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Investigación
Exactas busca desarrollar una vacuna contra COVID-19
El proyecto, basado en el empleo de proteínas virales para inducir la generación de anticuerpos, se encuentra en la etapa de ensayos preclínicos.
Guillermo Docena y Omar Azzaroni

 

Un grupo de investigación de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata trabaja en el desarrollo de una vacuna nacional contra el COVID-19. La iniciativa parte de la definición política de la salud como un derecho fundamental que debe estar accesible para toda la población, que llevó la esta unidad académica a trabajar  también en  desarrollos propios que permitan la provisión de insumos para diagnóstico, tratamientos y prevención. “A la vista de lo que sucede con  la distribución de vacunas a nivel mundial queda demostrado que hoy más que nunca la Ciencia y la Tecnología son herramientas de soberanía”, sostuvo el decano  Mauricio Erben.

Un trabajo en equipo

En marzo de 2020 se formó el “Grupo COVID-Exactas”. La iniciativa impulsada por la propia comunidad científica, nació para dar respuestas y hacer frente a la crisis sanitaria desatada en el marco de la mayor pandemia de las últimas décadas.  A partir del trabajo conjunto y colaborativo que llevan adelante los grupos del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA) -dependiente de la UNLP y el CONICET; y del Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos (IIFP) - dependiente de la UNLP, el CONICET y la CIC-, se puso en marcha el proyecto de diseño y elaboración de una vacuna contra el COVID-19.

El desarrollo es dirigido por los Doctores Guillermo Docena, del IIFP y Omar Azzaroni, del INIFTA. Además, incluye las colaboraciones ya establecidas del Doctor Sebastián Cavalitto, del Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales (CINDEFI- UNLP/CONICET), del Doctor Javier Santos, del Instituto de Químicas y Fisicoquímicas Biológicas (IQUIFIB -UBA/CONICET), y la participación del Doctor Alejandro Aiello del Centro de Investigaciones Cardiovasculares (CIC -UNLP/CONICET).

Docena es uno de los directores del proyecto y explicó que “esta iniciativa surge de trabajos previos de colaboración del INIFTA y el IIFP desde el 2018, en los que se sumaron capacidades complementarias para el desarrollo y optimización de inmunoterapias para enfermedades inflamatorias y enfermedades infecciosas. En esas investigaciones, el  grupo del Doctor Omar Azzaroni aportó un sistema adyuvante basado en la tecnología de nanopartículas, mientras que nuestro grupo contribuyó con diferentes sistemas biológicos, patologías y métodos para evaluar la inmunidad generada por las vacunas”.

“En el caso particular de una vacuna para COVID-19 se diseñó una estrategia vacunal basada en el empleo de nanopartículas con fracciones proteicas provenientes del SARS-CoV-2.”, detalló el investigador, al tiempo que agregó: “en un principio será empleado en una vacuna sistémica, pero también -adelantó- se está evaluando desarrollar vacunas mucosales”.

El mundo está recibiendo las vacunas para COVID-19. Se trata de un hecho histórico, no sólo porque se han obtenido diferentes vacunas en tiempos récord, sino porque es necesario vacunar a la población del planeta en el menor tiempo posible. Es sabido que la infección natural no genera una inmunidad protectiva duradera en la mayoría de los individuos infectados y además no es posible alcanzar la inmunidad de rebaño con el porcentaje de la población infectada. Al momento de esta nota hay más de 2.500.000 fallecidos en el mundo desde que comenzó la pandemia, lo que muestra que las vacunas son una necesidad imperiosa para poder controlar la circulación del virus y el progreso de la enfermedad.

¿Por qué desarrollar una vacuna nacional?

Si bien en este momento existen en el mundo más de 80 vacunas en etapa de ensayos clínicos y 7 vacunas fueron autorizadas para uso de emergencia, asistimos a un espectáculo patético en torno a la distribución de estas vacunas a nivel mundial, donde quedan plasmadas las desigualdades económicas entre países a la hora de obtener vacunas, por lo que el desarrollo de vacunas nacionales será de crucial importancia para fortalecer el sistema sanitario de nuestro país en las etapas posteriores de la pandemia.

“Este proyecto es un trabajo transdisciplinar entre docentes investigadores e investigadoras  de varios laboratorios de la Facultad de Ciencias Exactas de muy alto nivel científico y tecnológico, un aporte  que enorgullece a la ciencia argentina y demuestra el compromiso y capacidades del sistema científico universitario con base en la UNLP para llevar adelante un proyecto de desarrollo de una vacuna contra la COVID.  Esperamos que con el aporte de la Universidad este proyecto avance y consolide los resultados de manera tal que permita aportar una respuesta soberana a la provisión de vacunas contra COVID 19” afirmó Erben.

