes que probar es la "causa" y eso es particularmente difícil porque tienes que eliminar los otros factores en juego".

El folleto de salida a bolsa de Bankia incluía 16 páginas de factores de riesgos amplios y comprensibles que advertían de que podría haber un impacto negativo en su negocio.

Los abogados afirman que esa debía de ser la primera línea de defensa para cualquier acción que se tomase, por lo que los inversores tienen ante sí la difícil tarea de probar que aquellos que realizaron la venta sabían más de lo que decían, principalmente acerca de los niveles de capital circulante del banco o la situación de sus finanzas.

La matriz del banco BFA dijo el lunes que había revisado sus cuentas de 2011 para reflejar unas pérdidas de 3.300 millones de euros frente a los beneficios de 41 millones de euros presentados, después de revisar sus carteras de créditos y sus necesidades de capital.

En 2008, algunos de los 16.000 accionistas de Deutsche Telekom demandaron a la compañía por hasta 80 millones de euros, argumentando que no informaron correctamente a los inversores sobre su valor en la venta de acciones de su tercera fase de privatización, y tampoco les informaron sobre los planes de adquisición que llevaron a la sociedad a caer fuertemente en Bolsa.

Pero después de una batalla de cuatro años, la demanda ha sido rechazada por un juzgado en Fráncfort este mes, que no halló pruebas de que el folleto incluyese informaciones inciertas.

El coste es un asunto clave. Mientras que en Estados Unidos los demandantes sólo pagan los costes si ganan, en Europa no sólo es que haya costes previos, sino que los accionistas pueden quedar con importantes costes legales de la defensa si pierden.

ABUSOS

Banqueros conocedores del proceso de salida a bolsa de Bankia dijeron que no ven cómo la caída de la entidad podía degenerar en un severo riesgo legal, más allá de lo desagradable que parezca todo a ojo de los encolerizados ahorradores.

"¿Qué quieren? ¿Que se les devuelva el dinero porque bajó el precio de la acción? No creo que se pueda sostener ese punto", dijo un banquero.

Ese punto de vista fue aceptado por algunos pequeños accionistas, que dijeron que se daban cuenta de que recuperar dinero, de la manera que sea, será difícil.

Sin embargo, y aún cuando una demanda demuestre ser inútil, surgirán inevitablemente cuestionamientos acerca de cómo le fueron vendidas las acciones a los pequeños inversores, lo que potencialmente elevaría la posibilidad de reclamaciones por ventas inapropiadas.

Los inversores internacionales evitaron participar en las salidas a bolsa de Bankia y de la más pequeña Banca Cívica, puesto que se consideraba las colocaciones eran promovidas por el Gobierno para incrementar los ratios de solvencia de la entidad y tranquilizar a los mercados globales acerca de la estabilidad del sistema financiero español.

En aquel momento, los directores de las sucursales dijeron que se había realizado una intensa campaña de ventas entre los inversores minoristas.

ADICAE, una asociación de consumidores que representa a usuarios de bancos, cajas y aseguradoras, estimó el número de pequeños accionistas de Bankia en 500.000, de los cuales unos 120.000 terminaron con productos tales como participaciones preferentes.

Esta asociación -que habitualmente lidia con cuestiones de consumidores, no de accionistas- se ha involucrado en la cuestión de Bankia porque, denuncian, ha habido "abusos" en la forma en que las acciones se vendieron a los consumidores, a través de su red de sucursales, y ofrecidas a clientes como productos de ahorro.

"No sé cómo el Banco de España y la CNMV pueden haber permitido esto", dijo Rafa Macillas, de 43 años, que dijo que su padre terminó haciéndose con participaciones preferentes de Bankia. "Como individuos no podemos hacer nada, como un colectivo quizás podamos lograr algo", añadió.

La Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (AEMEC) también está buscando alternativas legales, y criticó que el apoyo implícito del Gobierno a la salida a bolsa de Bankia ha dado legitimidad a lo que era un mal negocio para los inversores.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha descartado la idea de una investigación completa sobre lo que ha pasado con Bankia, resistiéndose a los llamamientos de linchamiento público de Rodrigo Rato, ex presidente de Bankia y aliado del Gobierno.

Por su parte, la CNMV ha defendido su papel en la salida a bolsa de Bankia, diciendo que requirió la concurrencia de un tramo institucional del 40 por ciento de forma que se garantiza un precio ajustado para los inversores.

Sin embargo, con la imagen de parejas de ancianos haciendo cola para obtener información, la protesta de pequeños accionistas parece que se mantendrá como una piedra en el zapato de un Gobierno con estrechas relaciones con la dirección de Bankia.

"Esto no se va a resolver de manera rápida", dijo un alto banquero de inversión en Madrid.




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