El CRE de Alzheimer del IMSERSO ha realizado un estudio en el que se evalúan los efectos de la terapia asistida con perros sobre los comportamientos sociales y las expresiones emocionales de personas con demencia. Las conclusiones del mismo han sido publicadas en el artículo «Effects of dog assisted therapy on social behaviors and emotional expressions: a single-case experimental design in three people with dementia» de la revista científica Journal of Geriatric Psychiatry and Neurology.

En este estudio se examinaron los efectos de la terapia asistida con perros (TAP) sobre los comportamientos sociales, las manifestaciones emocionales y la experiencia durante la actividad de tres personas con demencia residentes en el CRE de Alzheimer. A raíz de los resultado obtenidos se puede afirmar que la terapia asistida con perros parece ser una intervención no farmacológica con potencial para mejorar la calidad de vida de las personas con demencia, a través de la participación en experiencias agradables que promuevan los comportamientos sociales y las emociones positivas.

Y es que, en comparación con las sesiones de línea base, las sesiones de TAP generaron un incremento en los comportamientos sociales (inclinaciones, miradas y verbalizaciones) y un efecto significativo sobre las manifestaciones emocionales con mayor placer. Las sesiones de TAP también dieron lugar a una mejor experiencia, con incrementos en la participación, placer y relación con otros, junto a rechazo y displacer bajos.

Para la realización de este estudio los investigadores del CRE de Alzheimer utilizaron un diseño A-B-A-B de caso único con retirada del tratamiento consistente en la replicación de dos fases, línea base (A) y TAP (B), de cinco sesiones de 15 minutos que se realizaban de lunes a viernes.

Durante los cinco días de las fases de línea base los participantes de forma individual realizaban una serie de actividades con la terapeuta; durante las fases de TAP se replicaron las actividades realizadas durante el periodo de línea base incluyendo la presencia del perro como instrumento motivador, siempre en el mismo espacio y en el mismo horario.

Las sesiones fueron grabadas en vídeo y dos evaluadores independientes cuantificaron la frecuencia de los comportamientos sociales y completaron una evaluación de las manifestaciones emocionales (Observed Emotion Rating Scale) y de la experiencia durante la actividad que mostraban los usuarios participantes (Escala NPT-ES).

Los interesados pueden acceder aquí al artículo publicado en Journal of Geriatric Psychiatry and Neurology.