Por su parte el presidente la UNLP, Dr. Fernando Tauber,  enmarcó el proyecto en el   aporte realizado en el último año por la comunidad universitaria para hacer frente a la emergencia sanitaria, destacando que: “contar ahora con un desarrollo propio de una vacuna en nuestros laboratorios nos llena de orgullo y ratifica nuestra política estratégica de consolidar un sistema científico universitario soberano, capaz de dar respuestas a las demandas más urgentes de las y los argentinos”.

¿Cómo será la vacuna Exactas UNLP?

Sobre el proceso de desarrollo y la tecnología que serán utilizados para la producción de la nueva vacuna con el sello de la UNLP, el Doctor Docena describió: “las vacunas contra el COVID-19 conocidas hasta hoy se han diseñado en base a dos tipos de plataformas: las basadas en el empleo de proteínas (proteínas, fracciones de proteínas y virus completo muerto), y las basadas en el empleo de ácidos nucleicos (vectores virales, vacunas a ARN). A modo de ejemplo algunas de estas vacunas son: Sinopharm (virus muerto), Sinovac (proteínas virales), Moderna o Pfzier/BioNtech (ARN) y Sputnik V o AstraZeneca/Oxford (vectores virales)”.

“En este proyecto seguiremos la estrategia basada en el empleo de proteínas virales, específicamente fracciones de la proteína S, encapsulas en nanopartículas. La proteína S se encuentra en la cubierta del virus y es la estructura que el virus emplea para poder invadir las células blanco (células del epitelio nasal y pulmonar principalmente). La proteína S se une al receptor de angiotensina 2 o ACE 2 e ingresa a la célula que le permitirá dividirse o multiplicarse para luego invadir otras células”, detalló Docena. Y añadió: “actualmente estamos estudiando distintos protocolos de administración de la vacuna en ratones y, al mismo tiempo, se analizan las respuestas inmunes inducidas”. “Básicamente lo que buscamos, como en la totalidad de las vacunas para COVID-19, es inducir la generación de inmunidad protectiva y generación de anticuerpos específicos de la proteína S para bloquear la entrada del SARS-CoV-2 a las células blanco del organismo. También se busca la producción de linfocitos de memoria para la inmunidad protectora en el tiempo”, concluyó el científico.

Para comprender el rol que desempeña la nanociencia en este proyecto, el doctor Azzaroni aclaró que “las proteínas virales son encapsuladas en nanopartículas supramoleculares construidas mediante ensamblado molecular. Lo que hacemos es diseñar bloques de construcción de manera tal que al ponerlos en solución se ensamblan espontáneamente formando una nanopartícula”.

“Esta es una de las características más atractivas de los ensamblados supramoleculares. Mediante interacciones débiles, no covalentes, pueden formar una nanoestructura regular. Debido a las características dinámicas de las interacciones no covalentes, los ensamblados supramoleculares pueden modificar sus propiedades reversiblemente y de esta manera encapsular de un modo relativamente controlable diferentes elementos biológicos con potencial interés en el desarrollo de vacunas”, concluyó. 

Finalmente, los investigadores adelantaron que, una vez que se encuentren las condiciones experimentales para inducir la mejor respuesta inmune, y logren caracterizar los anticuerpos, se avanzará en la fase de análisis de la eficacia de la vacuna en el modelo experimental.

“De esta manera, administraremos la vacuna a los animales y luego los desafiaremos con el SARS-CoV-2 para evaluar el grado de protección conferido mediante la vacunación. Esperamos poder concluir estas etapas durante el transcurso del 2021, para luego evaluar la posibilidad y condiciones de pasar a fases clínicas, es decir, al estudio en humanos”.


Presentación en el Rectorado

El equipo dirigido por Guillermo Docena y Omar Azzaroni fue recibido esta tarde en el Rectorado por el Presidente de la UNLP, Fernando Tauber. En la reunión estuvieron presentes también el Secretario General de la UNLP, Patricio Lorente, el Prosecretario en Políticas de Ciencia y Técnica de la UNLP,  Nicolás Rendtorff , el Decano de Ciencias Exactas, Mauricio Erben, la  Directora del CCT- La Plata ,Gloria Chicote, y el Presidente de la CICBA Carlos Naón.

Durante el encuentro, los científicos presentaron los detalles del proyecto de desarrollo de la vacuna contra el COVID-19 y el estado de avance de los ensayos preclínicos que se llevan adelante en los laboratorios de la Universidad

 

Actualizado el 04/03/2021
 
 
 
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