Los impagos de deudas en las comunidades de vecinos han descendido por primera vez en Sevilla, así como en el resto de provincias andaluzas. Según el quinto estudio nacional sobre morosidad en las comunidades de propietarios de España correspondiente a 2015, la morosidad en Sevilla el año pasado alcanzó los 53 millones de euros, lo que supone que ha descendido en un millón de euros respecto a los 54 millones de euros que se adeudaban en 2014. En porcentajes la bajada ha sido de un 1,85%.

Hay otros datos de interés del estudio: que de ese débito total los bancos y entidades financieras adeudan 12 millones de euros, frente a los 14 millones que acumulaban en 2014; y que el importe medio de morosidad es de 1.377 euros. La comunidad andaluza es una de las que presentan mejores resultados del país, con una bajada del 2,6%. En el ámbito nacional la reducción de morosidad ha sido del 2,32%.

La dirección del Colegio de Administradores de Fincas de Sevilla, representada por su presidente, Rafael del Olmo, y su vicepresidente, José Feria, achacaron ayer este descenso a la ligera mejora de la situación económica tras una crisis demasiado larga y a las recientes modificaciones legales que obligan al nuevo propietario (bancos sobre todo) a hacerse cargo de las deudas de la anualidad en curso más los tres años anteriores. El colegio administra entre el 70% y el 80% de las viviendas de Sevilla, mientras el resto no cuenta con la gestión de un profesional colegiado.

Los administradores de fincas mostraron ayer su satisfacción por este dato positivo. "Por primera vez en muchos años hay una buena noticia", subrayó Del Olmo, quien confía en que se intensifique. Del Olmo concluye este año su mandato al frente de la institución, de la que saldrá un nuevo presidente del gremio.

El perfil del moroso es de tres tipos: vecinos agobiados por los impagos que tienen de verdad interés en saldar las cantidades pendientes, pero no pueden afrontarlas por una falta de ingresos sobrevenida; vecinos enfadados con la comunidad que por alguna cuestión deciden no pagar y hay que llevarlos a procedimientos monitorios por sistema para que paguen; y entidades bancarias que se quedan con el piso y pasan varios meses hasta que tramitan toda la documentación y se ponen al corriente de los gastos comunitarios de la vivienda, según explicó José Feria.

Con esta leve mejoría, el colegio hace un llamamiento a las comunidades para que reactiven las obras de conservación de los edificios que han quedado paralizadas en los años de crisis por falta de presupuesto. Sobre este punto, el gremio señala que mantener el edificio en buen estado es esencial para que este no pierda valor y para mantener la seguridad de los edificios y los transeúntes.

"En estos años se han abordado las obras más urgentes de los edificios poniendo fin al peligro que suponían algunos inmuebles, pero se han postergado lo más posible las demás reparaciones", aclaró ayer José Feria. El vicepresidente abundó en que la inspección técnica de edificios recomienda una serie de obras urgentes y otras que pueden esperar de seis a doce meses, y es precisamente éstas las que han do retrasando las comunidades por falta de dinero para afrontarlas.

El colegio se mostró ayer preocupado por el mantenimiento de los contadores eléctricos y los ascensores en el 30% de los edificios de Sevilla que quedan fuera de su gestión.

De cara a los próximos años, la cuestión más urgente de los administradores de fincas de Sevilla, y de España, es que el nuevo Ejecutivo modifique la vigente ley de propiedad horizontal o apruebe cuanto antes una nueva con la obligación de que se responda de las deudas acumuladas durante los últimos cinco años restando las cantidades del precio final de venta.