Hoteles customizados y restaurantes bajo el mar: ocho viajes a medida para darse un gran capricho
El lujo es escurridizo. Cuando creemos haberlo alcanzado ya se ha inventado otra forma de vivirlo. En lo que al tiempo de ocio se refiere, lo último es la experiencia personalizada: escapadas a medida donde importa más sentir que ver un paisaje o un monumento; 'spas', trenes y aviones en los que disfrutar de placeres al alcance de muy pocos; hoteles que adaptan sus servicios a los antojos de los huéspedes, 'concierges' capaces de hacer realidad las fantasías más exigentes... En resumen: ya no consiste en conocer el mundo, sino en exprimirlo las 24 horas del día.