De la taxidermia a la veneración por las mascotas: cómo ve el ser humano a los animales

  • La siempre original Wellcome Collection de Londres propone en 'Making Nature' un repaso a las distintas formas en que los humanos vemos a los animales.
  • Más de un centenar de objetos de la literatura, el cine, la taxidermia, el arte y la fotografía examinan lo que pensamos y sentimos sobre otras especies.
  • Abarca desde épocas anteriores a la clasificación de Linneo hasta seres antropomorfizados en la cultura pop o modificados genéticamente por la ciencia.
Almacenaje de animales taxidermizados en el Museo Británico
Almacenaje de animales taxidermizados en el Museo Británico
© Richard Ross - From 'Making Nature: How we see animals' - Wellcome Collection
Almacenaje de animales taxidermizados en el Museo Británico

La cuestión de cómo los seres humanos se relacionan con otros animales ha cautivado a filósofos, antropólogos, científicos, éticos y artistas durante siglos. Lo demuestran desde el misterio, derivado del desconocimiento, que poblaba el mundo de seres híbridos en las edades previas a los viajes de naturalistas; la pasión del pintor inglés del siglo XVIII  George Stubbs, para quien la perfección de las bestias superaba en belleza al arte clásico; la gatomanía, que es muy anterior a Internet o la actual veneración por las mascotas domésticas, que alcanza, sobre todo entre las clases pudientes y solo en países desarrollados, cotas rayanas con la toxicidad.

La siempre original Wellcome Collection de Londres le saca punta a la forma en que los humanos consideramos, juzgamos y tratamos a los animales en la exposición Making Nature: How we see animals (Haciendo la naturaleza: cómo vemos a los animales), una muestra que reúne más de un centenar de objetos de la literatura, el cine, la taxidermia, la fotografía y el arte para "examinar lo que pensamos, sentimos y valoramos sobre otras especies" y las "consecuencias" que estos ideales tienen para el mundo que nos rodea.

¿Por qué miramos a los animales?

Bajo las preguntas centrales de "¿por qué miramos a los animales?" y "¿qué vemos cuando lo hacemos"?, los organizadores de la muestra, que se puede visitar hasta el 21 de mayo de 2017, ofrecen una experiencia sobre todo visual que busca el despertar de las emociones en el público y la autorreflexión enriquecedora, atraviesa siglos para "revelar las jerarquías" establecidas por la visión unidireccional del mundo desde la exclusiva mirada de los humanos y "cómo influye en nuestras acciones o inacciones hacia la planeta".

Organizada en torno a cuatro temas genéricos —Ordenar, Visualizar, Observar y Hacer—, la experiencia establece como punto de partida una declaración de intenciones al presentar el audiovisual del artista contemporáneo Marcus Coates Degreecoordinates, Shared traits of the Hominini (Humans, Bonobos and Chimpanzees), una obra de 2015 sobre l0s rasgos compartidos de los hominini, la tribu de la que forman parte los humanos, bonobos y chimpancés.

Negocio global y millonario

A partir de esa entrada, la exposición recorre el camino que va desde la formalización de la historia natural como ciencia, el establecimiento de museos y zoológicos, hasta los documentales contemporáneos sobre la fauna salvaje, las películas de dibujos animados y otros productos pop que se basan en las figuras de  animales antropomorfizados como base de un negocio global y milmillonario y la modificación genética de especies.

Making Nature aspira a cuestionar el enfoque racionalista de "aprender a través de la mirada" con la inclusión de obras artísticas de, entre otros, el danés Herman de Vries, que busca desde hace décadas una forma de representación basada en la igualdad y la intuición entre todas las especies vivas.

Loros en extinción al lado de un gran telescopio

La inglesa Edwina Ashton que cuestiona las formas de representación de los animales, y la pareja de puertorriqueños Allora & Calzadilla, que en la instalación cinematográfica The Great Silence (El gran silencio, 2014) contraponen imágenes de especies de loros en peligro de extinción con otras del telescopio de Arecibo, uno de los más grandes mundo, ubicado en la zona húmeda donde viven las aves.

A partir de los trabajos pioneros del siglo XVIII del botánico, naturalista, zoólogo y científico sueco Carlos Linneo, fundador de la moderna taxonomía y padre de la ecología, se presenta la clasificación previa, la  llamada Escala de los Seres Naturales, del suizo Charles Bonnet, que propuso una escalera del reino animal con los humanos colocados en el peldaño superior.

Modas cambiantes

La exposición también muestra las modas cambiantes de las exposiciones de museos, que respondían a las no menos veleidosas actitudes sociales hacia la naturaleza: desde los gabinetes de curiosidades victorianos, tendentes a la truculencia, hasta los dioramas complejos y con abundancia de animales disecados de los museos de historia natural del siglo XX.

La representación documental de los animales tuvo un punto de inflexión en 1954, cuando el largometraje Woodpeckers (Pájaros carpinteros) fue el primero en usar nuevas tecnologías como las cámaras manejadas a distancia para mostrar la vida de aves. Fue tanto el éxito de la pieza que fue el programa más visto del año en la BBC, solo superado por la coronación de la Reina.

Un hombre, un tigre y un caimán en el piso 26º

Como añadido a las variopintas relaciones entre humanos y animales se ofrece una película de Phillip Warnell, el largometraje documental Ming of Harlem, la historia de Antoine Yates, un hombre que vivía en un apartamento de Nueva York con un tigre y un caimán. Residían en el piso 26º.

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