El 66% de las ejecutivas lo consideran esencial, aunque sólo el 15% lo hace.
Compañeros, jefes, personas, influyentes... Todos estos actores de nuestra empresa tejen la red de networking que parece fundamental para llegar a puestos de responsabilidad en la compañía, al menos para el 66% de las directivas, que considera esencial el papel del as "redes informales" para ascender,pero a las que sólo dedica tiempo el 15% de ellas. Es una de las principales conclusiones de la segunda oleada del Esade Gender Monitor , un estudio especializado en el equilibrio de género en la empresa, para el que ha consultado a más de 500 ejecutivas en relación a las políticas de igualdad de sus compañías y los principales obstáculos que han encontrado a lo largo de este año. El colectivo que más preocupación muestra por no tener el tiempo que desearía a estas redes es el de las mujeres que no viven en pareja.
Respecto a la tipología de estas interacciones, la mitad de las directivas encuestadas es capaz de relacionarse con personas ajenas a sus empresas bien conectadas y con otras mujeres en posiciones similares, pero, y he ahí la cuestión, dedican mucho menos tiempo a los compañeros de trabajo, a los jefes y a las personas influyentes de dentro de su organización.
Al ser preguntadas por los obstáculos que han tenido en sus empresas, el 33,51% de las directivas señaló la desigualdad salarial, seguida de la dificultad de la conciliación (27,23%) y la falta de reconocimiento en las tareas realizadas (26,16%). Además, dos de cada diez reconoce que se ha sentido invisible para la promoción interna dentro de su compañía.
Conciliación sin género
La conciliación sigue siendo una asignatura pendiente en las empresas, pero ya no está tan íntimamente ligada al género femenino. Las encuestadas valoran que sus empresas dejen de ver la conciliación como un asunto relativo a la mujer -así lo afirmaba el 53,8% de as mujeres el año pasado frente al 23,1% de esta edición- y crecen exponencialmente el número de directivas que creen que los hombres tienen las mismas dificultades para conciliar. Para ellas cada vez es más habitual ver equipos creados para el desarrollo de medidas de equilibrio de género en la empresa (23%) e, incluso, sus consejeros delegados ya se implican en el diseño de estas políticas (41%). Sin embargo, -y aunque la igualdad en formación en habilidades y en la selección de personal están siendo prioritarias para las organizaciones- aún queda recorrido, ya que como citábamos, la conciliación se sitúa como la segunda barrera más habitual en sus carreras.
Y es que la maternidad supone un obstáculo para casi el 25% de las encuestas con hijos, una cifra que se reduce a la mitad entre las profesionales que no los tienen. El respaldo de la pareja aprueba en el estudio pero no con nota, ya que un 45% de ellas no sabe ,directamente, no cree que su pareja le acompañara en caso de que le ofrecieran un puesto de trabajo en el extranjero.
En materia de salario dentro del hogar, la balanza cae al lado de las ejecutivas: más de la mitad de aquellas que viven en pareja confiesa que su salario es superior a la de ésta y el 24,6% que es similiar.
"La asignatura pendiente sigue siendo la primera línea: los consejos de administración y los comités de dirección. Estamos muy lejos, por tanto, de la directiva comunitaria que pide para 2020, al menos, el 40% del género menos representado en todos los órganos de decisión", sentencia Patricia Cauqui, responsable del Esade Gender Monitor.